Si y cuando el Presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, presente su solicitud de membrecía en las Naciones Unidas, a fines de esta semana, no será capaz de afirmar que lo está haciendo en nombre de la mayoría de su pueblo.
Muchos palestinos ya le han dicho a Abbas lo que piensan de su plan – se oponen al pedido de condición de estado porque quieren un estado en todo lo que ellos consideran Palestina, desde el mar Mediterráneo hasta el río Jordán.
Los refugiados también están preocupados de que un reconocimiento de la ONU de un estado palestino “sólo” en las líneas anteriores a 1967, los privaría del “derecho de retorno” a sus hogares originales dentro de Israel.
Así, mientras que Abbas ha ganado el apoyo de más de 120 países para su pedido de condición de estado, no parece gozar del respaldo de la mayoría de las facciones palestinas, especialmente de la Jihad Islámica y Hamas – que quieren un estado que reemplace al de Israel, y no sólo uno pequeño al lado de Israel.
También muchos palestinos dicen que Abbas no tiene un mandato para solicitar un estado sólo en las líneas anteriores a 1967. No aceptan una solución de dos estados, que es la razón por la que se oponen al pedido de condición de estado. Dicen que toda la tierra es suya; que Israel no tiene derecho a existir.
Aunque unas pocas encuestas de opinión pública, publicadas en la Margen Occidental en vísperas de la visita de Abbas a Nueva York, han indicado que la mayoría de los palestinos apoyan el pedido de condición de estado, la credibilidad de esas encuestas siempre ha estado en cuestión: la mayoría de las encuestas son financiadas por grupos afiliados, de una manera u otra, al liderazgo palestino en la Margen Occidental.
Además, no queda claro qué porcentaje de los palestinos representan a Abbas y sus principales colaboradores. Las instituciones OLP y Fatah, que aprobaron su medida en la ONU, están dominadas por sus partidarios o por funcionarios que están en su nómina de pagos.
Abbas ha optado por ignorar las voces de la oposición – incluyendo la de aquellos que están dentro de su círculo íntimo. Sus portavoces han desestimado a la oposición, acusando a sus líderes de “conspirar” con Israel para frustrar el pedido de condición de estado.
También hay un gran número de palestinos que ven el pedido de condición de estado como un “truco” político, cuyo objetivo es sólo fortalecer el estatus de Abbas entre su pueblo, haciéndolo aparecer como un líder fuerte y decidido que se atrevió a desafiar a EE.UU. e Israel.
Abbas ha pasado las últimas semanas trabajando duro para ganar el reconocimiento internacional para su plan de buscar la membrecía palestina en la ONU. Sus representantes y diplomáticos visitaron decenas de países alrededor del mundo, para convencer a sus gobiernos que apoyen el pedido de condición de estado.
Pero Abbas no fue a la Franja de Gaza para hablar con los palestinos que viven allí sobre su pedido de condición de estado. Tampoco habló con las principales facciones palestinas tales como Hamas que controla toda la Franja de Gaza. Negoció con casi todos los gobiernos del mundo sobre su plan de condición de estado, pero nunca se preguntó si cuenta con el apoyo de la mayoría de los palestinos.
Abbas, ni siquiera, puede pretender que representa a los 1,5 millones de palestinos que viven en la Franja de Gaza, o los 4 millones de palestinos dispersos en diferentes lugares alrededor del mundo. Su mandato expiró en enero de 2009 – un hecho que no le ha impedido mantenerse en el poder. Pero, debido a la lucha por el poder, entre la facción Fatah de Abbas y Hamas, los palestinos no han podido celebrar las elecciones presidenciales, parlamentarias o municipales, en los últimos cinco años.
Actualmente, Abbas no puede poner un pie en la Franja de Gaza, porque Hamas lo expulsó de allí en el verano de 2007. Ni siquiera puede visitar su residencia privada en la ciudad de Gaza que, desde entonces, ha sido incautada por Hamas.
Sin embargo Abbas podría, por lo menos, haber tratado de preguntarles sobre su plan a los palestinos de la Franja de Gaza y de los campos de refugiados en los países árabes. Habría sido mejor si hubiera llevado a cabo un referéndum acerca del pedido de condición de estado, para ver si la mayoría de los palestinos realmente la quieren.
El pedido de condición de Estado de Abbas no sólo dañará las relaciones de la Autoridad Palestina con EE.UU., Israel y varios países de la UE, va a profundizar también, seriamente, las divisiones entre los palestinos.
Fuente: www.hudson-ny.org
Traducido para porisrael.org por José Blumenfeld
Artículos Relacionados: