El concierto de los árboles, 12va. parte

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Segunda parte

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Se eligió a un pintor para hacer posible una utopía que había sido descartada numerosas veces por el desencanto de los pensadores, pero logradas ocasionalmente por la luz de la ficción y la posibilidad de la brevedad.


Un escritor anónimo tenía un sueño, reunir a todos los escritores de la Tierra en una convención universal única, en una nave espacial, como el Big Brother, Borges deseaba reunir todos los libros en una biblioteca, y yo he reunido todo lo escrito en un sueño impensable.

Sería el mayor acontecimiento cultural de toda la historia, y en sí, trascendería a la historia misma, puesto que escritores históricos también estaban invitados. La idea era estrechar lazos entre las vidas de los escritores más universales, y enviar una memoria del encuentro a la Vialactea en una minicomputadora. A este espejo infinito se le unirían grandes obras de ficción, y se colocarían dentro de la imagen de millones de tipos de árboles, y finalmente un árbol diseñado en una computadora y que reposaría en el centro del recinto como una estatua hecha por televisiones en laberintos de esponjas. A este encuentro se unirían cineastas universales quienes filmarían el evento.

Entre los visitantes estarían decenas de nombres nobeles, iluminados por la magia de su escritura, expuesta en una indeleble relación cósmica, como Octavio Paz y Gabriel García Márquez quienes venían del Sur. Todos se acercarían al atrio, cuyo centro es como el de un racimo de uvas, y de allí se deshilarían de un árbol genérico y único como un rio congelado cuyas ramas y bifurcaciones desembocan en sus propias sombras y evoluciones. Un solo ser con mil ojos. Túneles de luz que desembocan en la consciencia humana y atraviesan centros de luminarias neuronales que como esponjas abren dimensiones infinitas como los efectos mariposas. Se evaluaría un solo yo, el yo del árbol, y no el yo personificado de los escritores.

Con un aire de conmoción y extravío rodeaban a Modigliani, Pio Baroja y Arreola, que llevaban incrustados en sus cuerpos más de mil anillos de memoria circular. Llevando un programa en la mano como acordeón del futuro se abanicaban el sudor del aire acondicionado. Pocas veces antes se habían escuchado tantas y tan elevadas voces de protestas e incluso quienes planteaban y cuestionaban el mérito de otros y las posibilidades infinitas de sus mitos. Las letras no eran hormigas aplastadas en páginas blancas y los escritores no podrían convivir en hormigueros sin hacer ruido como el azúcar desparramada sobre el aceite friendo. El escritor que deseaba reunir a todos los escritores del mundo ya estaba muerto y la historia lo había calificado de lunático y pederasta, y jamás se vio publicada su obra. En los círculos concéntricos que rodeaban el monumental electrónico desde el centro de la nave se esparcía como el sonido o la luz sin cálculo absoluto algunos de sus resultados. Se declaraba que este era el año del cambio y que algo maravilloso más allá de las estadísticas iba a ocurrir. El resultado más inmediato fue la indignación de los renombrados altos estratos literarios y la indiferencia de escritores de poco fuste. Todos discutían su galardón en los escalones de lo político correcto mientras se cerraba la abrumadora pared existente entre el genio literario como los portones a una nueva dimensión en un cuento de hadas. No había nada que perderse y los gremios seguirían fustigando su veneno envenenados del alma por la fama y el narcisismo.

Tres de los autores más importantes del siglo veinte, Jorge Luis Borges, Franz Kafka y James Joyce, se sentaron entrecruzando argumentos inmorales sobre la inexistencia y el suicidio. Otros desechaban la infidelidad sexista del nuevo orden. Entre un grupo arrastraban la polémica como la lengua y como si se tratase de una botella de vino absorbida en un tratado enviado de alguna página o algún otro planeta. Otros hablaban sobre el paradigmático rompecabezas del árbol, cuya figura suprema y flagrante o era un objeto destinado a la evolución y por lo mismo al conflicto de fuerzas o una profecía superior inmutable.

