¿El Futuro Presidente de Chile?

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Daniel Jadue es uno de los aspirantes, con más que pocas posibilidades a la presidencia en las elecciones de noviembre de 2021 en Chile. También se encuentra entre los “diez peores incidentes antisemitas de 2020” según la organización judía de derechos humanos el Centro Simon Wiesenthal, con sede en Los Ángeles, California.

Ampliamente considerado como brillante, el sobresaliente e innovador administrador municipal de uno de los treinta y siete municipios que conforman el Gran Santiago (la capital de Chile y una de las ciudades más grandes de América). Es también es criticado como un “sabelotodo,” sarcástico en sus discusiones, nunca fallando de recordar el fracaso político de los demás.

Acusa a los judíos de su país de doble lealtad y de intentar controlar los medios. Según lo citado por el Centro Wiesenthal, el alcalde dijo: “Es un insulto que el Estado de Israel a través de sus agentes aquí en Chile quiera importar la contienda” … “tienen que aprender y definir si son ciudadanos chilenos”.


Sin pruebas, acusa absurdamente que los estudiantes de la escuela judía (Instituto Hebreo) reciben entrenamiento militar en Israel.

Cuando el director de Espacio Público dijo que su antisemitismo hace eco del clásico panfleto antisemita “Los Protocolos de Sabios de Sion,” su respuesta fue: “usted lleva muchos años defendiendo el terrorismo sionista y eso es francamente inhumano.” (¿?)

El señor Jadue, cuyos abuelos son de Beit Jala y estuvo vinculado a la OLP en los años 80, fue presidente de la Unión General de Estudiantes Palestinos entre 1987 y 1991 y Coordinador General de la Organización de la Juventud Palestina de América Latina y el Caribe entre 1991 y 1993. El alcalde no ve en estas actividades razón para que se sospeche el que sea un agente extranjero de la manera que ser judío y pertenecer a una organización judía prueba que los judíos chilenos son agentes de Israel.

Esto de un hombre que dice: “Me llevo muy bien con los judíos, con el sionista tengo ciertos problemas”. Obsérvese que el Sr. Jadue siempre se refiere a los judíos de Chile como la comunidad “sionista” de Chile.

La explicación dada por el funcionario público y sus partidarios del por qué inyectar en la política local de su país de forma tan insistente un conflicto que está lejos y distante de Latinoamérica, se debe a la preocupación del Sr. Jadue por los derechos humanos internacionales. El Estado de Israel, en sus palabras, es “el estado más condenado del mundo por sus violaciones de derechos humanos”.

Para confundir el Sr. Jadue criticó severamente en julio de 2019 a la ex presidenta de Chile, Michelle Bachelet, porque, en su función actual como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, instó al gobierno de Venezuela a “detener y remediar las graves violaciones de los derechos económicos, sociales, civiles, derechos políticos y culturales documentados en el país”.

El señor Jadue cierra los ojos ante las violaciones de los derechos humanos documentadas entre otros organismos internacionales, por las Naciones Unidas en Venezuela, al mismo tiempo que guarda silencio sobre la opresión de 25 millones de kurdos por parte de turcos, iraquíes, iraníes y sirios.

Considera que los 5.5 millones de sirios expulsados de su país y los 6.1 millones de desplazados internos (incluidos casi un millón de personas que se vieron obligadas a huir de los combates en el noroeste de Siria en los últimos meses) no llegan al nivel de las violaciones de los derechos humanos en Israel.

El genocidio de más de 500.000 ciudadanos sirios por parte de su propio gobierno no merece ser catalogado como tal cuando comparado a la “magnitud” del “genocidio” israelí.

Todo esto legitima la pregunta de si el Sr. Jadue y sus acólitos ¿entienden el significado de “genocidio” usado tan libremente cuando hablan de Israel?

Cuando se refiere al estatus de Israel en tierras en disputa como el epítome de la “ocupación”, ¿qué lugar , por ejemplo, ocupa en su esquema de pensamiento la ocupación china del Tíbet? Porque indudablemente esta ha sido más larga, más brutal y menos justificado que la de Israel en Cisjordania.

La lista de omisiones de derechos humanos por parte del alcalde es tan flagrante que es imposible no ver el doble estándar cuando singulariza Israel en su agenda para difamar a la comunidad judía chilena.

Los defensores del alcalde argumentan que las críticas al Estado de Israel no deben ser interpretadas como una forma de antisemitismo.

Dejando a un lado el hecho de calificar al Sr. Jadue como antisemita no esta basado en su crítica unilateral de Israel, sino en sus difamaciones contra los judíos y las instituciones judías de su país, no ignoremos que si bien la oposición a las políticas israelíes están, en y por sí mismas, lejos de ser antisemitas, en la realidad -y a pesar de las protestas en sentido contrario- en el caso del Sr. Jadue, incluyen tropologías y comentarios antisemitas.

Hace algunos años, el periodista sueco Thomas Gür comentó sobre lo que debería ser una comprensión honesta y no partidista de la tragedia que envuelve a israelíes y palestinos. Escribió:

“Es obvio que Israel no está a la altura de la imagen ideal de cómo debe actuar una sociedad democrática y abierta. Al mismo tiempo, no tenemos ni idea de cómo cualquier otra sociedad abierta y democrática se habría desarrollado y actuado de encontrarse en la misma situación en la que se encuentra Israel desde su creación…

Se puede hacer un experimento intelectual sobre cómo sería la sociedad sueca si durante los últimos 60 años hubiéramos estado más o menos continuamente amenazados y a veces directamente atacados por los países vecinos – a menudo en coaliciones – con el objetivo de abrogar la existencia del Estado sueco.

Los vecinos también, entre los ataques, habrían alentado actos de terror en suelo sueco y también entrenado y provisto a estos terroristas. ¿Cuán tolerante, abierta y libre habría sido Suecia como país en tales circunstancias?

Lo que cabe destacar de Israel no son sus defectos, por los que merece ser criticado, sino que a pesar de todo ha logrado mantener su carácter de Estado democrático y sociedad abierta durante seis décadas.

(Thomas Gür” Demokratin lever trots alla ar av hot,” Svenska Dagbladet, 17 de mayo de 2008 [sueco] )”

El Sr. Jadue y sus defensores deberían tratar de experimentar cambiando “Suecia” por “Chile” en el artículo anterior y ver como su discurso cambiaría, suponiendo, claro esta, que no está motivado por un odio hacia los judíos e Israel.

Acerca de Moshe Pitchon

Moshe Pitchon es un pensador judío y el director de BY un centro de estudios e investigación del judaísmo contemporáneo basado en el sur de la Florida en los Estados Unidos.

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