El tema del dinero en muchas familias es algo secreto de lo cual no se habla. Con el alargamiento del tiempo de vida nos encontramos con adultos mayores seniles que tienen que ser atendidos por los hijos y la cuestión de su sobrevivencia económica pasa a ser responsabilidad e incumbencia de los hijos. Muchas veces es el dinero de ellos el que tiene que ser manejado por algún hijo y este se convierte en blanco para los otros.
Todos sabemos de la importancia del dinero en el mundo actual y de la importancia que cobra en la vida de las familias. Los mayores pleitos se llegan a dar por las herencias no repartidas, por los dineros que se manejan cuando los adultos mayores ya no lo hacen y otorgan esta responsabilidad a uno de los hijos que ellos eligen.
El dinero tiene un olor tan especial que atrae a grandes y chicos y hemos encontrado a personas que sienten tener derechos sobre los bienes de los padres.
Cuando en una familia, uno de ellos es el que tiene esta responsabilidad, aparte de tener una carga fuerte, tiene la envidia de los otros hijos que suponen que el dinero está siendo mal administrado por aquel que el padre eligió.
Margarita ha sido la depositaria del dinero del padre cuando este se dio cuenta que le costaba ese manejo. ¿Porque la eligió? Porqué sabía de su honradez y que no usaría este dinero más que en beneficio de él y de su esposa.
El padre falleció, pero la madre aún vive y tiene muchos gastos, pero Ramón, el hermano está encima de ese dinero y quiere tenerlo para él manejarlo. La diferencia estriba en que Margarita está al pendiente de las necesidades de su madre, y Ramón no lo haría de la misma manera, ya que es un hombre que se endeuda con facilidad y siempre anda pensando en hacer grandes negocios que luego fracasan.
Sin embargo, nadie de los otros hermanos defiende a Margarita, y ella tiene que lidiar con la presión y las amenazas de Ramón que dice la va a acusar de maltrato a la madre.
Margarita está aterrorizada, ya que la madre no siempre está en sus cabales. Esta ha llegado a sentirse agredida ante situaciones en que su hija solamente quiere y busca que se encuentre mejor; no siempre lo que la hija decide en lo referente a su salud y bienestar es del gusto de la madre.
Sabemos de aquellos adultos mayores que se hacen seniles y situaciones que antes eran fáciles para ellos, las convierten en conflictos y problemas en donde se sienten agredidos y se lamentan de no tener la libertad de hacer lo que quieren.
Nos podemos sentir ofendidos o lastimados por cosas o situaciones insignificantes y convertirlas en actos violentos cometidas en nuestra contra. Argumento que Ramón está utilizando para acusar a su hermana y tener el poder que le daría el manejo de este dinero.
Este dinero, que los adultos mayores ya no quieren o pueden manejar es un nuevo motivo para enemistar a los hermanos, ya que unos se convierten en administradores y otros en rapiña de los bienes que no han quedado debidamente repartidos.
Los que son administradores tienen la responsabilidad de hacer durar ese dinero para que su padre o madre, se encuentre lo mejor posible: sin embargo, los otros hijos sienten envidia y no comprenden que ese dinero es del padre o madre mientras viva y que ellos no tienen derecho de decir que se hace con su dinero. En ocasiones, ni siquiera se toman la molestia de observar en que se gasta ese dinero.
Por otro lado, hemos encontrado que algunos hijos o hijas, se sienten dueños de los bienes de sus padres y no se les ocurre pensar que pueden o no pueden ser los herederos de los bienes; que no les corresponden solamente por el hecho de ser hijos.
Es de aconsejar a los padres, adultos mayores, que mientras están en el ejercicio de sus facultades mentales asuman la obligación y responsabilidad para decidir quién y como va a encargarse de esta labor y hacérselos saber a los demás para que esto quede lo más claro posible. Si es necesario, redactar un documento que legalice este acto como una forma de auto-protección.
La vida no la tenemos comprada y hemos visto que la forma de envejecer no es igual para todo mundo así que es importante aprender a cuidarse y ser un poco previsores. Cuesta mucho trabajo pensar en lo imprevisible y dejamos cosas importantes “para después” y “para mañana, sin saber si ese mañana nos va a tocar y en que condiciones.
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