Elon Musk ya no es el Primer Amigo.
El romance épico entre Musk y el presidente Donald Trump, entre el hombre más rico del planeta y el más poderoso, llegó a su fin, no con una explosión, sino con un tuit: Apenas días después de que Trump le otorgara a Musk una llave de oro en su despedida en el Despacho Oval tras su cargo como director de DOGE y asesor de la Casa Blanca, Musk se desató contra el Gran y Hermoso Proyecto de Ley del presidente: “Lo siento, pero ya no lo soporto”, escribió en su plataforma de redes sociales, X. “Este enorme, escandaloso y desmesurado proyecto de ley de gastos del Congreso es una abominación repugnante. Debería darles vergüenza a quienes votaron a favor: saben que hicieron mal. Lo saben”.
El jueves, Musk intensificó sus ataques, dirigiéndolos al presidente, afirmando que Trump habría perdido las elecciones sin él. “¡Qué ingratitud!”, dijo Musk. El presidente Trump replicó que estaba “muy decepcionado con Elon”.
Fue un cambio radical respecto a la intimidad de hace apenas unos días, sobre todo respecto a las joviales entrevistas conjuntas de febrero. Muchos interpretaron la indignación del tuit de Musk como una auténtica desilusión por la dificultad de la tarea que DOGE se había asignado y la dificultad de recortar el gasto. «Elon Musk deja el trabajo de hacer más eficiente el gobierno para encargarse de la tarea mucho más sencilla de enviar humanos a Marte», resumieron los satíricos de TheBabylon Bee.
Sin duda, reducir el despilfarro y el fraude es un objetivo noble. Pero los esfuerzos de Musk entraron en conflicto regularmente con los secretarios del gabinete de Trump, lo que resultó en discusiones a gritos por los despidos, mientras que el despilfarro, el fraude y el abuso que prometió descubrir nunca se materializaron en la medida prometida. “¡Eres un fraude!”, le gritó el secretario del Tesoro, Scott Bessent, a Musk en un momento dado, según Marc Caputo de Axios. “Prometiste 2 billones de dólares en recortes. Luego fueron 1 billón. Luego 500 mil millones. Ahora son 150 millones. Eres un fraude”.
La “decepción” de Musk con el Gran Proyecto de Ley y el entusiasmo del Partido Republicano por DOGE resulta ser una distracción de la verdadera historia, que trata de una serie de conflictos de intereses que llegan al corazón del delicado matrimonio entre los hermanos tecnológicos y el MAGA. De hecho, que Musk abandone la Casa Blanca en medio de una guerra de insultos no debería sorprender, ya que la agenda de Musk, desde el inicio de DOGE, ha estado en conflicto con la plataforma MAGA. En materia de inmigración, política exterior y política económica, los intereses de Musk, que tenemos razones para creer que persiguió entre bastidores, siempre estuvieron en conflicto con lo que el presidente Trump consideraba los intereses de Estados Unidos.
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