Fotografía por Maria Teresa Adalid.
Quizás para muchos sea los cuentos tradicionales como La Cenicienta, La Bella Durmiente, La Caperucita Roja etc., aquí nos gustaría acotar algo, a los escritores de cuentos para niños no les gustaban los niños, de hecho si vemos las historias reales no las creadas por Walt Disney eran crueles aún en sus finales.
Si bien estos cuentos siguen vigentes donde todavía los niños gritan cuando se les pregunta y por dónde se fue el lobo, sin que esto tenga que pasar en todas las puestas, por ejemplo, sí hemos visto algunas puestas donde han tomado la historia y le han dado otro giro para dar un mensaje como hace algunos años lo vimos con Fred Roldan, algunos han sido traídos por escritores como Tomás Urtusástegui en sus obras que habla de princesas mostrándonos un lado humano y así podrían haber más ejemplos.
Durante los años que hemos estado en este medio de la crítica teatral nos ha dado mucho gusto ver el giro de tuerca que han ido tomando, Marissa Jiménez Cacho en el área de teatro para niños y jóvenes del INBA entre otras ha traído obras con temas más reales como Quien le teme al espantapájaros, una obra para adolescentes donde un niño por necesidad se vuelve un tipo de guerrillero, matando y obedeciendo leyes para poder seguir vivo, también ha presentado Mamá corazón de hierro donde una madre sufre la muerte de un hijo por defender su causa, o Los sueños de Paco donde un niño a sus diez años tiene que enfrentar el divorcio de sus padres, creando un mundo fantástico para olvidar la realidad, aquí debemos reconocer la igualdad de géneros porque la mamá trabaja, estas obras han sido recomendadas según su temática para niños y jóvenes de distintas edades.
Algunas de estas obras todavía pueden ser vistas en distintos foros, lo cual nos da mucho gusto, porque siempre hemos dicho que los niños son seres pensantes e inteligentes, se les puede decir todo con un lenguaje tanto corporal como hablado adecuado.
A últimas fechas nos ha tocado ver teatro de títeres el cual es para todas las edades incluyendo a adultos, nos tocó ver Qué es que todavía esta en cartelera donde va dirigido a niños de 2 a 5 años, un trabajo sin palabras, solo con sonidos u onomatopeyas, donde los niños así como los acompañantes entienden perfectamente por los elementos usados ahí, en palabras del grupo en la conferencia de prensa cada uno saca su propia conclusión, el día que fuimos realmente vimos la atención tanto de los niños como los adultos.
Nuestra amiga María Teresa Adalid nos presenta un trabajo para niños chiquitos igual solo con sonidos, trata temas como la muerte de una mascota, la amistad, el enojo entre niños y cuando se contentan, un trabajo realmente bueno porque llega a ellos, creando una conciencia desde pequeños.
Y que decir de Mundos diferentes que la vimos primero en la FELIT o sea la feria de libros teatrales y luego se fue al Helénico al Foro de la Gruta donde tres niños con capacidades y comportamientos diferentes, logran una amistad, rompen el hielo y sus inercias personales debido a sus incapacidades, que van desde un niño autista, una niña con una mancha en la cara, un niño obsesivo con una escalera y una niña envidiosa.
Y que decir de Aziz Dual que en cada uno de sus trabajos nos deleita con ese arte junto con su grupo, el cual llega al corazón de los niños de una forma inteligente y limpia, con esa sonrisa tan de él, sincera y contagiosa.
Qué tanto pueden entender los niños de los problemas de la vida cotidiana, cómo ven la violencia, la separación, la necesidad de tener un lugar independientemente de la situación familiar, por nuestra experiencia tanto del INBA, como de los demás teatros que se han ocupado y preocupado por llegar a este segmento de la sociedad podemos decir que son muy inteligentes, alguien preguntaba que si nosotros deberíamos bajarjos a su nivel o bien subirnos al de ellos, siempre hemos dicho que hay que subirnos.
Muchas obras han venido e ido con mensajes, hemos llegado a la conclusión que hay espacio tanto para los cuentos clásicos y tradicionales como para aquellos que se aventuran a presentarnos un teatro inteligente que no ve al niño como un “idiota”, que busca meterlo al mundo real de acuerdo a su edad, introduciéndolos al mismo de una manera más agradable si esto es posible y menos traumante.
El cambio se ha dado poco a poco igual que las generaciones y los fenómenos sociales incluyendo la violencia, el maltrato y otros, y aquí no podemos dejar de mencionar a Emmanuel Márquez que con títeres cumple esta misión, a Mireya Cueto que lleva años en este género, creando una escuela sobre para aquellos interesados en seguir el teatro de títeres.
Lo importante es que se está dando este fenómeno, se les está reconociendo al niño su capacidad de entender, recordamos que en un día del teatro en el CENART, un niño le dijo a su mamá “vámonos porque no hay nada de reirse”, por eso creemos que va por buen camino y poco a poco va creando ese cambio necesario para poder llegar a más y más niños y jóvenes, nuevas generaciones con una mente muy abierta para aceptar que no todo es risa, también es llanto, es tristeza, simplemente es la vida misma.
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