A veces nos queda alguna pieza de pan después de merendar y al día siguiente decimos:
“Este pan está duro” y es muy probable que sí lo esté, pero somos especialistas en quejarnos y la mayoría de las veces nos quejamos sin razón, sin sentido, por tonterías, por egoísmo.
¿Qué quiere decir esto?
Que el trabajo que tienes no es duro… duro es no tener trabajo.
Que tener el carro dañado no es duro… duro es no tener un carro.
Que tener que caminar a tomar el autobús no es duro… duro es no poder caminar
arroz con sardina no es duro, duro es no tener comida.
Perder la razón en algún problema familiar no es duro, duro y créeme que muy duro es perder a un familiar.
Decir, TE AMO mirando a los ojos de otra persona no es duro, duro es decirlo frente a una lápida o un féretro donde ya no tienen sentido las palabras.
Quejarse no es duro, duro es no saber ser agradecidos.
Hoy es un buen día para dar gracias a Dios por lo que tenemos y no dejar que nuestra felicidad dependa de algo o de alguien. “Nuestra felicidad depende de nosotros mismos y de lo agradecido que seamos con lo que tenemos”
Gracias por todas las bendiciones que recibo.
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