Caminaba por las calles de Toluca, cerca de los portales en una esquina me tope con una librería; a los que nos gusta leer ver los aparadores de las librerías nos sucede como a los niños ver la jugueterías……….. Esa actitud golosa de nuevos libros de nuevos textos de nuevos títulos simplemente es fascinante.
Me fije particularmente en un cuento para niños: EL CASTILLO ENCANTADO DEL REY MAGNO. Entre a la librería y tome el cuento en mis manos, lo hojee, me pareció muy interesante me lo lleve a casa conmigo.
Es la historia de un gran Rey, el Rey Magno y su castillo encantado.
El Castillo encantado y el Rey Magno esta en los alpes suizos una de las regiones mas bellas del mundo; en primavera-verano su preciosa vegetación verde, verde, se combina con las cumbres nevadas de sus montañas.
En invierno es una feria para los ojos difícil de olvidar; los alpes se visten de un blanco sin igual y ese blanco inmaculado cubre casi toda la región.
Ahí precisamente se encuentra el castillo encantado y el soberano que lo habita: el Rey Magno.
Nos dicen los lugareños del lugar que desde tiempo inmemorial el castillo y el Rey siempre han estado ahí.
El castillo encantado posee ciertos poderes que lo hace único en el mundo.
Solamente se pueden acercar a el los seres humanos que en su forma de vida se hacen el bien, y lo hacen a los demás.
Cuenta la leyenda que los poderes sobre los seres humanos los ordenó el Rey Magno hace mucho pero mucho tiempo.
Dentro de su gran poder y pensando que seria imposible seguir los pasos de todos los habitantes del reino, creo condiciones y reacciones para normar con justicia su pequeño reino.
Se dice que le tomo mucho tiempo el poder hacer que esto funcionara sin tener el que estar precisamente atrás de cada ser humano.
Para la gente buena hizo la luz, el amor, la nobleza, y todo lo que esto conlleva.
Para la gente apartada del bien dejo la oscuridad, permanecieron los obstáculos, las penas y los sufrimientos después de un tiempo se manifestaban.
Aquellos que por su forma de vivir y pensar trabajaban honestamente, que la sinceridad era una característica, de buena voluntad para ellos, y para el prójimo, se daban mágicamente circunstancias que les facilitaban el acercarse al palacio encantado.
Desde sus cercanías sentían paz interior, y al acercarse mas hacia sus puertas los invadía una sensación de contento y felicidad.
A los notables podían entrar en el palacio encantado a sus hermosos jardines, para esto ya la satisfacción total del ser era casi completa. Ya no faltaba casi nada para colmar su felicidad.
Pocos, muy pocos, habían logrado estar ante la presencia del Rey Magno; se entendía fácilmente que eso es para los que con su actuar y ser sobresaliente se habían acercado ya al Rey Magno.
Aquellos que por alguna razón se habían alejado de los caminos que el Rey Magno tomando atajos y trampas, caminos torcidos, deshonestos, el Castillo encantado se iba quedando muy lejos de ellos a medida que mal vivían, la distancia entre el Rey Magno y ellos se hacia cada vez mas grande, a veces tarde ya imposibles de alcanzar.
Este cuento termina con pocas líneas más.
Al terminar de verlo –sus dibujos- y leerlo pensé:
Y si todo este relato pasara realmente en la realidad que facil y satisfactorio seria el vivir.
¡VALE LA REFLEXION!
Artículos Relacionados: