Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, LXII Legislatura
El Presidente diputado José González Morfín: El siguiente punto del orden del día es comentarios relativos a la admisión a la ONU del Estado Palestino.
Informo a la asamblea que se han registrado para participar en agenda política el diputado Luis Antonio González Roldán, la diputada Magdalena Núñez Monreal, la diputada Martha Beatriz Córdova Bernal, la diputada Rosa Elba Pérez Hernández, el diputado José Antonio León, el diputado Glafiro Salinas y el diputado Raymundo King de la Rosa.
En consecuencia tiene la palabra, por cinco minutos, el diputado Luis Antonio González Roldán, del Grupo Parlamentario Nueva Alianza.
El diputado Luis Antonio González Roldán: Con la venia de la Presidencia. Compañeras y compañeros legisladores, México, fiel a su larga tradición internacionalista, debe conducirse en materia internacional según los principios de autodeterminación de los pueblos; la no intervención; la solución pacífica de las controversias; la proscripción de la amenaza; el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica de los Estados; la operación internacional para el desarrollo, el respeto, protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacional, en fin, acatando el artículo 89, fracción X de nuestra Constitución General de la República.
Estos principios de la política exterior mexicana deben de ser la piedra angular para definir cualquier asunto en el escenario internacional, preservar la autodeterminación de los pueblos bajo cualquier circunstancia.
A pesar del terrible conflicto que se presenta en los territorios palestinos de Cisjordania y la Franja de Gaza, Palestina ha logrado el reconocimiento de diferentes instancias internacionales. Desde la Guerra de los Seis Días, en 1967 la ocupación del territorio palestino por parte de Israel ha sido un problema latente en la agenda internacional en la zona.
A diferencia de los conflictos comunes por las definiciones de las fronteras, el conflicto Israel-Palestina es un capítulo inconcluso de la Primera Guerra Mundial, que tras la disolución del imperio otomano y los acuerdos de la Sociedad de las Naciones han impedido el surgimiento y reconocimiento de un Estado palestino libre, independiente y soberano.
Como consecuencia de la construcción de un muro en territorio palestino en el año 2002 por parte del gobierno de Israel, y a propuesta de la Asamblea General de la ONU, la Corte Internacional de Justicia emitió una opinión sobre las consecuencias jurídicas de dicho acto. En ella, estableció que Israel había violado las normas e instrumentos internacionales al construir ese muro.
Las violaciones más graves detectadas fueron el confinamiento territorial; el traslado de civiles israelíes a territorio ocupado; la destrucción y requisa de propiedades; la obstrucción a la libertad de circulación y el deterioro socio-económico de la población palestina.
En virtud de lo anterior, consideramos que la solicitud de Palestina para ser considerado un Estado observador no miembro de la Organización de las Naciones Unidas podría contribuir al entendimiento y alcanzar acuerdos de paz en el Medio Oriente, azotado por la violencia bélica, y con ello reanudar las pláticas de paz suspendidas desde hace dos años con Israel.
Al aceptar esta propuesta, a la cual se han adherido al menos 134 miembros, Estados miembros, Palestina sería un miembro con voz pero sin voto en la Asamblea General, pero podría presentar propuestas, participar en los trabajos de la Organización y atender todas las asambleas del Consejo General.
Como parte de la comunidad internacional y miembro de las Naciones Unidas, estamos convencidos que la paz en el Medio Oriente debe basarse en el multilateralismo, el diálogo y la diplomacia. Consideramos que los beneficios que pueden resultar de aceptar a Palestina como Estado observador no miembro de la ONU son mucho mayores para la resolución pacífica de conflictos, que el rechazar dicha solicitud. Por ello, la política exterior mexicana deberá favorecer en todo momento las acciones que conlleven a la pacificación en la región.
Resulta imperioso señalar que la población civil, los jóvenes, niños y mujeres son los más afectados de un conflicto que se ha preservado a través de décadas. Una resolución como la que se presentará en próximas fechas en la Asamblea General de las Naciones Unidas debe de ser aceptada, si aporta una solución permanente y duradera a favor de los ciudadanos de ambos lados de las fronteras. Es cuanto, señor presidente. Muchas gracias.
