El milagro de Einstein y Weiss

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El dispositivo de medida en la mano de El anciano de los días de William Blake (Wikimedia Commons)
Casi me quedé sin palabras cuando el 11 de febrero, David Reitze, Rainer Weiss y Kip Thorne anunciaron que el Observatorio de ondas gravitacionales por interferometría láser (LIGO) había hecho la primera detección directa de ondas gravitacionales de la historia. Las ecuaciones de Einstein las habían predicho hace un siglo. El anuncio fue especialmente significativo para mí porque yo conocí a Kip Thorne en 1998 y a Rainer Weiss en el año 2000. Yo sabía personalmente lo importante que era esto para ellos.
Kip Thorne, Ronald Drever y Rainer Weiss fueron los cofundadores de LIGO. Lamentablemente, Drever no pudo asistir al anuncio debido a una enfermedad. Este logro fue el cumplimiento asombroso de su sueño que comenzó a tomar forma hace medio siglo. Este logro extraordinario, con la ayuda de más de 1000 científicos, llegó tras décadas de I+D que dieron como resultado el diseño, la construcción y el extraordinario ajuste del dispositivo de medida más preciso construido nunca por manos humanas.

Cuando una onda gravitacional atravesó la Tierra el 14 de septiembre de 2015, alteró la distancia entre los espejos del LIGO 1/10 000.ª parte de la anchura de un protón, o 10-19 metros. La capacidad del LIGO para detectar un cambio tan pequeño es comparable a medir la distancia entre el sol y la estrella más cercana con la exactitud del ancho de un cabello humano. Las ondas gravitacionales emitidas por la colisión de dos agujeros negros a 1300 millones de años-luz de distancia movieron los sofisticados aparatos del LIGO exactamente como habían previsto las ecuaciones de Einstein hace cien años.

El famoso cuadro de William Blake, El anciano de los días, sintetiza muy bien, en mi opinión, el papel de la medida al estudiar la creación de Dios. Irónicamente, cuando se ve el LIGO desde el aire, su forma está notablemente cerca del dispositivo de medida retratado por Blake en su representación antropomórfica de Dios.


brazos

Cada uno de los brazos del LIGO tiene 4 kilómetros de longitud. (LIGO en Hanford, Washington)

Rainer Weiss, que además es judío, dijo que era “un milagro” que las ecuaciones de Einstein resultaran tan buenas al predecir las ondas gravitacionales y al describir el sistema de agujeros negros que encontró el LIGO. Weiss fue el diseñador principal del interferómetro de ondas gravitacionales que detectó las ondas. Por supuesto, la colaboración científica del LIGO ha crecido ahora hasta incluir unas 75 instituciones y 15 naciones.

La familia de Rainer Weiss huyó con él de Berlín a últimos de 1932, justo antes de que Hitler se hiciera con el control de Alemania al año siguiente. El mismo Einstein estaba visitando Estados Unidos en 1933 cuando Hitler llegó al poder y no regresó nunca a Alemania. Poco se imaginaba Einstein que Weiss, con solo unos meses de edad en 1933, llegaría a tener un papel esencial en la primera detección directa de las ondas gravitacionales predichas por la relatividad general.

Kip Thorne ha dicho: “Hay gran cantidad de mis colegas más importantes que son bastante devotos y creen en Dios… No hay una incompatibilidad fundamental entre la ciencia y la religión. Resulta que yo no creo en Dios”. Sin embargo, cuando Kip se dio cuenta de que LIGO había detectado con éxito ondas gravitacionales y, por lo tanto, validado el trabajo de toda su vida, exclamó espontáneamente: “Oh, Dios mío”.

Kip Thorne

Yoeli Kaufman y Kip Thorne en 1998

En mi opinión, la capacidad de las matemáticas para predecir los fenómenos del mundo real muchas décadas antes de que las personas puedan concebir los métodos o la tecnología para detectarlos, indica que hay algo similar a lo divino en el poder de las matemáticas. Albert Einstein lo dijo así: “El principio creativo reside en las matemáticas… Considero cierto que el pensamiento puro puede hacerse con la realidad, como soñaron los antiguos”.

Salmos 19:2-3 dice que los cielos declaran la gloria de Dios y el firmamento muestra la obra de sus manos, un día emite palabra a otro día y una noche a otra noche declara sabiduría.
Es increíble que la frecuencia de las formas de las ondas gravitacionales se encuentre en el rango de oído humano. Realmente es posible oír las ondas gravitacionales. Los científicos reprodujeron el sonido de dos agujeros chocando hace 1300 millones de años. Podemos oír el universo. Esto está bastante en línea con Salmos 19:2-3.
En la haftará para Ki Tisa en I Reyes 18:20-39, Elías se burla de una forma muy políticamente incorrecta de los profetas de Baal. Quizá Baal no respondía a sus oraciones porque no creía que fueran lo suficientemente sinceras. Así que se infligieron dolor y daños a sí mismos como prueba de su fe. Ciertamente, Baal no les permitiría continuar cortándose. Después de todo, habían sido teólogos fieles. Ahora era el momento de que Baal cumpliera su parte del trato y reconociera la erudición de sus fieles.
Sin embargo, solo hubo silencio. Nada de su sacrificio, sus autolesiones ni sus gritos fueron lo suficientemente buenos. ¿Por qué? Por que Baal no estaba realmente ahí. Baal se ajustaba a su sistema de valores y proporcionó muchas horas de rica discusión teológica, pero solo era una invención mental. Hizo poco más que proporcionar a sus clérigos profesiones rentables, y dicho empleo solo duró hasta que Baal se vio como lo que no era.
Había algo diferente acerca de Elías. El tisbita estaba interesado en una cosa y era “lo que funciona”. Después de que el Dios de Elías respondiera con fuego, la gente exclamó: “HaShém, Él es Dios”. HaShém es revelado en su creación.

