El hombre de las manos frias

¡Adelante! pase señor, pase…

Perdón, no me parece conocerlo, pero pase por favor… el Todopoderoso bendice a los que visitan a los enfermos, y en esta cama de hospital tan solitaria, sin una ventana por donde ver aunque sea un pedacito de cielo o un árbol, hasta el sano se enferma, ya ve usted los médicos pueden curar los males del cuerpo pero siempre olvidan que el pensamiento y el alma están en constante actividad.

¡Vaya! ¡Que sonrisa! Solo los que tienen un alma buena son capaces de sonreír así; sin embargo sus ojos son tan tristes… ande usted, acerque aquella silla junto a mi cama… entre tanto cable y tubo podemos platicar mas a gusto. Podría por favor bajar la manga de mi camisa… este tatuaje ofende el alma… me hace recordar tiempos amargos, tiempos que parecían no terminar. Me lleno de rabia, de impotencia a pesar de los años que han transcurrido… el medico dice que mi corazón esta débil, que no debo enojarme, evitar los disgustos… ba, ba, ba que sabe este joven matasanos lo que es el corazón… ¡uy! ¡Que manos mas frías tiene usted, joven amigo!. ¿Que le decía? ¡Ah si! Mi corazón, dicen que ayer sufrí un infarto… aquí entre nosotros, yo no le creo nada ¡es un exagerado!… me siento como de 20 anos a pesar de mis setenta y tantos; vea usted, solo ayer antes del malestar, caminaba por el jardín que esta frente a mi casa… pero ¿qué le pasa? se ha puesto usted mas pálido, ¿acaso por el numero marcado en mi brazo?… 70607 ¿se fijó? Es capicúa… fue durante la guerra. Sabe, yo fui prisionero en un campo de concentración… ellos lo llamaban “campos de trabajo”… ¡los muy canallas, bastardos! Si ya se, no debo agitarme, mi corazón… gracias por secar mis lagrimas, es una herida que no ha sanado… pero en verdad que frías son sus manos ¿puedo llamarle, amigo mío? Gracias… en aquellos lugares el hombre perdió la razón; la crueldad y la degradación que ahí se vivió, nunca nadie podrá contarla en toda su terrible magnitud… el racismo fue y desgraciadamente sigue siendo el veneno de la humanidad… en fin cuando aquella pesadilla terminó, los que sobrevivimos Intentamos rehacer nuestras vidas buscando paz e igualdad… olvidar todo aquello… yo honradamente no he podido lograrlo, por casi 50 anos mi alma ha sufrido por la tranquilidad y la fe que perdí mi espíritu y lo mas importante, la confianza, el respeto que todos los seres humanos debemos sentir por nuestros semejantes… ayer supe que nunca las encontrare, el mundo no aprendió la lección del holocausto, la discriminación racial, la tiranía… pero es ¿que nunca va a cambiar?…sus manos son tan frías, cuanto dolor y tristeza en su mirar… ¿ya no sonríe? ¿Verdad amigo mío, que la humanidad toda tiene que encontrar nuevos caminos de paz?… fíjese ayer nada menos un grupo de mozalbetes marchaban en el jardín ondeando banderas y aquel maldito grito de guerra… ¡ah! como me dolió el pecho… ¿por qué se levanta? ¿por qué cierra mis ojos?… no se vaya, aún tengo tanto que decir…