El Presidente diputado José González Morfín: Muchas gracias, diputado. Tiene ahora el uso de la tribuna por cinco minutos, la diputada Magdalena Núñez Monreal, del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo.
La diputada Magdalena del Socorro Núñez Monreal: Con su permiso, diputado presidente. Honorable asamblea, ocupo esta tribuna para posicionar a mi Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo, con relación a la postura de México en la Organización de las Naciones Unidas, con respecto a la solicitud de Palestina para ser admitida como Estado observador en dicho organismo internacional.
Mi grupo parlamentario expresa su beneplácito por el reciente cese al fuego que se decretó en el conflicto y hace votos porque la diplomacia internacional aproveche esta nueva oportunidad para preservar la vida y la seguridad de millones de inocentes inmiscuidos involuntariamente en el conflicto.
Este jueves se votará en la ONU si conceden o no a Palestina el Estatuto de Estado observador, lo que equivale a un reconocimiento político del Estado palestino. El año pasado, Estados Unidos, aliado de Israel, ejecutó su derecho al veto.
La Asamblea General de la ONU está constituida por 193 Estados; los palestinos estiman que pueden contar con unos 115 votos, principalmente de países árabes, africanos, hispanoamericanos y asiáticos, y que esperan unos 22 votos en contra, Estados Unidos a la cabeza, así como 56 abstenciones. Palestina pretende, con la resolución, obtener el estatus de Estado observador, no miembro, en la ONU.
De acuerdo con especialistas, el reconocimiento mutuo, el establecimiento de fronteras seguras, los derechos de agua, el terrorismo palestino, el control de Jerusalén, los asentamientos israelíes, la libertad del movimiento palestino y la legalidad en materia de refugiados, son problemas que han sido tratados en infinidad de reuniones, pero sin obtener resultados positivos.
Diputadas y diputados, el Grupo Parlamentario del PT coincide con el proyecto de resolución de la ONU, en el sentido de que se pronuncia por un arreglo pacífico en Medio Oriente que ponga fin a la ocupación iniciada en 1967 y que realice la idea de dos estados. Un estado palestino independiente, soberano, democrático, contiguo y viable, que viva a lado de Israel en paz y seguridad, sobre la base de las fronteras de antes de 1967.
Lo anterior es congruente con la tradición en política exterior del Estado mexicano, versa nuestra Carta Magna, y cito: En la conducción de tal política, el titular del Poder Ejecutivo observará los siguientes principios normativos: la autodeterminación de los pueblos, la no intervención, la solución pacífica de controversias, la proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales, la igualdad jurídica de los Estados, la cooperación internacional para el desarrollo, el respeto a la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacional.
El Partido del Trabajo se pronuncia porque esta Cámara haga un llamado al representante de México ante la Organización de las Naciones Unidas a que se apegue al mandato constitucional y a que ponga al principio de la lucha por la paz y la seguridad internacionales y vote a favor de que el Estado palestino sea admitido como el Estado observador en ese organismo internacional. Un voto de abstención es un voto por la continuidad de la guerra en esa parte de nuestro mundo.
Miembros de esta honorable asamblea, en nuestro grupo parlamentario condenamos el uso excesivo, cruel e inhumano de alta tecnología militar en contra del pueblo palestino a lo largo de 40 años del conflicto.
También, en el Partido del Trabajo no coincidimos en métodos alejados de la legalidad y de la paz para alcanzar las demandas, por muy justas que éstas sean. Desde el Partido del Trabajo, en esta Cámara, convocamos a la próxima administración federal a que asuma una postura digna en el concierto mundial y le hacemos un llamado a que por medio de una política exterior de Estado coadyuve a que palestinos e israelíes logren un acuerdo que les alcance para una vecindad de paz y prosperidad.
Lo prolongado del conflicto palestino-israelí habla de la capacidad que tenemos la humanidad para hacernos entender y entender las razones de los demás. La capacidad que han demostrado es de poco alcance e influencia.
Hoy, la situación en Palestina e Israel es una derrota de la diplomacia mundial en la búsqueda de la paz constructiva, duradera, progresista y hermanada. El Partido del Trabajo se pronuncia por una pronta solución pacífica del conflicto y reitera su llamado al representante de México ante la ONU que contribuya con su voto al reconocimiento del Estado palestino y con ello, a negociaciones de alto nivel que estrechen las manos de palestinos e israelíes en el territorio en disputa. Es cuanto, ciudadano presidente.
El Presidente diputado José González Morfín: Muchas gracias, diputada. Tiene ahora la palabra, por cinco minutos, la diputada Martha Beatriz Córdova Bernal, del Grupo Parlamentario Movimiento Ciudadano.
La diputada Martha Beatriz Córdova Bernal: Con su venia, diputado presidente. Compañeras y compañeros diputados, saludo con afecto a nuestro alcalde de Movimiento Ciudadano por Acapulco, el licenciado Luis Walton, bienvenido, reciba un caluroso saludo y muy afectuoso, un abrazo.
El pueblo palestino ha sufrido un trato injusto y desproporcionado, el horizonte político y diplomático de Palestina se ha visto opacado en numerosas ocasiones por Israel. Desde 1947, cuando la recién creada Organización de las Naciones Unidas nombra el Comité Especial para Palestina, compuesto por 11 países de mayoría occidental, para intentar resolver el conflicto, se dictamina a cargo de la asamblea general la aprobación de la Resolución 181.
Esta Resolución estableció la fragmentación y las nuevas fronteras para la convivencia entre un Estado árabe y uno judío dentro de un territorio que históricamente ha sido disputado por cuestiones religiosas. La llamada Tierra Santa es sagrada, tanto para cristianos como para judíos y musulmanes. Es un territorio de encrucijada religiosa.
En 1948 Israel se convirtió en nuevo Estado-nación con el apoyo de los aliados, convirtiéndose en el país satélite por excelencia. A inconformidad y la manera injusta ante los ojos árabes, se desata la primera guerra árabe-israelí por parte de los países miembros de la Liga Árabe, quienes se hicieron presentes con la invasión del recién creado Estado de Israel.
A partir de entonces se ha manifestado un sentimiento de rechazo por parte de la comunidad internacional y una indiferencia del mundo ante el conflicto. Si bien el pueblo palestino está fragmentado a lo largo y ancho del territorio, no significa que a su falta de reconocimiento internacional carezca de una identidad nacional.
La dura situación y la sangre vertida por el pueblo a lo largo de tantos años de conflicto armado les ha ganado simpatizantes fuera del mundo árabe. En septiembre de 2011 Mahmud Abbas, Presidente de Palestina, presentó una iniciativa ante la asamblea general, donde finalmente pudiera votarse la adhesión de Palestina como Estado miembro de la Organización de las Naciones Unidas; acto condenado y criticado arduamente por parte de Israel, al abogar que el sólo reconocimiento por parte de la organización intergubernamental provocaría la violación de los acuerdos de paz y laceraría las negociaciones alcanzadas hasta entonces.
En octubre del año pasado la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, proclamó a Palestina como Estado miembro de pleno de derecho. Esta comisión contó con un respaldo de 107 países a favor, 14 en contra y 52 abstenciones. Frente a ese reconocimiento cabe recalcar la amenaza por parte de Estados Unidos para abandonar la organización.
De ser aprobada esa última iniciativa, Palestina pudiera asumir nuevos roles en las diversas instituciones que son dependientes de las Naciones Unidas. Los palestinos suponen que cuentan con un apoyo amplio para que su propuesta salga adelante.
Israel se opone abierta y frontalmente, una vez más, a esta iniciativa, quienes lo consideran un paso unilateral y que el Estado palestino sólo puede ser digno de reconocimiento tras un proceso de negociación.
Es cuestión de simple supervivencia, pero no podemos ignorar la historia ni los principios del derecho internacional y, sobre todo, los fundamentos por los que la Organización de las Naciones Unidas existe: cooperación, paz y seguridad internacional.
Debemos quitar los muros allá y, sobre todo, en la frontera de México con Estados Unidos. Frontera, refugiados y medidas de paz se encuentran en juego sobre la mesa. Más que un vacío de poder, podría peligrar una vez más la estabilidad de la región.
Por todo lo anterior, en Movimiento Ciudadano creemos que México debe asumir un papel más proactivo dentro de las relaciones internacionales y conjugar los ingresos nacionales con responsabilidad global.