Borges llevaba en la oreja múltiples interpretaciones y dogmatismo porque sus antepasados no muy lejanos habían firmado el acta de independencia de su país en Sudamérica. Cogió la taza del té de la agarradera para tres dedos y dijo en un susurro fino como el del arco de un violín que la fiesta no era perfecta sin el mate de su bisabuela, mas no fueron sino sus bisabuelos quienes le aportaron algunos secretos para sustituir las hierbas por hundidos pensamientos por los que perdió la vista poco a poco. Estaban mezclados en el la rabia, el dolor, la fe y la ausencia y lloraba en la inocencia de un ritmo juguetón tamborileando con sus dedos sobre el respaldo de los codos en el sillón futurista, por lo que se asió de la mano de un amigo presente en su memoria, Bioy Casares, más joven que él, quien no paraba de hablarle de las conversaciones entre Faustine y Morel que no anularon de repetirse semana tras semana en su mente y tenía miedo de estar volviéndose loco. Borges tomo la palanca de control y encendió la nave.

En el cuarto de máquinas de la nave ocurría lo siguiente, así lo imagino Modigliani.

—Siempre existe la posibilidad que todo se trate de una alucinación— dijo Jorge Luis.

—¿Entonces como explicas la aparición de dos soles en el cielo, che? — dijo Bioy— ¿Recuerdas al “cognomen”? —.

Rio Borges mientras tocia.

—¡Ese cognomen era un depravado! —.

—La tos indica una buena traducción literaria— se unió Inger Enkvist, a cargo de una entrevista— filmando el transcurso del despegue.

Borges recordó la septicemia, sintió un breve mareo, lo que le hizo recordar a Pierre Menard. Miro a ambos lados temeroso de que también Saavedra hubiese sido invitado a la convención del infinito.

Shakespeare extendía sus manos y las ondulaba en el aire a modo de personaje manipulando pantallas semi invisibles de aire digital y creando brechas en sus obras monolíticas mientas recitaba unos versos en un inglés perfecto que temía fuese incomprensible para las masas analfabetas de los exploradores, vino Cervantes Saavedra y Homero quienes hablaban de las obras más colosales en contraste con sus verdaderas vidas que parecían pertenecer a una novela desterrada y empolvada. Miguel vio a William y pensó que en 1616, en esa errónea coincidencia que los ataba, como la mayoría de las teorías sobre los paralelismos, los expertos y críticos a lo largo de la historia habían comparado y encontrado similitudes entre Don Quijote y Hamlet o el rey Lear, entre Sancho y Falstaff, en la novedosa mezcla de géneros que utilizaron los dos genios o, simplemente en su contemporaneidad, sin sentido. En cambio Homero no hablaba de fechas, y odiaba recordar el siglo siete y al rey Assurbanipal quien le había humillado encontrando en el palacio prohibido cuando se escondía detrás de las murallas de una colina conspirando contra los hopitas.

Círculos exclusivos de ojos giraban en torno al mosaico de pantallas en el centro del recinto mientras que otros desaparecían en capsulas electrónicas de los nuevos desarrolladores japoneses, y algunos iban a fumar, pues ni aun después de muertos lograron superar su vicio al cáncer y a las conmovedoras fundaciones para su curación.

Pero la aparición de Modigliani vestido de árbol había sido genial, y no girarían en círculos ni se estrecharían de las manos ni irrumpirían en aplausos a codiciados discursos en podios superiores a las más dulces puntas del saber. Al contrario, se dispersarían, vagarían, y se perderían en invisibles toboganes de espirales luminosas giratorias cuyos ejes eran laberintos neuronales infinitos, y al final de los laberintos se extendían puertas que los introducían en cuartos infinitos cuyos laberinto yacían sin puertas, y allí se preguntarían lo que tuviesen que preguntarse y descubrirían lo que tuviesen que descubrir trazando las líneas de lo probable, posiblemente más que líneas, elevadas y potenciales figuras geométricas. O en otras palabras, los escritores se sentarían en cuartos oscuros frente a sus escritos en pantallas luminosas que no eran sino las dimensiones inferiores de sus consciencias buscando la trascendencia y tendrían que enmendar sus vacíos comiendo unos con otros como en un comedor equidistante y ecuatorial, y sus cuerpos estarían allí adentro mientras que sus consciencias estarían volando allá afuera.

El sempiterno todo poder de los sentidos frente a la inhibición o interiorización y sublimación de las metáforas cuyas formas pululaban en los chismes y las vanidades presentadas con más atención de lo común a la cualidad universal de lo incomprensible, indesambiguable, junto al humo que llenaba el aire, preveía aquello que no pudiese ser decodificado en su diminuta inexistencia culpable. Si uno hablaba de su propio círculo temía que todo era imposible, por ello Maupassant se perdía en divagaciones simples de los sentidos como si se tratara de un simple escape en las historias largas y extendidas de Oscar Wilde, y bostezaba para no perder el hilo negro de su sí mismo y sentía que se le hacía un agujero en el oído como un reloj despertador, por lo que volteo a ver a Gustav Flaubert enviando ondas con los ojos, aun enfadado por aquel cuento del ministerio al abandonar Trouville, lo que lo había obligado a comparar a Madame Arnoux y a Elisa Shlesinger y que casi les había costado la amistad. En cambio Flaubert tiraba unas bolitas de papel enrollado en diminutas gotas oníricas sobre la nuca vacía de Emile Zola quien estaba celoso por aquel viaje a Jerusalem que desemboco en Madame Bouvary.

—Pero porque el enojo, fuimos declarados inocentes, a diferencia del pobre de Baudelaire— dijo Gustav recordando los ojos de Gautier.

—Podía haber explicado el asunto, pero en lugar pensaba en lo que sucedería si pudiera huir del mundo por lo que acabo dando sanciones a los pequeños Verlaine y Mallarme riéndose de ellos. Es espantoso.—.

—Eso no es nada— dijo Rimbaud— recordándoles la Comuna de Paris. Recuerden mejor la orgia Parisiana y olvídense de rencores y malas historias— y vio de reojo si no estaba Thiers en algún cuarto conjunto espiándolo.