Recuerdo las famosas palabras de Einstein cuando definió la locura como hacer la misma cosa una y otra vez mientras se esperan resultados diferentes. El resultado de todas las oraciones, súplicas, intercesiones, lloros, llantos, autosacrificio y ahora autolesiones de los falsos profetas fue el silencio de Baal. Obviamente, los 450 teólogos a quien expuso Elías eran desafiados mentalmente porque seguían haciendo las mismas cosas una vez y otra consiguiendo el mismo resultado: nada, excepto el silencio de su dios.

En mi humilde opinión, si el tisbita estuviera presente con nosotros hoy en día, creo que estaría de acuerdo con la definición de locura de Einstein. De hecho, tras ver a los profetas de Baal durante un tiempo, no pudo evitarlo. Elías comenzó a reír, no porque no respetara su sinceridad, sino porque se habían convertido en payasos.
Creo que a Elías le habría gustado Rainer Weiss. Igual que Elías, Weiss está interesado en “lo que funciona”. Es un físico experimentado. No era suficiente con que no se hubiera demostrado todavía que las ecuaciones de la relatividad eran incorrectas. No era suficiente que Russell A. Hulse y Joseph H. Taylor hubieran detectado pruebas indirectas de las ondas gravitacionales. Weiss se propuso construir el medio por el que se podrían detectar directamente.

La mayoría de la gente, incluyendo el propio Einstein, temía que las ondas gravitacionales fueran demasiado débiles como para ser detectadas por cualquier cosa que crearan los seres humanos. Sin embargo, Weiss creyó que si los brazos del interferómetro gravitacional pudieran hacerse lo suficientemente largos, podría tener éxito. Weiss publicó un análisis del uso del interferómetro en 1967 e inició la construcción de un prototipo. Y el resto es historia.

La ciencia es la descripción más exacta de la creación de Dios. Todos los documentos teológicos, sin importar su antigüedad, tienen sus limitaciones. La religión de los falsos profetas no funcionó realmente cuando se la puso a prueba. La religión de Elías no solo funcionaba, sino que funcionaba de una forma espectacular. Las ecuaciones de la relatividad también funcionan de forma espectacular.

Einstein, según admitió él mismo, buscó comprender la mente de Dios. Dijo que quería conocer los “pensamientos” de Dios y “cómo creó este mundo”. Afirmó: “La naturaleza nos muestra únicamente la cola del león. Pero no hay duda en mi mente de que el león está ahí aunque no lo abarque del todo con mi vista debido a sus enormes dimensiones”. Einstein pasó gran parte de su vida persiguiendo una teoría de campo unificada que explicara más completamente lo que la relatividad explicaba solo en parte.
Tanto Elías como Einstein creían en un león que en definitiva es real. Ambos creían en una religión cósmica que funciona realmente y que responde cuando se le interroga o cuando se le llama. Rainer Weiss comenzó a “llamar” a las ondas gravitacionales hace casi medio siglo y construyó el medio mediante el que podría escuchar la respuesta. Ahora todo el mundo la ha oído. Nadie critica a Weiss por denominar como un milagro a las ecuaciones de la relatividad y la detección directa de las ondas gravitacionales.


El Mandato de Yoeli: Deja tu marca, supón una diferencia para el bien y haz lo que te corresponde para asegurarte de que ellos nunca devoran de nuevo a Jacob o hacen un desecho de su morada.

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Información biográfica: Yoeli Kaufman obtuvo su título de grado (B.A.) en Culturas e Idiomas del Cercano Oriente en la Universidad Indiana y después trabajó como traductor de árabe para el servicio de Inteligencia del Ejército de EE. UU. Obtuvo su máster de la Universidad Temple en Administración Educativa. Como fundador de los Amigos de Israel de la Costa de Oregón, Yoeli es un defensor apasionado de Israel.

Acerca de Yoeli Kaufman

Yoeli Kaufman obtuvo su licenciatura en Lenguajes y Culturas de Oriente Próximo y después trabajó como analista y traductor de árabe para la Inteligencia del Ejército de EE. UU. Realizó un Máster en Administración Educativa en Temple University de Filadelfia. Eli escribe ahora con regularidad para el Diario Judío México, el Jerusalem Post, y el Times of Israel.

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