Voluntariamente entrò a prisiòn era ya mucho el miedo,la angustia existencial de que era victima como para poder seguir siendo libre;
la libertad se habìa tornado en una gran responsabilidad; y su vida en una pesada carga….
Se buscò la llave desesperado; ahí estaba en su bolsillo trasero la tomo, con alivio buscò la chapa de la puerta de su celda,la abriò entro lentamente a su celda después cerro la puerta.
Se dejò caer en el suelo frio de la celda; entonces empezò a sentir cierta tranquilidad al estar ya preso.
Asì pasaròn muchos dias, meses, años, la sola idea de abrir la cerradura de su celda lo aterraba.
Rechazaba la idea de tener que salir nuevamente al mundo, una sensación de impotencia se adueñaba de su alma.
No, no, salir de su celda que necesidad habìa; ahí estaba “protegido”, aunque aislado totalmente estaba màs tranquilo que afuera…
Cierto, se habìa empezado a desarrollar en su ser la depresiòn cosa que el no advertìa.
Meses después la depresiòn dominaba ya, todo su desnudo entorno, para este entonces su deseo de vivir se extinguia y una debilidad inexplicable sin causa aparente para el prisionero se hacia presente en su ser.
Podìa, si querìa, sacar esa llave tan celosamente guardada en su bolsillo abrir su celda, y librerarse a si mismo.
Pero el compromiso con la vida serìa grande y el tenia tanto miedo…
Erich Fromm decìa:
La dicotomía =( divisiòn en dos partes) entra la libertad y la seguridad.
Solo aquel ser que no ha crecido tiene necesidad de seguridad.
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