Eiqan Ahmad Shams se presentó ante el público con humildad: apenas comenzando sus clases de español, pidió permiso para hablar en inglés. Su presentación, sin embargo, fue clara, directa y profundamente honesta. Como asesor de la Comunidad Ahmadía en Tierra Santa —tanto en Israel como en los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania—, Shams ofreció un relato que trasciende la retórica: habló desde la vivencia personal, desde el dolor y desde la esperanza.
Desde el comienzo, planteó una de las preguntas más urgentes del presente: ¿cómo lograr que la participación ciudadana —especialmente la de los jóvenes— se traduzca en poder político real, tanto a nivel nacional como global, en un contexto de fragmentación, polarización y violencia?
Un llamado desde Haifa: diversidad como experiencia cotidiana
Shams vive en Haifa, al norte de Israel, una ciudad en la que conviven árabes, judíos y musulmanes. Allí nació, allí estudió, allí experimentó en carne propia las dificultades, pero también las posibilidades del entendimiento. “Aprendí que construir confianza no es una teoría que se aprende, sino una habilidad que se desarrolla desde la experiencia, incluso desde los fracasos”, dijo.
El contexto que describe no es menor. En su propio testimonio menciona cómo esa misma mañana, su madre lo llamó desde un refugio: Haifa estaba siendo atacada por cohetes lanzados desde Yemen. Es en ese entorno donde la necesidad de construir vínculos humanos sólidos se vuelve aún más urgente. “No podemos borrar las diferencias, debemos trabajar con ellas”, afirmó con claridad.
🚨Ahora!🚨
Modera Tica Font. 🎤
🇬🇹 Mónica Mazariegos (Gob. de Guatemala)
🇨🇴 Naya Parra (Agencia Catalana de Cooperación)
🇦🇷 Juan Domingo Viola (Municipalidad de Córdoba)
🇺🇾 Guillermo Moncecchi (Montevideo)
🌍 Eiqan Ahmad Shams (Nizami Ganjavi Center)
🇺🇾 Gonzalo Civila (MIDES) pic.twitter.com/YMXYbTl3us— Montevideo Internacional (@IMparaelmundo) May 2, 2025
La participación juvenil y la brecha generacional
Uno de los puntos más lúcidos de su intervención fue el análisis sobre el papel de los jóvenes. Shams subrayó que esta nueva generación no actúa por teorías: enfrenta realidades profundamente complejas. Desde guerras hasta crisis sanitarias, son una generación marcada por el vértigo y la adversidad, y por tanto, su visión del mundo es práctica, urgente y muchas veces desatendida por quienes hoy detentan el poder.
El asesor apuntó la brecha generacional con precisión, sin caer en descalificaciones. Mencionó a líderes como Donald Trump, Benjamin Netanyahu y Narendra Modi —todos mayores de 70 años— y reconoció el valor de la experiencia, pero también advirtió que la distancia entre gobernantes y gobernados jóvenes es demasiado amplia. Esa falta de comprensión genera decisiones desconectadas de la realidad cotidiana de millones de personas jóvenes.
Octubre de 2023: entre la guerra y la reconciliación
El momento más crudo del discurso llegó con su recuerdo del estallido de la guerra el 7 de octubre de 2023. Eiqan Shams habló con una honestidad que pocas veces se escucha en foros diplomáticos: tenía comunidad en Gaza y también en Israel. Conocía personas que murieron en ambos bandos: en ataques aéreos en Gaza y también como soldados israelíes.
En ese contexto desgarrador, la respuesta de su comunidad fue clara: reconstruir la confianza. El 30 de octubre de ese año, su comunidad organizó un encuentro en Haifa con 600 personas de distintas religiones y orígenes. Fue el primer paso concreto para intentar restablecer vínculos humanos básicos. Las diferencias estaban presentes —unos pedían alto el fuego, otros priorizaban la liberación de rehenes—, pero el objetivo común era encontrarse.
Una crítica a los liderazgos y a la generalización
Shams fue particularmente contundente al señalar cómo las narrativas simplificadas han erosionado la convivencia. Mencionó cómo, desde el poder, se generan discursos que etiquetan y separan: “Tú eres árabe, tú eres judío, tú eres esto”. Incluso narró que algunos líderes religiosos llegaron a decir: “Los musulmanes deben irse” o “los judíos no pertenecen aquí”.
Lejos de devolver el golpe con odio, su respuesta fue pedagógica y humanista: “¿Perdón? ¿Estás hablando de mí?”, se preguntó. Esa frase resume la urgencia de abandonar los estereotipos y construir políticas desde la realidad de quienes conviven en un mismo territorio, muchas veces atravesados por el dolor de ambos lados.
Artículos Relacionados: