La Senadora Lucia Topolansky Saavedra, no es solamente una senadora nacional del Uruguay. Es también la primera dama del país, ya que es la esposa del Presidente José Mujica.
Después del incidente donde su sector, el Movimiento de Participación Popular (MPP) acusó a Israel de cometer un genocidio en Gaza, Topolansky minimizó el incidente diciendo que se trataba de un “palabrita infeliz”, nada serio.
Entiendo la posición de la senadora ya que es importante evitar problemas diplomáticos y tensiones entre dos países.
Pero hay algo curioso que ella agregó: “A mi me gustaría preguntarle a Israel por qué después de 40 años le presta su voto a EEUU para mantener un bloqueo”, refiriéndose al embargo hacia Cuba.
Para la primera dama lo que voy a escribir en estas líneas seguro le parezca insignificante o “pequeña cosa”, pero el historial de hostilidad Cubana hacia Israel ha sido mas grave de lo que mucha gente cree.
Durante la Guerra de Yom Kippur en Octubre de 1973, Cuba envió 500 comandantes de tanque que lucharon junto a las tropas Sirias en las alturas del Golán.
Durante éste periodo la Organización de Liberación de Palestina (OLP) envió a entrenar terroristas a campos militares cubanos. La OLP ha sido responsable por innumerables atroces ataques terroristas contra la población civil Israelí que asesinó e hirió muchos ciudadanos israelíes.
Cuba rompió relaciones diplomáticas con Israel en 1973 por iniciativa de Cuba, no por iniciativa de Israel.
La relación entre Cuba y el mundo árabe archi-represor es también bien conocida. Cuba ha cooperado con Libia. Miles de tropas cubanas sirvieron durante años como protectores del Gobierno de Muammar Gadafi., un hombre que apoyó y ayudó a entrenar terroristas Palestinos. A la vez fueron los cubanos que ayudaron a desarrollar el despiadado aparato de espionaje y seguridad Libio y control de subversión en Libia. Libia se convirtió en un verdadero reino de terror donde un 20 por ciento de su población se convirtió en informante. Libios fueron asesinados o hechos desaparecer al igual que en Argentina de los tardíos 70 y principios de los 80.
Como bien lo documenta el ex-embajador Norteamericano en las Naciones Unidas, Richard Schifter, Gadafi junto a Castro se convirtieron en las figuras claves en la Naciones Unidas que contribuyeron a deslegitimar a Israel. Ambos lograron crear una coalición entre el bloque Soviético y la Organización de la Conferencia Islámica para formar un grupo dedicado a confrontar a los EE UU e Israel en la Naciones Unidas. Juntos también lograron unir a otros bloques del tercer mundo y los países no –alineados. Al Sionismo se lo colocó en la misma categoría que el Apartheid Sudafricano y el colonialismo Portugués. Al conectar al Sionismo con el Apartheid se inició una campaña para deslegitimar a Israel que llego a su zenit en 1975 con la infame resolución que igualaba el Sionismo con el racismo. Desde aquel entonces las Naciones Unidas, incluyendo su asamblea general al igual que su comisión de derechos humanos y sus cuatros comités sobre la cuestión de Palestina se volvieron una fuente de propaganda y difamación incesante contra Israel.
Las consecuencias de esta propaganda se sienten hasta hoy. La declaración del MPP que denuncia a Israel es parte de esa tradición Árabe-Soviética que ha influido a muchos sectores de la izquierda incluyendo la izquierda Latinoamericana. Pero eso no es lo más grave. Esta propaganda también agravó el conflicto Árabe-israelí y ayudó a incitar a las masas árabes y palestinas a buscar el camino de la guerra no la paz.
¿No es esto suficiente daño Senadora Topolanksy como para que se le cuestione a Israel tal actitud hacia el gobierno de esta Isla caribeña?
Por último, ¿por qué piensa la Senadora Topolansky que la Cuba de Fidel Castro es una víctima?
Retornemos hacia la crisis de los misiles en el año 1962, cuando misiles nucleares Soviéticos de mediano alcance fueron apostados en suelo Cubano. La crisis finalizó cuando el líder Soviético Nikita Kruschev llegó a un acuerdo con el Presidente John F. Kennedy. Cuando Kruschev anunció la retirada de los misiles, Castro envió un mensaje al líder Soviético solicitándole que dispare los misiles que ya estaban apostados en Cuba.
Kennedy y Kruschev buscaron una solución responsable a la crisis. Castro se comportó igual que un inescrupuloso líder terrorista. Lo que importa es el daño que uno causa al enemigo. Las consecuencias de las acciones no importan: A más destrucción mejor. Castro volvió nuevamente a defender su postura durante esta crisis hace unos pocos años.
¿Ahora entiende un poco más la posición de Israel, Senadora Topolansky?
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