Respaldamos el reconocimiento de Palestina ante la Organización de las Naciones Unidas, y expresamos nuestro apoyo para la continua construcción de negociaciones de paz para el único beneficio de ambos pueblos. Muchísimas gracias.
El Presidente diputado Francisco Agustín Arroyo Vieyra: Gracias a usted. Doña Rosa Elba Pérez Hernández, del Partido Verde Ecologista de México, tiene usted el uso de la voz; de León, Guanajuato, para más señas.
La diputada Rosa Elba Pérez Hernández: Compañeras diputadas y compañeros diputados, quiero compartir con ustedes la relevancia de definirnos en este tema, la transparencia que tememos tener en controversias de tanto impacto mundial.
¿Por qué? Porque es lo que nos permite llegar en las mejores condiciones a negociar Tratados de Libre Comercio, de transparencia de tecnología, de intercambio académico, en general de ser bienvenido en las actividades internacionales, a diferencia –si recuerdan– de hace un par de sexenios cuando se quiso adelantar los tiempos en nuestra relación con Cuba y la actividad no encontró eco entre la ciudadanía. Ésa es la importancia de definirnos en este tema.
Israel y Palestina, ya nunca más. Dos pueblos, ambos con derechos y obligaciones. Dos liderazgos históricos, Golda Meir y Yasser Arafat. Dos grandes culturas pero con dos grandes retos: vivir y convivir. Palestina, el hogar histórico de ambos. Israel, un sueño y derecho logrado después de la Segunda Guerra Mundial. Palestina, una realidad que no se puede obviar.
Amos pueblos tienen derecho a vivir y a convivir, dentro de ambos hay quienes niegan sin embargo el derecho de existir del otro pueblo hermano. Y, sí, pueblos hermanos, aunque muchos en el mundo creen que son diferentes, opuestos, y hasta enemigos. Las raíces históricas de ambos están dentro de esos 22 mil kilómetros cuadrados.
México es un país de paz, hemos seguido la noble enseñanza de Benito Juárez: El respeto al derecho ajeno es la paz. Pero ambos pueblos, Israel y Palestina, los israelís, los judíos y Palestina, tienen derecho a existir, Palestina a ser reconocido. ¿Por qué? Porque cuando se reconocen ambos derechos nace la paz.
Han estado cerca de lograrlo a lo largo de 50 años, como cuando en 1994 se aceptó la denominación Autoridad Nacional Palestina. Pero la naturaleza humana, la debilidad humana, los grupos extremistas de ambos pueblos, las creencias fundamentalistas de grupos dentro de ambos pueblos han ganado a la cordura.
¿Y la comunidad internacional, qué? México no puede hacerse a un lado ante el reclamo de ambos pueblos, hay comunidades enteras tanto de origen judío como árabe residiendo en nuestro país, y aportan inmensamente a nuestra vida.
Quisiéramos optar por la prudencia, pero el compromiso con la paz mundial a través del sistema de Naciones Unidas nos obliga a tomar una posición como país. Queremos ayudar en la paz en esta región tan lastimada donde israelíes y palestinos conviven en las mismas calles, caminan en los mismos mercados, pero siempre en el límite de la dolorosa resignación de vivir en permanente alerta y aún así vivir. Es su tierra y ninguno de los dos se irá, es la tierra de ambos.
La prudencia, sin embargo, nos da luz en esta situación. Ambos pueblos tienen derecho a existir y convivir. Se debe regresar a las fronteras previas a la Guerra de los Seis Días en 1967, sus liderazgos históricos han buscado la coexistencia, el Estado de Israel ciertamente recurrió a ampliar su frontera respondiendo a acciones palestinas; es cierto, pero la comunidad internacional tardó años en ayudar a cicatrizar las heridas, solo Jimmy Carter, Bill Clinton lograron avances.
