El camino judío. Antonio Escudero Ríos conversa con José Manuel Brito, abogado y escritor canario

Por:
- - Visto 353 veces
Si no quereís engañaros a vosotros mismos,tened la probidad y honradez como ley suprema,ya que en todo  cuanto hacéis estáis bajo la mirada de un juez que todo lo vé.                      BOECIO.La Consolación de la filosofía
    Y todo esfuerzo ,todo  afán es descanso eterno en Dios,el Señor.
                            Goethe
                  Deja de pensar en el
                  pasado que te persigue
                  y en lo que pasará.
                  Nostalgia y temores
                  son tus peores enemigos.
                  Concédete el derecho
                  de vivir el presente.
                       Israel Esteve Velázquez.
       A los judios de ahora y de siempre.

 

AER. Antonio Machado, un poeta singularmente amado por mí, escribe: “Caminante, no hay camino se hace camino al andar”.  Ligando esto con el destino errante del pueblo judío, con su constante peregrinación en busca de una tierra donde asentarse, yo le preguntaría si no le parece contradictorio que un pueblo tan “definido” como el judío se haya constituido sobre caminos hechos al andar, sin fin ni meta precisa, salvo su asentamiento en Israel.

Creo que, al igual que muchos pueblos de la antigüedad, el judío también buscó su propio camino a través de la movilidad casi permanente. Sin duda alguna, hay también un carácter transhumante y eminentemente estacionario, puesto que al tener rebaños era necesario el ir en busca de nuevos pastos con los que poder alimentar a sus animales. No siempre fue fácil ni hubo relaciones de buena vecindad con todos los demás pueblos con los que tuvo que coexistir.  Desde mi personal punto de vista, esta cercanía a otras personas, con diferentes conceptos sobre la vida y la divinidad, le dieron al judío esa impronta de pueblo especial llamado, en el campo de la espiritualidad, a alcanzar cotas que ningún otro grupo humano logró en ese momento determinado de la historia de la humanidad.


AER. Se dice que la Historia comenzó con la Escritura. Teniendo en cuenta que no hay pueblo como el judío que se haya constituido sobre las Escrituras, entendidas como Ley, mandato divino, ¿serían los profetas hebreos los primeros constructores de la Historia tal como la entendemos: no desde atrás sino hacia adelante, reclamada desde el futuro?

Los profetas jugaron un papel sumamente importante en el desarrollo del pueblo de Israel. Eran, desde mi punto de vista, los cronistas e intérpretes de la voluntad divina que debían trasladar al resto de sus conciudadanos. Los mensajes, aunque no siempre, se basaban en mantener una existencia ética que estuviere de acuerdo con los planteamientos doctrinales emanados de “lo alto”. Sin duda alguna, fueron auténticos líderes que marcaron un camino y una determinada conducta a seguir.

AER. Parece que el pueblo judío; más que reivindicación del espacio, ha estado siempre buscando el tiempo, en la historia. ¿Es ese también vuestro parecer?

Es importante tener un espacio donde vivir. Máxime si perteneces a un pueblo singularmente amenazado a través de los siglos. El judío casi siempre intentó adaptarse a las condiciones de espacio y habitabilidad que se les impuso. La creación del estado de Israel, acabó con siglos de opresión, ninguneo y esa agria sensación de que no eres bienvenido en parte alguna porque no estás en tu casa. El tiempo y la historia, aunque importantes, pertenecen al acervo colectivo de la humanidad, es decir, es algo compartido. Creo que aquí el vocablo ESPACIO ha sido determinante.

AER. ¿No cree Usted que la Historia, en el caso de los judíos, más que una Historia basada en el progreso, es una Historia Sagrada, ucrónica, de la Divinidad en los hombres, de la Palabra de Dios hecha Escritura, contada una y otra vez?

Creo que lo sagrado esta presente, subyace, en la historia de Israel como pueblo. Si se le daba a la norma jurídica un carácter sagrado, el pueblo llano la cumpliría sin hacerse mayores preguntas. Había en todo ese proceso un no sé qué maravilloso que te ponía en contacto directo con lo intangible a través de mensajes éticos precisos que te indicaban, entre otras cosas, que no hicieras a otro lo que no quieras que te hagan a ti. Sin duda alguna, tal altura de miras en lo tocante a las relaciones interpersonales, tuvo un componente religioso importante, aunque, eso sí, esencialmente cambiante y sujeto a la opinión de cada uno, en la época actual.

