Las perspectivas del áspero y difícil desenvolvimiento de los choques militares entre Israel y Gaza obligan a especular sobre los futuros del Hamás como organización terrorista.
Desde sus orígenes en 1987- al tomar parte activa en la intifada contra Israel- esta organización adoptó tácticas que cultivan el suicidio como forma de resistencia y agresión y una estrategia encaminada a destruir tanto a Israel como a corrientes árabes relativamente moderadas representadas por el Fataj, hoy dominante en Ramallah.
Cuando en 2006 tomó posesión de Gaza, Hamás multiplicó simultáneamente la violencia contra Israel y las presiones contra Ramallah.
En estas ásperas acciones contó con la ayuda financiera de Qatar y la militar-tecnológica de Irán.
Ciertamente, las divergencias doctrinas en torno al Islam representadas por la Sunna y la Shia no entorpecieron estos entendimientos. Y ambas fuentes le facilitaron consolidar el poder en Gaza y emprender acciones bélicas contra Israel.
El desenvolvimiento de la confrontación en los últimos días conduce a anticipar el acentuado debilitamiento del Hamás y la desaparición de los líderes que lo habían encabezado. En las respuestas a la ofensiva que abrumó a Israel en los últimos diez días, Jerusalem acertó en distinguir entre los militantes de esta organización y el resto de los pobladores de Gaza.
En estas circunstancias, Hamás parece vivir hoy sus últimas horas.
Sin embargo, las tensiones en nuestra parte del mundo continuarán. Particularmente en dos frentes: Ramallah y Teherán.
El primero exigirá contactos y negociaciones- directos o mediante terceros – a fin de concertar una convivencia razonable. Y el otro, el perfeccionamiento de recursos tecnológicos amén del inteligente arbitraje de Washington y Moscú.
En cualquier caso, una nueva era se abre en estos días en el Medio Oriente.
Todo principado del ejercito de hamas, declaramos en el nombre de jesus que se que rante y pedimos al padre jehova de los ejercitos que envie fuego del cielo y destruya toda obra de satanas. Gracias Sr.