El tesorero revisó la cuenta bancaria y halló que ese mes el banco había suspendido la transferencia de los fondos, que se hacía en forma automática, debido a un error en el sistema.
Rab Shelomó Levinshtein sufría de una inflamación de los pies; una vez cada dos meses la hinchazón le provocaba fiebre, que lo obligaba a estar postrado en cama por varios días. La incapacidad para hacer sus actividades cotidianas y los tratamientos aumentaban el sufrimiento del Rab.
Faltando pocos días para la festividad de Purim, los dolores eran fuertes y su temperatura comenzaba a subir, pero la obligación de ir a hacer Tefilá (Plegaria) venció al dolor y rengueando fue al Bet Hakneset (Sinagoga).
Delante de él estaba sentado Rab Kovalevsky, el Rosh Yeshivá (Rabino principal) de Adrat Mélej. En ese momento se le ocurrió a Rab Shlomó aprovechar la oportunidad y se dirigió a Rab Kovalevsky para entregarle una cantidad de dinero que traía con él y le dijo:
—Esto es para que el día de estudio de tu Yeshivá sea para que Dios me otorgue curación completa.
Ese mismo día los dolores cesaron.
Al día siguiente vio que la Tzedaká (caridad) funcionó, por lo que se dirigió de nuevo a Rab Kovalevsky y le ofreció una cantidad mensual que funcionaría como su “seguro médico”.
¡Y así fue! ¡A partir de entonces las dolencias desaparecieron! Después de dos años, los pies del Rab comenzaron a inflamarse de nuevo y Rab Shlomó acudió a Yeshivat Adrat Mélej para preguntar si los donativos estaban llegando a tiempo.
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