Es evidente que en las últimas décadas, hemos sido testigos de un cambio en las políticas públicas que rigen a toda la Humanidad y que se basan en una apertura hacia una mayor tolerancia y aceptación hacia todo aquello que se vea o exprese diferente. Dejando muy en claro una preocupación por parte de algunos sectores sociales y religiosos sumamente conservadores; quienes no se encuentran para nada de acuerdo en cómo se están abordando éstos temas e incluso, los catalogan como el resultado de un nuevo Orden Mundial, el cual podría estar enfocado a un libertinaje, pérdida de valores y autodestrucción de la raza humana.
Sin embargo, no puedo dejar de cuestionarme el hecho de que culturalmente hablando, existen prácticas sumamente contradictorias con los estándares que podemos tener sobre el desarrollo histórico-social, de una u otra comunidad. Pero que reflejan, la diversidad de escenarios en donde habitan los diferentes seres humanos que coexisten en esta tierra, junto con sus múltiples tradiciones, costumbres y formas de expresarse.
Por ello, desde una perspectiva crítica-filosófica, este nuevo Orden Mundial no puede transformarse en causa de persecución de unos frente a otros, en aras de una sociedad más homogénea. Sino más bien, debe ser la razón y fundamento de la diversidad humana, como base de una sociedad multiétnica y pluricultural, además de sexual, de la que todos formamos parte, sin discriminar a nadie en busca de una única expresión de Ser Humano.
Debido a que el existir de cada uno de nosotros, no radica en que todos seamos iguales, sino más bien en que podamos convivir a pesar de ser diferentes. Ya que los designios de Di-s no son cognoscibles, ni entendibles para nadie, si eres creyente y si no lo eres, el constante fluir del Universo, es una incógnita que puede ser que nunca, sea develada, por lo menos para los que nos encontramos hoy aquí.
Porque la Humanidad como pequeña parte del Cosmos, debe aprender a ser más Humana y dejar de matar, robar, esclavizar o violentar a su prójimo y además, ver esto como algo natural, según la evolución de las especies al decir de Darwin. Ya que dentro del contexto social en el cual nos vemos inmersos, es más que reprochable lo deshumanizado que se encuentra el Mundo, gracias a la codicia, ansias de poder y control de unos pocos sobre otros y a eso, no se le puede llamar evolución, ni dentro de la faz de la tierra y menos fuera de ella.
Así que es necesario que tomen nota, todos aquellos que se jactan de vivir en respeto y armonía frente a sus congéneres, en una sociedad mundial en donde reina el caos, debido a guerras de todo tipo, intolerancia, discriminación y victimización de todo aquel que no se vea, crea o sea igual a otro, ya que cada uno es único e irrepetible y por ende diferente, pero por ello mismo, no menos Humano…
(Especial para el Diario Judío.com de México) 27 12 2017.
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