En horas de la madrugada del 31 de mayo de 2010, las fuerzas israelíes interceptaron al Mavi Marmara, un barco de propiedad de una organización benéfica radical turca, que iba a violar el bloqueo israelí de la Franja de Gaza. En la refriega que siguió, las fuerzas israelíes mataron a nueve turcos, uno de los cuales tenía también ciudadanía estadounidense.
Tanto Turquía como Israel cooperaron con la investigación de las Naciones Unidas sobre el incidente. Si bien la comisión no dio a conocer, formalmente, su informe públicamente, The New York Times publicó un artículo basado en una copia filtrada. Si bien las consideraciones de realpolitik, normalmente, colocan a las Naciones Unidas contra Israel, por las mismas razones que lo hacen contra los kurdos, la comisión presidida por el ex primer ministro de Nueva Zelanda, Geoffrey Palmer, en gran medida exculpó a Israel y confirmó la legalidad de las acciones de Israel, a pesar de que el informe halló que Israel utilizó fuerza excesiva.
Después de la publicación, el Primer Ministro de Turquía, Recep Tayyip Erdoğan, se mandó una rabieta diplomática. El gobierno turco expulsó al embajador de Israel (cuyo mandato en Ankara terminaba este mes, en cualquier caso) y a todos los diplomáticos por encima del nivel de segundo secretario. Turquía ha prometido más sanciones, y una amplia gama de diplomáticos turcos han exigido que Israel se disculpe, así como también que pague una indemnización a los familiares de los muertos en el incidente del Mavi Marmara.
Las interpretaciones y perspectivas acerca del conflicto árabe-israelí son variadas y las acciones de Israel no afectan directamente a Kurdistán. Turquía, sin embargo, está sentando un precedente para sí mismo, que un gobierno kurdo más hábil podría explotar. Después de todo, si Turquía considera que la intercepción israelí de su barco es ilegal porque ocurrió en aguas internacionales, entonces Turquía es de lo más culpable por su reiterada violación de la soberanía del territorio iraquí y kurdo iraquí.
El mes pasado, una incursión aérea turca mató a siete civiles kurdos en el Kurdistán iraquí. Sin duda, los turcos – por la propia definición de Erdogan – utilizaron fuerza desproporcionada contra kurdos desarmados – algunos de los cuales eran niños o bebés. Después de todo, si Turquía define las acciones de Israel como ilegales, porque las Fuerzas de Defensa israelíes usaron fuerza desproporcionada – helicópteros y armas de mano contra activistas armados con cuchillos y garrotes – entonces ¿Qué es exactamente lo que el Ministerio turco de Relaciones Exteriores considera del propio uso de Turquía de aviones supersónicos contra aldeanos desarmados?
El precedente de la posición de Turquía trabaja en favor del Kurdistán iraquí de otras maneras. Si las acciones de Israel fueron ilegales, en la mente de Erdoğan, porque se produjeron en aguas internacionales (aunque la interpretación de Erdogan no se ajusta al derecho marítimo), entonces, sin duda, Erdogan debería considerar ilegal el asesinato de los siete civiles kurdos porque ocurrió en territorio iraquí. En pocas palabras, según las reglas de la propia Turquía, los pilotos de la fuerza aérea turca, sus oficiales al mando, y el mismo Erdogan, deberían ser acusados en un juicio por crímenes de guerra.
Del mismo modo, si Turquía cree que Israel debe, por lo menos, pagar una indemnización a las familias de los muertos en la operación, el gobierno kurdo iraquí debería exigirle a Turquía que pague una indemnización similar por los kurdos asesinados por aviones de combate turcos. El silencio del Gobierno Regional de Kurdistán en el tema es ensordecedor. Entonces, una vez más, los políticos israelíes van a la cárcel si reciben sobornos de contratos comerciales. Las mismas normas no se aplican en el Kurdistán iraquí.
La posición de Turquía tiene implicaciones más amplias. Turquía justifica sus acciones en Irak porque considera que el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) es un grupo terrorista, una definición compartida por el Departamento de Estado. Pero, si está dispuesto a suministrar y apoyar a Hamas – un grupo que se dedica a acciones mucho más sangrientas que el PKK – entonces Turquía no tiene ninguna base, moral o legal, para continuar su cruzada contra el PKK. Que Hamas ganara las elecciones no viene al caso. Después de todo, dentro de Turquía, el BDP ha ganado muchas elecciones.
La diplomacia es un deporte duro. No es acerca de auto enriquecimiento, sino acerca de aprovechar las ventajas. El Kurdistán iraquí siempre será más débil que Turquía y, para los funcionarios en Washington, siempre será menos importante que Turquía, siempre y cuando Turquía se mantenga en la OTAN. Aún así, el Gobierno Regional de Kurdistán puede tomar la iniciativa diplomática y, tal vez, proteger a su propio pueblo y forzar a Turquía a que modere sus acciones, si los dirigentes kurdos sólo jugaran su mano más hábilmente.
Michael Rubin es un académico residente en AEI.
Fuente: The Kurdistan Tribune
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
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