El nudo gordiano egipcio

Por:
- - Visto 598 veces

Egipto arde. Ciertamente ha sido una ilusión que la estabilidad iba ganando terreno en ese país a partir de las elecciones de hace medio año cuando por un pequeñísimo margen triunfó el actual presidente Mohamed Mursi, miembro de la Hermandad Musulmana. Ciudades y plazas son ahora el escenario de choques violentos entre los defensores a ultranza del régimen y los detractores de él, mientras que el palacio presidencial ha tenido que ser resguardado por el ejército con tanques y alambrado de púas para impedir el asalto de las masas indignadas.

Los gritos y las consignas son elocuentes de qué banderas enarbola cada bando. “Pan, libertad, ley islámica” y “Egipto es islámico, no será secular, no será liberal” son las expresiones de los cientos de miles de simpatizantes y miembros de la Hermandad Musulmana que están a favor de las medidas que Mursi ha tomado en los últimos días. El Presidente se ha atribuido facultades extraordinarias y ha anulado al poder judicial con objeto de sacar adelante la recién redactada Constitución, la cual además de restaurarle al ejecutivo poderes dictatoriales, señala a la Sharía o ley islámica como la fuente privilegiada de normatividad que regirá al país. Por el contrario, quienes protestan contra Mursi, agrupados en el llamado “Frente de Salvación Nacional”, se oponen a la intención presidencial de someter a referéndum la nueva Constitución el próximo 15 de diciembre y entonan indignados consignas de “Abajo Mursi” y “No a la Hermandad, no a los salafistas, Egipto debe ser un Estado civil”.


Lo que ocurre revela sin duda que el derrocamiento de Mubarak abrió una infernal caja de Pandora. Quienes consiguieron abatir esa dictadura de 30 años estuvieron unidos momentáneamente con ese propósito, pero muy pronto esa unión dejó de existir cuando el reto de construir un nuevo orden se impuso. Y es que la sociedad egipcia contiene al menos dos grandes bloques humanos cuyas expectativas y aspiraciones se contraponen de manera radical. Por un lado, están los islamistas afines a la Hermandad cuyos líderes religiosos consideran que “los enemigos del Presidente son enemigos de Dios, de la Sharía y de la legitimidad… gente de corazón malvado” y, por el otro, quienes al derribar al antiguo régimen aspiraron a establecer uno nuevo en el que liberalismo, pluralidad y secularismo fueran los ejes alrededor de los cuales se reorganizara la vida nacional. Y, por supuesto, dentro de este escenario individuos y grupos de interés conectados con el antiguo régimen y con el ejército introducen sus particulares objetivos complicando aún más una situación de por sí caótica y pletórica de violencia.

Esta división de Egipto en dos grandes mitades ciudadanas que difieren en el proyecto de nación al que aspiran parece haber llegado a un punto crítico en estos días a partir de los pasos dados por Mursi con relación a la Constitución y su referéndum. La situación que vive hoy Egipto hace recordar lo ocurrido en 1979 cuando en Irán, una vez derrocado el Shá, se desató una pugna similar entre las fuerzas sociales islamistas representadas por los ayatolas y las múltiples corrientes liberales, cuya agenda política era otra. En ese caso casi de inmediato fueron los clérigos los que se hicieron del mando y sometieron con lujo de crueldad y violencia a sus antiguos camaradas que los habían acompañado en la hazaña de derrocar al Shá. La fuerza del aparato islamista y clerical fue apabullante y la oposición liberal fue neutralizada con relativa facilidad. En Egipto, sin embargo, las cosas no se resolverán con igual rapidez. La magnitud y fuerza de los sectores liberales, la existencia de minorías tan importantes como los cristianos coptos que suman cerca de diez millones, y las urgencias económicas en que el país vive hacen prever que Egipto seguirá todavía por mucho tiempo sumido en una situación riesgosa y en extremo volátil.

* Artículo publicado en la columna “Catalejo” en Excelsior el 10 de diciembre, 2012.

Acerca de Esther Shabot Askenazi

Licenciada en Sociología egresada de la UNAM (1980), con estudios de maestría en Sociología en la UNAM y con especialización en Estudios Judaicos en la Universidad Iberoamericana. (1982-1985) Fue docente en la ENEP Acatlán, UNAM durante 10 años (1984-1994). Actualmente es profesora en diversas instituciones educativas privadas, judías y no judías.De 1983 a 1986 fue colaboradora semanal del periódico "El Nacional" tratando asuntos del Oriente Medio.Desde 1986 hasta la fecha es editorialista semanal en el periódico Excélsior donde trata asuntos internacionales.Es comentarista sobre asuntos del Medio Oriente en medios de comunicación electrónica.Publicaciones:"Los orígenes del sindicalismo ferrocarrilero". Ediciones El Caballito S.A., México, 1982.En coautoría con Golde Cukier, "Panorama del Medio Oriente Contemporáneo". Editorial Nugali, México, 1988.Formó parte del equipo de investigación y redacción del libro documental "Imágenes de un encuentro. La presencia judía en México en la primera mitad del siglo XX" publicado por la UNAM, Tribuna Israelita y Multibanco Mercantil, México, 1992.Coautora de "Humanismo y cultura judía". Editado por UNAM y Tribuna Israelita. José Gordon, coordinador. México, 1999.Coordinadora editorial de El rostro de la verdad. Testimonios de sobrevivientes del Holocausto en México. Ed. Memoria y Tolerancia, México, 2002.Redactora de la entrada sobre "Antisemitismo en México" en Antisemitism: A Historical Encyclopedia of Prejudice and Persecution". Ed. ABC CLIO, Chicago University, 2005."Presencia judía en Iberoamérica", en El judaísmo en Iberoamérica. Edición de Reyes Mate y Ricardo Forster. EIR 06 Enciclopedia Iberoamericana de Religiones. Editorial Trotta. , Madrid, 2007.Artículos diversos en revistas de circulación nacional e internacional.

Deja tu Comentario

A fin de garantizar un intercambio de opiniones respetuoso e interesante, DiarioJudio.com se reserva el derecho a eliminar todos aquellos comentarios que puedan ser considerados difamatorios, vejatorios, insultantes, injuriantes o contrarios a las leyes a estas condiciones. Los comentarios no reflejan la opinión de DiarioJudio.com, sino la de los internautas, y son ellos los únicos responsables de las opiniones vertidas. No se admitirán comentarios con contenido racista, sexista, homófobo, discriminatorio por identidad de género o que insulten a las personas por su nacionalidad, sexo, religión, edad o cualquier tipo de discapacidad física o mental.


El tamaño máximo de subida de archivos: 300 MB. Puedes subir: imagen, audio, vídeo, documento, hoja de cálculo, interactivo, texto, archivo, código, otra. Los enlaces a YouTube, Facebook, Twitter y otros servicios insertados en el texto del comentario se incrustarán automáticamente. Suelta el archivo aquí

Artículos Relacionados: