Es joven fuerte, dinámico, ambicioso; es un alpinista bien entrenado… Frente a él está la montaña más elevada de todas, la más difícil de conquistar LA MONTAÑA DE LA VIDA.
Sin pensarlo mucho empieza a escalar; su entusiasmo y fortaleza física son sus mejores atributos…
Pasado un tiempo lo sorprende la primavera… Todo a su alrededor florece, los pastos reverdecen la vida sonríe…
El sigue adelante escalando con el mismo entusiasmo, voltea a la cima que todavía está muy lejos, entonces redobla esfuerzos para llegar…
Es entonces cuando llega el verano, lluvias y más lluvias restándole poder al sol toda la naturaleza florece…
Pasado un tiempo lo sorprende el otoño; un fuerte frio anuncia su llegada; su fortaleza física ha mermado, sus cabellos son ya plateados su piel es ya rugosa…
Voltea a la cumbre de la montaña, ya la ve más cercana… La fatiga hace presa de él, en un refugio cercano reflexiona si valió la pena tanto esfuerzo sin haber todavía alcanzado la anhelada cumbre; y se queda meditando…
Lo que este joven alpinista ignora es, que LA MONTAÑA DE LA VIDA se la puede escalar pero no tiene vía de regreso…
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