Ardo en celo por Yahveh,el Señor de los ejércitos.
I. REYES ,19,14
A la Doctora María José Ruíz, con cálido agradecimiento. Y a su hijo Gabriel, un porvenir luminoso.
A mi vecina Carmen Asenjo Alcántara y Carmen Ganga Vidal, a quienes deseamos ahora y siempre la paz y la felicidad.
1 – ¿Le parece contradictorio que un pueblo tan definido como el judío se haya constituido sobre unos caminos hechos al andar?
No. Precisamente por ser un pueblo muy definido ha podido mantener su identidad en las situaciones más extremas y adversas. La conciencia clara de pertenecer a esa comunidad le ha conferido una cohesión y fuerza extraordinarias. Es la única Cultura que sigue viva transcurridos cuatro milenios. Las demás civilizaciones no existen más que en los museos.
2 – —Teniendo en cuenta que no hay pueblo como el judío que se haya constituido sobre las Escrituras como ley y mandato divino, ¿serían los profetas los primeros constructores de la historia –tal como la entendemos–no solo empujada desde atrás, sino reclamada desde delante, desde el futuro?
Si entendemos la Historia como el testimonio escrito de los sucesos acaecidos, las Escrituras reflejan la Historia más antigua con su prolongación en la actualidad y conservando básicamente todos sus principios identitarios.
3 -—Parece que el pueblo judío, más que la reivindicación de un espacio, ha estado buscando el tiempo, su tiempo, su historia, ¿es también ese su parecer?
Su Tiempo y su Historia no necesita reivindicarlos puesto que forman parte de su identidad como pueblo y lo caracteriza. Su espacio sí, ya que considera que la Tierra Prometida le fue entregada por Dios y se ha sentido privada de ella durante dos mil años, sin perder nunca la esperanza de recuperarla: “El año próximo en Jerusalén.”
4- —¿No cree que la historia, en el caso de los judíos, más que una historia basada en el progreso es una historia sagrada, es una historia ucrónica de la divinidad en los hombres, de la palabra de Dios hecha escritura, una y otra vez?
No creo que la historia del pueblo judío sea una ucronía, puesto que los acontecimientos que narra si sucedieron, aunque los no judíos le demos una interpretación distinta desde el punto de vista religioso. Los sucesos relatados en las Escrituras se corresponden con lo narrado en otras fuentes. La narración se circunscribe a una pequeña área del mundo, pero tiene concomitancia con lo que describen otros pueblos, p. e. el diluvio universal.
5 -—¿Cómo se combina según usted la depurada individualidad judía con el sentimiento de colectividad de este pueblo?
Se trata de dos planos o dimensiones distintas. El sentimiento de pertenencia al pueblo judío (colectividad) sirve de anclaje al individuo en una realidad que le confiere seguridad y le permite la realización como persona sobre unas bases sólidas de identidad, responsabilidad y metas en su vida.
6 -—Hay una ambivalencia contradictoria entre las gentes respecto al judío. Por una parte es un pueblo respetado y temido, por otra parte hay una actitud de rechazo hacia él, que se manifiesta en expresiones populares y despectivas, por ejemplo «perro judío», «hacer una judiada», «ser un fariseo», etcétera. ¿Qué opina de ello?
Es una cuestión extremadamente compleja y tener una respuesta cierta sería desentrañar los motivos del antisemitismo. En mi opinión, el rechazo puede deberse a ver desde fuera su cohesión y considerarlo un círculo muy cerrado y en cierto modo incomprensible (ritos distintos, una lengua extraña a la que se confieren “poderes” taumatúrgicos, etc). Lo desconocido produce desconfianza y si a eso se une la laboriosidad y el ingenio nacido de la necesidad (las continuas persecuciones han seleccionado a los más aptos para la supervivencia) que caracteriza a los judíos, ante su prosperidad nacen envidias que alimentan todo tipo de bulos denigratorios contra los “distintos” que triunfan en la sociedad.
7 -Existe una penetración de lo judío en lo sagrado –incluso en el pensamiento de sus prohombres más modernos y racionalistas– como temor de Dios, como acatamiento del mandato divino, como escritura sagrada. Es curiosa, ¿no cree? Esa mezcla entre racionalismo científico y acatamiento de la divinidad.
Es que la base religiosa es el fundamento de su identidad judía. En una ocasión le hice esta misma pregunta a un amigo judío y me dijo “¿Qué otra cosa nos puede mantener en nuestra identidad judía si no es el sustrato religioso, aunque no seas practicante? Somos de todas las razas, países y lenguas. Nuestro nexo de unión es lo sagrado.”
Anno Templi DCCCXCVI.
Agosto del año 2014. Abadia de Cuelgamuros.
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