A punto de recordar y celebrar nuestra fiesta del Shavuot cuando se nos entregó la TORAH sino que tuvimos por primera vez como comunidad un precepto relacionado a nuestra alimentación, quiero hacer especial énfasis en el consumo de lácteos.
No es un secreto para mis amigos y conocidos que me encanta usar lácteos en mi cocina, y además de ser uno de mis grupos de alimentos favoritos, resultan ser versátiles para usar en diferentes platillos.
En nuestra fiesta del Shavout, donde por costumbre consumimos muchos lácteos, ya que recordamos que en ese entonces no hubo tiempo de hacer una matanza de un animal Kasher, es importante resaltar el uso de los lácteos pero de forma controlada y pensada.
Los estudios han demostrado que una combinación de nutrientes en los productos lácteos, como son el calcio, la vitamina D y el fósforo, son importantes para la salud de los huesos. Sin embargo no debemos exagerar en su uso en la cocina, y es importante siempre balancear su consumo con frutas y verduras que también aporten nutrimentos y vitaminas a nuestra dieta.
La ingestión de lácteos puede ser dividida en los diferentes tiempos de comida. En el caso de los quesos estos se toman como proteína; la leche y el yogurt se cuentan como carbohidrato; y la mantequilla como grasa.
Los lácteos producen sensación de saciedad y además son excelentes aliados en la cocina, ya que permiten cambiarle la cara a muchas preparaciones.
Sin embargo de este grupo alimenticio queremos su nutrimento y no su grasa.
Las leches descremadas son recomendadas cuando se busca cuidar el peso o disminuir el consumo de grasas; así como el usar quesos frescos como el panela, cottage entre otros frente a los madurados que resultan mucho más grasosos.
En el caso del yogurt se recomienda el griego o el natural sin azúcar que puedes endulzar con miel de abeja o de agave para su consumo.
Dada la variación que existe en la actualidad no sólo de gustos sino de condiciones de salud, son muchos los productos que pueden conseguirse sin lactosa para quienes son intolerantes.
También puedes consumir los productos páreve como queso, leche o crema disponibles para nuestra comunidad en tiendas especializadas y que no son considerados como lácteos.
Pero sin duda el más grande beneficio de los lácteos es la variedad que le aportará a tu dieta, para hacerla mucho más rica, diferente y nutritiva. Sólo consúmelos con moderación.
Rollitos de champiñones a las finas hierbas
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 2 cucharadas de cebolla blanca finamente picada
- 1 cucharada de ajo finamente picado
- 20 champiñones blancos picados sin troncos
- 1 cucharadita de jugo de limón
- 1 cucharadita de eneldo en condimento
- 1 cucharada de albahaca fresca picada
- 1 cucharadita de orégano en condimento
- 50 gramos de queso crema a temperatura ambiente (puedes cambiarlo por queso Páreve)
- ½ kilo de masa de hojaldre
- 1 huevo
- Ajonjolí al gusto
Preparación:
Precalentar el horno a 425°F (220°C ).
En una sartén freír con el aceite la cebolla y el ajo. Agregar los champiñones, el limón y dejar a fuego medio hasta que el champiñón se vea cocido y no tenga líquido.
Incorporar las hierbas finas, retirar del fuego y dejar enfriar. Añadir el queso crema en trocitos, incorporar bien con los champiñones, rectificar sazón y agregar sal si es necesario.
Extender la masa de hojaldre hasta que quede bien delgada formando un rectángulo y cortar en tres tiras iguales del grosor de una mano.
Dividir en partes iguales el relleno y ponerlo en la superficie a lo largo, dejando un extremo libre para luego enrollar las tiras y que dicho extremo quede en la parte exterior del rollo.
Barnizar con el huevo y espolvorear un poco de ajonjolí para adornar. Cortar la masa rellena para que queden rollitosde 3 dedos de ancho.
Colocar los rollitos en una charola para galletas previamente forrada con papel encerado (puedes usar tapete de silicón) con el pliegue hacia abajo para evitar que se abra. Hornear por 15 minutos hasta que estén dorados. Servir a temperatura ambiente.
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