Nuestra posición, insisto, ambos pueblos tienen derecho a vivir y a convivir. Israel tiene derecho a que su existencia sea reconocida por los países árabes y respetada, y Palestina tiene derecho a ser reconocido también por el sistema de naciones. Es necesario que este jueves el sistema de Naciones Unidas tenga la capacidad y valentía de decir ya nunca más ignoraremos el derecho de uno y otro a vivir y dejar vivir en paz. Será hasta que este noble sentimiento sea cierto en el corazón y claro en la mente de ambas partes, incluso para los grupos radicales que se podrá conciliar a negociar los términos y coordenadas geográficas de sus fronteras, donde ambas partes ganen sin sentirse alienados, rebajados o amenazados.
Solo así podremos los países del mundo ayudarles a negociar fronteras. Nuestro apoyo, nuestra posición será ése; escucharlos y apoyar los puntos de consenso a los que ellos lleguen. Abrimos de hecho nuestro país como grupo parlamentario del Partido Verde Ecologista, incluso extendemos la invitación a ser anfitriones, si así lo desearan ellos de ser anfitriones de sus pláticas.
Ése es el único posicionamiento al que los mexicanos podemos llegar, determinar las coordenadas geográficas de sus estados, de sus países, de sus grupos, corresponden a ambos. Arriba, abajo, a la izquierda, a la derecha, solo se determinan por la intención y la garantía de paz. Es todo, señor presidente, paisano.
El Presidente diputado Francisco Agustín Arroyo Vieyra: Muchas gracias, doña Rosa Elba.
Esta Presidencia saluda con un enorme afecto a los alumnos de la Universidad Bicentenario, del municipio de Acambay, estado de México, invitados por don Miguel Sámano Peralta. Sean ustedes bienvenidos. Don José Antonio León Mendivil, tiene usted el uso de la voz.
El diputado José Antonio León Mendívil: Con su permiso, señor presidente. Compañeras y compañeros diputados, el 29 de noviembre de 1947, la Asamblea General de la ONU adoptó en su resolución 181 el Plan de Partición de Palestina, mediante el cual se acordó crear dos estados: el estado de Israel que ocuparía el 56 por ciento del territorio, y el estado Palestino el cual se quedaría en el 42 por ciento del territorio y el 1 por ciento restante correspondería a la ciudad de Jerusalén, la cual gozaría un estatuto especial administrado por las mismas Naciones Unidas.
El 15 de mayo de 1948 nació el Estado de Israel, pero hasta esa fecha, 63 años después de la partición, el Estado de Palestina aún no se ha podido crear debido a la ocupación militar israelí de todo su territorio.
Palestina resulta ser el tema más antiguo en la agenda de las Naciones Unidas que no ha sido resuelto y por lo cual ha emitido miles de resoluciones que condenan al Estado israelí por ocupar militarmente ese territorio y por expropiar tierra, establecer más de 180colonias militares en los territorios palestinos ocupados.
Ningún Estado del mundo ha aprobado la expropiación de los territorios palestinos para la creación de los asentamientos israelíes, ya que a la luz del derecho internacional las expropiaciones de territorios por parte de una potencia militar ocupante son totalmente ilegales.
Después de 63 años de espera y de sortear largas maniobras israelíes para evitar la creación de su Estado, la autoridad nacional palestina ha tomado la histórica decisión de solicitar a la asamblea general su ingreso a las Naciones Unidas como Estado observador no miembro; similar al Estatuto que goza El Vaticano en el seno de esa organización multilateral.
Con ello los palestinos pretenden lograr que se les reconozca como Estado libre, independiente y soberano con las fronteras delimitadas por los territorios palestinos anteriores a la ocupación israelí de 1967 aunque sólo sea como un Estado observador, lo cual les permitirá ingresar a los distintos órganos y agencias que conforman el sistema de las Naciones Unidas, así como adherirse a todos los tratados y convenciones internacionales que les permita defender y proteger sus inalienables derechos nacionales.
En días pasados el Estado de Israel, mediante una operación militar aérea y selectiva asesinó a Ahmed Yabari, jefe militar palestino de la Organización de Hamás, lo cual desató inmediatamente acciones de respuesta palestinas acelerando la confrontación israelí-Palestina, lo cual fue escalando en magnitud.
Diversos analistas sostienen que la acción militar israelí sólo constituye una burda maniobra de Tel Aviv para distraer la atención de la histórica petición que presentara la autoridad nacional palestina ante la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Sin embargo, y de la intermediación del gobierno egipcio de las Naciones Unidas y de Estados Unidos, se logró establecer un cese al fuego que esperamos continúe para contribuir a una paz en la región.
