Es este el momento en el cual el estado de Israel define que el valor de la santidad de la vida es fundamental. Es el momento en el cual los jueces deciden mandar a Azaria a la cárcel, por romper el principio de la santidad de la vida.
Este es el momento en el cual todos sabemos que Israel mantiene valores básicos en el cual nadie puede matar a nadie, si el otro está abatido y si además ya no puede defenderse. Una sociedad no puede soportar una realidad en la cual cada individuo decide tomar la vida de otro individuo, cuando la propia vida ya no está en peligro.
Sería el fin del estado Judío si la decisión fuera diferente. Sería el fin de la vida moral Israelí y también sería el fin del sueño de un estado judío que mantiene un código moral, en el cual la vida es lo más sagrado de todo.
Para la sociedad Israelí es un momento de un profundo pensamiento. Entre los que justifican todo lo que hacen los soldados aunque sea en contra de los valores humanos básicos, y entre los que queremos cuidar los valores para cuidar una sociedad Israelí moral.
Si alguien de nosotros hace algo en contra los valores morales básicos tenemos que decir en voz alta y sin miedo: eso está mal! No dejaremos que se destruya nuestra sociedad, y cuidaremos nuestros valores.
En estos momentos que hay dos voces en Israel: los que piden salir en contra de los jueces, en contra de todo lo que mantiene este estado como un estado de valores morales. Y las voces que pensamos que hemos de ser fuertes y que seguimos creyendo que a la larga entenderán, que todo lo que queremos es que nuestros hijos hereden un estado que sea ejemplo para todo el mundo.
La santidad de la vida es el valor número uno, y también seguirá siéndolo, aunque parezca que es una idea incómoda. Si deja de serlo, ya podemos decir adiós al estado Judío.
Cuando los fundadores de Israel, crearon un estado democrático y Judío, tuvieron la visión, que lo debemos conformar cada cierto tiempo. Con el desarrollo de odio al Otro, que estamos viendo que se hace popular en diferentes lugares del mundo, hemos de mantenernos firmes, seguir educando en la idea que todos hemos sido creados a imagen de Dios.
Para nosotros lo hacemos, para nuestros hijos lo cuidamos, para nuestros nietos lo escribimos y para la eternidad del estado de Israel, lo lucharemos. La santidad de la vida. Eso es lo que nos mantuvo, nos mantiene y nos mantendrá.
De esta discrepancia la sociedad israelí, saldrá fortalecida.
Artículos Relacionados: