El mundo se ha transformado de una manera gigantesca en los últimos 30 años, impulsado por la tecnología y la transformación de las sociedades. Aunque el poder siempre va a ser un factor humano, una de las grandes criticas en los últimos años del siglo 20 era que la autoridad vertical ya no era creíble y tenían que conectarse más directamente con la gente que gobernaba. Aunque la educación generalmente es lo último que cambia en los sistemas de la sociedad, también esta fue impactada, convirtiéndose el liderazgo autoritativo a algo más parecido a una especie de propuesta semidemocrática.
Con respecto a las familias, lo que se rompió en muchas sociedades, fue el autoritarismo y respeto de la jerarquía familiar. Antes no se valía contradecir a los papas, y esto indicaba una clara autoridad, pero muchas veces con una distancia anímica. La propuesta de la generación que vivió como jóvenes este tipo de relación era romper esta distancia anímica y emocional y acercarse más a sus hijos. Esta idea traía la oportunidad de conectarse más con el ser a pesar de la diferencia de edades y poder convivir más cerca de los hijos. El pensamiento era interesante, pero exigía de parte de los padres la madurez de interactuar con cercanía con los hijos , y no caer en la categoría de ser básicamente amigos, porque eso despojaría una de las funciones fundamentales de los padres que es ser guía de sus hijos.
Con esta nueva propuesta las generaciones recientes han crecido, y como cada proposición existen fortalezas y debilidades. El reto es poder balancear, cercanía, dialogo, guía y limites. Para esto los padres tienen que interactuar desde la flexibilidad del encuentro padre-hijo, la madurez de ser empático y entender las realidades de sus hijos, y el balance emocional –psicológico de los padres que permita que el dialogo sea creativo y no restrictivo.
He analizado las distintas áreas que podrían llevar a los padres del siglo XXI a ser efectivos y afectivos con sus hijos y lo comparto aquí en forma de acrónimo: PADRES FAM.
La primera función como padres es PROTEGER a sus hijos brindándoles las necesidades básicas para el crecimiento. El APEGO o vinculo creado desde la temprana edad creara en los niños un modelo de las relaciones humanas, la misma la llevara a su vida como adulto, lo más seguro repitiendo lo aprendido. El DIALOGO es fundamental para la conexión humana, no desde la imposición sino desde el encuentro como lo propuso Martin Buber Yo-Tu. El REINFORZAR los valores y principios a través de las experiencias de la casa, con la familia y la comunidad. Usar la EMPATIA para tener la posibilidad de estar en los zapatos del otro entendiendo su propia realidad. Crear un ambiente de SEGURIDAD en la vida diaria en la casa y en la familia.
La segunda parte comprende de tres actitudes fundamentales para el crecimiento humano; flexibilidad, apoyo y motivación. La FLEXIBILIDAD de vivir la vida en el presente, renovando cada encuentro familiar como una oportunidad de la vida. El APOYO a cada uno de los hijos, a desarrollar su auto-estima, y permitirles descubrir sus fortalezas humanas, y por ultimo tener la habilidad de MOTIVAR y desarrollar las potencialidades de la siguiente generación.
Es un reto enorme, ya que son muchos elementos que se necesitan para crear y transmitir a los hijos esta oportunidad, y la sociedad moderna trae retos muy complejos a los propios padres y familias en distintos niveles. Es una sociedad más compleja, pragmática, con menos énfasis en los valores tradicionales humanos, y un constante desafío al encuentro con uno mismo y con nuestros seres significativos.
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