Quiero señalar que todos los países de América Latina ya han reconocido plenamente al Estado Palestino libre, independiente y soberano con las fronteras delimitadas por los territorios palestinos anteriores a la ocupación israelí de 1967 y sólo tres países de América Latina no lo han hecho. Nos referimos a Costa Rica, Colombia y México.
Resulta verdaderamente lamentable que nuestro país hasta el momento se haya negado a reconocer, como toda Latinoamérica, al Estado palestino, a pesar de que durante estos 63 años ha suscrito casi todas las resoluciones que reconocen los inalienables derechos nacionales palestinos y que el artículo 89, fracción X de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos claramente establece, como uno de los principios rectores de nuestra política exterior, la autodeterminación de los pueblos.
Reconocer como Estado libre, independiente y soberano, al Estado palestino, con las fronteras delimitadas por los territorios palestinos anteriores a la ocupación israelí de 1967, constituye un acto totalmente congruente con nuestra política exterior.
Lograr que nuestra representación permanente vote a favor del ingreso del Estado palestino como miembro observador de las Naciones Unidas sin duda contribuirá a lograr un acto pleno de justicia internacional a favor del hermano pueblo palestino.
Quiero recordar también que el 29 de noviembre de cada año, a partir de la Resolución 181 de las Naciones Unidas, se determinó que cada 29 de noviembre se establecería una conmemoración de solidaridad con el pueblo palestino, con su lucha y a favor de todas sus peticiones.
Yo espero que la decisión del gobierno mexicano sea votar a favor para que, en esta próxima asamblea de las Naciones Unidas pueda ser considerado como Estado observador, no miembro el Estado palestino. Muchas gracias, señor Presidente, gracias, compañeros diputados.
El Presidente diputado Francisco Agustín Arroyo Vieyra: Gracias, don José Antonio León Mendívil. Lo escuchamos con una enorme atención.
Esta Presidencia saluda a los señores presidentes municipales del distrito III, Jalisco, invitados por la diputada Cecilia González. Sean ustedes muy bienvenidos y les deseamos, como a todos, que tengan éxito en sus gestiones. Tiene el uso de la voz don Glafiro Salinas Mendiola, del PAN.
El diputado Glafiro Salinas Mendiola: Con su venia, señor Presidente. Compañeros y compañeras legisladoras: la paz internacional es la convivencia en libertad, en la justicia, en la verdad y en la cooperación para bien de todas las naciones.
En Acción Nacional no estamos en contra de la existencia del Estado palestino libre, independiente y soberano. Estamos a favor de que palestinos e israelíes vean el día que puedan convivir dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas, de conformidad con las resoluciones de las Naciones Unidas. Tal lo expresó la canciller Patricia Espinosa Cantellano el día 25 de julio de 2011, ante la representante de la autoridad palestina en México, embajadora Randa Al Nabulsi.
En México hemos apoyado y apoyaremos todos aquellos esfuerzos internacionales que estén enfocados a encontrar una solución integral en el conflicto palestino israelí, que favorezca a ambas partes y que esté cimentada en los principios del derecho internacional y del derecho internacional humanitario.
En este tenor consideramos de fundamental importancia que se reanuden las conversaciones de paz entre Palestina e Israel para que posteriormente puedan tener mejores condiciones para alcanzar ese futuro deseado por tantos millones de personas en el mundo, el día que sea ese sueño hecho realidad, la paz entre la nación Palestina y la nación de Israel.
Consideramos que México debe mantener su posición de evaluar los elementos presentados por ambas naciones y privilegiar la paz por encima de todas las posturas por legítimas o viables que puedan parecer, ya que le corresponde a ambos estados recuperar las negociaciones para la paz y alcanzar acuerdos mutuos que les beneficien a los dos países.
No podemos promover ninguna acción que viole nuestros principios de política exterior referentes a la igualdad jurídica de los estados, la libre autodeterminación de los pueblos, la solución pacífica de la controversias y la búsqueda de la paz y, sobre todo, la seguridad internacional, así como tampoco debemos de favorecer ninguna postura que pueda poner en riesgo cualquier medida que pueda entorpecer cualquier establecimiento de paz en la región, afectando indirectamente a millones de personas que viven en las zonas de conflicto.
