El Segundo Templo de Jerusalem fue destruido debido al odio infundado y gratuito, y a la falta de amor y de unidad en el Pueblo Judío.
Así como dice el Talmud: “¿Por qué fue destruido el Segundo Templo? Realmente los judíos se ocupaban del estudio de la Torá, cumplían los preceptos y realizaban actos de bondad. Pero había entre ellos odio gratuito…”.
Está prohibido odiar a otra persona, tal como afirma el versículo: “No odiarás a tu hermano en tu corazón”.
El odio provoca muchas transgresiones, incluyendo el Lashón Hará, porque la persona que siente odio se ve inclinada a expresar sus sentimientos negativos sobre otras.
“Debido al propio odio, se ridiculizan incluso los aspectos positivos de la otra persona y se intenta mostrar esos actos positivos como si fueran negativos, ante uno mismo y los demás”.
Saludos.
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