Acerca de Abraham David Nissan

Abraham Nissan Contacto: [email protected] [email protected] '''Abraham Nissan''' (n. 1969, Distrito Federal, México) es un escritor, novelista, guionista de cine ganador del Premio Nacional de Literatura Sefaradí por su "Colección de cuentos de Internet" (2009). Abraham Nissan nació en Distrito Federal, México 1969. Curso sus estudios de literatura universal en la Sogem, Teoría de la Comunicación en la Universidad Nuevo Mundo y Dirección de cine en la Universidad de California en Los Ángeles. Escribió cuentos que le dieron el Premio de Literatura en el Festival de las Artes Monte Sinaí, el Premio de Literatura Cuento Sefaradí, y el Premio del Certamen Literario Cervantes. Así mismo, escribió y dirigió cortometrajes (Espejo de Azúcar,1991) que lo llevaron a ser galardonado como el mejor director de cine universitario de la Ciudad de México en el Festival Interuniversitario de cine de la Ciudad de México. Trabajó como editor y articulista de la revista cultural de universitarios "Todos Nosotros". Fungió como Presidente de la Sociedad de Alumnos de la Universidad. Estudió dirección dramática en el Núcleo de Estudios Teatrales con el director de teatro Ludwik Margolis. Estudio la Tora y la Cábala en las Instituciones Ohr Somayach y Bnei Baruj, así como en el Centro de Kabbalah del Rabino Berg. Fundo la empresa de cine "Holy City Films" que se centra en Jerusalén. Sintetizó su obra en la frase "En el Principio Dios creó el signo" basado en la semiótica de Umberto Eco y la Tora. Estudió la Cábala humanista con el Rab Michael Laitman en el canal 66 de la Cábala de Israel. 1973-1987 Estudió en una escuela hebrea judía en México. 1980-1985 Participó en los movimientos sionista Dor Hadash y Halutz en México. 1988-1992 Estudió comunicaciones, actuación teatral, escritura. 1991 Presidente de la Sociedad de Alumnos de la Universidad en México. 1992-1997 Estudió de la realización de películas y la dirección de la UCLA y NET en Los Ángeles. Trabajó como compositor de música de cine, escritor y guionista. 1992 Presidente de Comunicaciones de la FEMUJ (Federación Mexicana judía de Estudiantes Universitarios). 1988-1997 Escribió varios libros, artículos y columnas en varios periódicos y revistas. 1998 Hizo aliá a Israel. 1999 Estudió de hebreo en el Ulpán Akiva. 2000-2006 Trabajó en Jerusalem Post, Toys R Us, y algunas oficinas de Telemarketing. 2007 Miembro del consejo de administración en Kfar Hayam. 2000-2015 Produjo y escribió casi 40 libros, miles de artículos y columnas, 10 guiones de cine, 100 canciones, producidas pinturas digitales. Escritor de 7 novelas, uno de ellos el best seller "Polanco". Desde 2010 miembro de un movimiento israelí "Hamaagshim" para crear nuevas empresas. 2014- Productor de la película israelí "Anti-Virus" se proyectó en Cinemateq Tel Aviv. 2005-10 Trabajó en ups israelíes de inicio y películas: El nuevo JPost, 24 canales de televisión de música, película "El Secreto". Fue parte activa del movimiento de la cinematografía israelí. Propietario de 10 patentes de inicio. Escribió decenas de cuentos (Mi primera muerte, La calle rota, Furias y nostalgias ahogadas en un café, El director, Mi cocina esta en Jerusalem, La tela digital, El ministro Gold, Internet City, Quien es el asesino?, John Doe); Novelas (La piedra, El viejo, el mar y la mujer, El consejo de sabios de Internet, El amor de los Jasídicos, Polanco); Ensayos filosóficos (La Alef, La arqueología del lenguaje, El neandertal del lenguaje, Ser, hacer y tener, El signo); Guiones de cine (Ópera y Circo, Mashiaj, El balón es redondo, Oculto, Medusa, Crisis, 39 mujeres, El mejor pan del mundo, Camino al amor, Asesinato en la biblioteca, Amor perdido, El camino de la vida, Amor en la Oscuridad, El hombre www). Es bloggerista en Internet y trabaja como columnista en Diario Judío. Ha sido nombrado en el 2011 "Maestro del cuento" por la Comunidad Judía de México. '''Obras''' “Diario de un Viajero en Israel” (Diario escrito) 1987 "Mi primera muerte" (cuento)1988 "El juego de póker" (guión cortometraje) 1988 "La cayada de Abraham" (poesía) 1989 "Los gatos" (guión cortometraje) 1989 "El lago" (cuento) 1989 "Un pueblo llamado Esencia" (Novela poética) 1990 "Un hombre solo" (poema)1990 "La rosa roja" (guión y película cortometraje) 1990 "La calle rota" (cuento) 1991 "Furias y nostalgias ahogadas en un café" (cuento) 1992 "La sombra de una flor" (cuento)1992 "El director" (cuento)1992 "Las cuatro estaciones" (guión para la televisión)1992 “Isotopía de enredos” (guión de cine cortometraje/comedia) 1992 "El espejo de azúcar" (cuento y película cortometraje)1992 "Máscaras" (cuento)1993 "Ser, hacer y tener" (ejercicio psicológico)1993 "Diario de viajero a la India" (poesía) 1994 "Cartas de amor" (colección)1994-95 "Crisis" (guion de cine) 1994 "El camino más seguro del alma" (guión de cine) 1996 "La Alef" (ensayo filosófico)1997 "La piedra" (novela)1999 "La arqueología del lenguaje" (ensayo semiótico) 2000 "Mashiaj" (guion de cine) 2001 "Mi propia plegaria" (poesía) 2002 "Oculto" (guion de cine) 2003 "El balón es redondo" (guión de cine) 2003 "Tierra" (cuento) 2004 "Medusa" (guion de cine) 2004 "El pequeño Mesías" (guión de cine) 2004 "Mi cocina esta en Jerusalem" (cuento) 2005 "La tela digital" (cuento) 2005 "El viejo, el mar y la mujer" (novela) 2006 "El maestro y la luz" (cuento) 2006 "39 mujeres" (guion de cine) 2007 "El mejor pan del mundo" (guión de cine) 2007 "El día 28" (guion de cine) 2008 "Rushes" (guion de cine) 2009 "Camino al amor" (guión de cine) 2009 "El consejo de sabios de Internet" (novela) 2009 "Asesinato en la biblioteca" (guión de cine) 2009 "Quien es el asesino?" (cuento) 2009 "Internet City" (cuento) 2010 "John Doe" (cuento) 2011 "The Net" (cuento) 2010 "Amor perdido" (guión de cine) 2009 "El camino de la vida" (guión de cine) 2009 "The www man" (guion de cine) 2010 "Actores vs. Fantasmas" (cuento) 2011 "Brandy Coffee Cup" (cuento) 2011 "Un día en Twitter" (cuento) 2011 "The W" (guion de cine) 2011 "El amor de los Jasídicos" (novela) 2011 "Viaje en el tiempo en Wikipedia" (cuento) 2012 "Polanco" (novela) 2012 “El concierto de los árboles” (novela) 2012 "El gobierno de Internet" (novela) 2013 (...En proceso...)  

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