Esta semana tenemos el gusto de hospedar en Israel a la delegación del grupo parlamentario de Amistad México-Israel, encabezada por su presidenta, la diputada Ana Isabel Allende Cano. El grupo formado hace un año tendrá la oportunidad de conocer las diversas facetas de Israel durante la semana de su estancia.
La delegación llega en un momento político muy interesante, ya que la Knesset (el Parlamento) eligió el pasado martes al décimo presidente de Israel, Reuven Rivlin. Como comenté en este espacio hace una semana, por primera vez en la historia de las elecciones presidenciales participaron más de dos candidatos; más aún, las elecciones fueron apasionantes debido también, en gran medida, a los dramas políticos que acompañaron al proceso hasta el último momento, cuando uno de los candidatos favoritos (Benjamin Ben-Eliezer) tuvo que retirar su candidatura tres días antes de las elecciones.
Por supuesto, las elecciones presidenciales no afectaron el programa de la visita, que es muy amplio: éste comienza con una gira al Instituto Yad Vashem (Centro Mundial para la Investigación, Documentación y Enseñanza del Holocausto), seguida por El Museo de Israel, el cual alberga los Rollos del Mar Muerto, entre otros. La parte política incluye encuentros con sus homólogos israelíes en la Knesset, además de sesiones organizadas por el Ministerio de Relaciones Exteriores, enfocadas en las relaciones Israel-América Latina y en Medio Oriente.
Un capítulo importante de la gira está dedicado a la economía, con énfasis en los elementos de alta tecnología que han convertido a Israel en “Start-up Nation”.
Destaca el tema del agua y de su tratamiento, por lo que la gira incluye una visita a la planta de desalinización de Hadera, considerada como la más grande del mundo. Dicha planta aprovecha el agua del Mar Mediterráneo, usando la tecnología de ósmosis inversa. La crisis del agua en la última década ha llevado a Israel a reexaminar sus recursos hídricos, especialmente dado que como parte de la firma del Tratado de Paz con Jordania en 1994, Israel se comprometió a abastecer una cuota anual del suministro de agua hacia este país. Ello, junto con lo impredecible de las precipitaciones, ha llevado al desarrollo acelerado en la última década de algunas plantas de desalinización.
Los recorridos incluyen también un interesante circuito turístico-espiritual, con visitas a lugares emblemáticos como la ciudad de Jerusalén, el Mar Muerto y el Mar de Galilea.
Esta gira nos da una razón más para estar contentos con los crecientes lazos bilaterales. En los meses venideros esperamos hospedar a otras delegaciones, incluyendo a las que tienen un perfil económico, con la meta de fortalecer y diversificar nuestros intercambios comerciales.
*Embajadora de Israel en México.
Muy interesante.