AER. ¿Cómo se combinan la fuerte individualidad judía con el hondo sentimiento de colectividad de ese pueblo?

El sentimiento de individualidad podría deberse a que desde el principio de los siglos, cuando empezó su andadura por los diferentes caminos, se dio cuenta de que estaba rodeado de enemigos. Tenían que contar solamente con los suyos o con aquellos con los que podían celebrar cualquier tipo de alianza, aunque fuere temporal e interesada por ambas partes.  Posteriormente, al denominársele pueblo elegido, esta sensación de individualidad pudo exacerbarse porque, aunque tenían un mensaje que transmitir al resto de los humanos, ellos eran los depositarios y garantes de un mensaje divino. Envidias, incomprensiones, el verles diferente, el hecho, para mí esencial, de no tener un espacio propio donde asentarse, hicieron lo demás. El sentimiento de colectividad, siempre desde mi óptica, tiene sus raíces en lo anteriormente escrito. Sólo entre aquellos que comparten una misma situación (injusta), un mismo espacio (especialmente si es mínimo), que comparten una misma creencia, el sentimiento de colectividad adquiere un valor esencial.

AER. Hay una ambivalencia contradictoria con respecto al judío entre las gentes. Por una parte, es un pueblo respetado y admirado. Por otra, existe a veces una actitud de rechazo hacia él que se manifiesta en expresiones populares despectivas. Por ejemplo: “perro judío”, “hacer una judiada”, “ser un fariseo”, etc. ¿Cómo explica Usted este fenómeno?

Es una dualidad comprensible. En el fondo subyace una completa ignorancia de lo que, en realidad, significa el judaísmo, no sólo a nivel histórico o religioso sino como entidad social que ha conseguido muchos de los hitos de los que la sociedad actual hoy disfruta. Son muchos los que aun consideran al judío, en su conjunto, como el pueblo deicida que cometió determinado crimen, del que aun no se ha arrepentido y que necesita de una determinada catarsis o entonación colectiva  de alguna especie de mea culpa .

AER. Existe una penetración en lo judío de lo sagrado -incluso en el pensamiento de sus representantes más modernos y racionalistas- como “temor de Dios”, como acatamiento del mandato divino, como Escritura Sagrada. ¿No veis curiosa esa mezcla de racionalismo crítico y acatamiento de la Voluntad Divina?

Es difícil transitar por ambos caminos sin tener asentados determinados principios. Maimónides, sin llegar a un racionalismo científico absoluto, (probablemente no se atrevió con tal concepto)  intentó conciliar lo sagrado y la filosofía. Lo consiguió, pero tuvo muchos detractores. Quizás podríamos plantear su pregunta de una forma diferente: ¿Existe una penetración de lo sagrado en lo judío?. Queda dicho y espero respuestas.

Acerca de Antonio Escudero Ríos

Nació en 1944 en Quintana de la Serena, Badajoz. Hizo las carreras de Filosofía y Publicidad en Madrid en donde reside desde 1960. Es editor literario e investigador de Judaica. Ha realizado ediciones facsimilares de la Guía de los Perplejos, el Cuzarí y de la obra de Isaac Cardoso. Dirigió las Jornadas Extremeñas de Estudios Judaicos en Hervás, en 1995, con Haim Beinart. Fue Director de las Actas del mencionado Congreso, publicadas en 1996. Colaborador en las revistas judías Raíces, Los Muestros, Maguem y Foro de la vida judía en el mundo, entre otras publicaciones. Creador, junto a otros entusiastas, de la Orden Nueva de Toledo, Fraternidad dedicada a la defensa plural de Israel y el Líbano cristiano, así como combatir el antisemitismo. Ha plantado miles de árboles, y construido, con Don Jaime Botella Pradillo, un jardín dedicado a los Justos de las Naciones en Las Navas del Marqués, en tierras de Castilla.

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: