Con motivo del atentado contra una sinagoga en Jerusalén durante los rezos de shabat, que se cobró la vida de al menos 7 israelíes, la agencia EFE publicó una nota que presentaba varios problemas desde el primer párrafo:
“Siete personas murieron este viernes por disparos en un ataque armado en una sinagoga ubicada en un asentamiento judío de Jerusalén este ocupado, un atentado que ha sido celebrado por milicias palestinas como venganza por la muerte el jueves de 10 palestinos por fuerzas israelíes”.
- Léxico partidista
EFE emplea una terminología activista que hace suya la versión de una de las partes. Concretamente la de la parte que comete el atentado.
Para empezar, iniciar la noticia definiendo el barrio de Neve Yaakov como de un “asentamiento” en “Jerusalén este ocupado” ya busca colocar sobre la víctima una sombra de culpabilidad. Independientemente de dónde se encuentre, Neve Yakov, es un barrio judío, o en palabras del New York Times (muy poco sospechoso de sostener una línea editorial amiga de Israel): “a Jewish area of the city”.
Concretamente, respecto a Neve Yakov, podríamos entrar en cómo esa tierra fue comprada por judíos en los años 20 y que después debieron huir por los pogromos de 1929 y la invasión jordana de 1948. Pero eso debería ser para otro capítulo, ya que no es lo relevante en la información.
Sin embargo EFE prefiere hablar de “ocupación” que, como explicaba Marcelo Wio en su artículo “¿Territorios palestinos ocupados?” es un término que “se emplea muy a menudo con una intencionalidad política, sin tener en cuenta el significado legal ni las consecuencias de la reducción de complejas situaciones, donde existen reclamos encontrados, a categorías predefinidas”. Complejas situaciones, ya que no hay fronteras definidas y lo que existe es un reclamo de territorios por ambas partes. EFE no puede otorgar el territorio a uno de ellas, y desde luego, no puede emplearlo como modo de posicionar a sus lectores en contra de la otra parte.
También el uso de la palabra “venganza” sin siquiera entrecomillarla, adopta la idea de que el atentado terrorista sería la retaliación de un crimen similar cometido por los israelíes. Y esto, para poder sostener la equiparación de lo sucedido en Yenin con lo sucedido en Neve Yakov, requiere de la ocultación de información. Lo que nos lleva a la segunda gran falla periodística.
- Ocultación de información
EFE encuadra el atentado como respuesta a “la muerte el jueves de 10 palestinos por fuerzas israelíes”. Pero no explica que al menos 8 de esos palestinos eran terroristas (así reconocido por las propias partes) abatidos en una confrontación armada. Como si fuera lo mismo un ataque contra una célula terrorista que un ataque contra civiles rezando.
Pero parece que para la agencia, los israelíes llevaban la falda muy corta.
- Desvalorización de una de las partes
Una vez que EFE ya ha establecido el marco de análisis en su primer párrafo, la información respecto al atentado es breve y pronto llega la versión israelí de los hechos:
“El terrorista fue neutralizado y después declarado muerto”, indicó la Policía.
¿“Terrorista”? Sí, pero en palabras de los israelíes ). Inmediatamente, en la línea siguiente, acude EFE para poner en duda esas declaraciones.
“EnIsrael, el término “terrorista” suele utilizarse para cualquier agresión cometida por palestinos por motivos nacionalistas, aunque aún no se ha desvelado la identidad del agresor”.
“Cualquier agresión”… Recuerden que la información es acerca de un hombre que entra en una sinagoga a asesinar a civiles. EFE considera necesario hacer ese matiz, no vaya a ser que se considere a ese “pistolero” (como lo define la agencia un poco más abajo) como lo que es.
El texto prosigue con más “ocupación” y mas ocultación de la identidad de la mayoría de las víctimas palestinas de la redada de Yenin.
Mucho esfuerzo se toma la agencia estatal española, primera fuente de información de incontables medios, en posicionar al lector en contra de Israel empleando un léxico partidista, despreciando la versión de una de las partes y equiparando a víctimas y verdugos.
Para los informantes existe muchos petrodólares para decir lo que convenga al público que ignora la realidad