Es por ello que México debe de observar la evolución de los acontecimientos en el Medio Oriente previo a una posible votación sobre la admisión del Estado palestino como miembro de la Organización de las Naciones Unidas.
Cabe recordar que uno de los temas prioritarios para México en el LXVII Periodo de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, fue el referente al conflicto de Israel-Palestino en donde México consideró que israelíes y palestinos deben de adoptar medidas concretas para reanudar las conversaciones y alcanzar una paz duradera que resuelva los puntos de conflicto.
Compañeros y compañeras legisladores, para Acción Nacional la política exterior de México debe servir a la causa de la democracia auténtica y de la paz verdadera, rechazar cualquier falso pacifismo y ayudar a la organización y fortalecimiento de las instituciones que hagan posible la paz y la justicia internacional.
Así, nuestro país debe de permanecer atento a las iniciativas que para este fin se presenten por parte de las autoridades palestinas y apegarse a los principios de política exterior, buscando siempre contribuir a la lucha por la paz y la seguridad internacional. En Acción Nacional estamos a favor de que Palestina sea un Estado soberano, independiente y libre y sobre todo que viva dentro de sus fronteras seguras, conviviendo en la paz con Israel. Es cuanto, señor presidente.
El Presidente diputado Francisco Agustín Arroyo Vieyra: Muchas gracias, don Glafiro. Raymundo King, de Quintana Roo, del PRI, tiene usted el uso de la voz.
El diputado Raymundo King de la Rosa: Gracias. Muy buenas tardes. Con su venia, señor presidente.
Los acontecimientos recientes en la Franja de Gaza que causaron un gran sufrimiento a la población inocente, sobre todo mujeres y niños, nos hacen sentir y unir la voz para saludar el armisticio que condujo el cese al fuego en esa región, y también a hacer votos porque ése sea el camino a seguir para conseguir una paz permanente y seguridad que merecen los pueblos de Israel y Palestina por igual.
En el Grupo Parlamentario del PRI estamos convencidos que se puede conseguir mucho, si como país seguimos los principios que han guiado históricamente nuestra política exterior y que requieren ser retomados cuanto antes: solución pacífica de los conflictos, no intervención; proscripción de la amenaza o el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad jurídica en los Estados; la cooperación internacional y sobre todo el respeto y la protección y promoción de los derechos humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacional.
Deseamos que los israelíes y los palestinos logren alcanzar una paz duradera en la región, que garantice la existencia de dos Estados que convivan con seguridad, en paz y con fronteras seguras y reconocidas internacionalmente. Que haya seguridad para el Estado de Israel, pero también lleve el restablecimiento del Estado palestino soberano, que sea viable política y económicamente.
Lo urgente es conseguir que no se repitan los sucesos de violencia que causan un sufrimiento terrible en la población civil. Es necesario que pueda llegar a esas personas que sufren, ayuda humanitaria.
A lo largo de los años el Estado mexicano ha sido consistente junto con decenas de miembros de la comunidad internacional, en su deseo de lograr la paz en la región. Esperamos que México contribuya a todas aquellas iniciativas que traigan aparejada la solución del conflicto entre Israel y Palestina y que permita a la población de esa región acceder a los beneficios del desarrollo para esta misma región.
Durante las últimas semanas vimos con profunda preocupación y dolor, el desarrollo de la operación Pilar Defensivo en la Franja de Gaza, una escalada bélica que ocasionó no sólo daños materiales cuantiosos, sino centenares de víctimas civiles a las dos partes en conflicto.
Refrendamos nuestro deseo de que en lo futuro el apego al derecho internacional, como norma de las relaciones internacionales, y el deber de los Estados a apegarse a él, así como el respeto a las resoluciones de las Naciones Unidas sean los criterios orientadores para cualquier proceso de negociación que se lleve a cabo en la región. Muchas gracias, presidente.
El Presidente diputado Francisco Agustín Arroyo Vieyra: Muchas gracias, Raymundo.
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