El año que inicia presenta una jornada tupida de elecciones en el mundo, el relevo de jefes de Estado y Gobierno que tendrán lugar en los cinco continentes del orbe. A simple vista y desde el punto de vista geopolítico no será un año de gran relevancia electoral porque ninguno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU celebran elecciones –por el momento se descartan elecciones anticipadas en Reino Unido, después de la moción de censura que Theresa May superó el pasado 16 de enero, tras la derrota mayúscula que sufrió en el Parlamento debido al acuerdo del brexit pactado con Bruselas.
Dentro del G-7, Estados Unidos, Alemania, Italia, Francia y Japón celebraron elecciones recientemente. En el caso de China, Xi Jiping fue reelecto durante el 19º Congreso del Partido Comunista en 2017 y meses después se habilitó la reelección indefinida. El país faltante, Canadá, sí celebra elecciones este año, cuyo primer ministro Justin Trudeau busca la reelección en un contexto de repunte conservador. Recordemos que Ontario -la provincia más numerosa de Canadá y la que abriga a la capital Ottawa y la ciudad de Toronto-, ganó en los comicios generales del 7 de junio del 2018, después de 15 años de gobiernos liberales y Quebec giró a la derecha, alejándose de la causa independentista, tras la victoria de la Coalición Avenir Quebec (CAQ).
Para el bloque de economías emergentes agrupadas en los BRICS, 2019 sale a relucir. Mientras que Brasil y Rusia celebraron elecciones el año pasado y China aprobó el alargamiento de la estancia en el poder de Xi Jinping, India y Sudáfrica enfrentarán el juicio de las urnas. El primer caso resulta significativo, pues se trata de la democracia más grande del mundo y con capacidad nuclear y en la que se despliega el duelo entre el primer ministro Narendra Mody, del partido BJP (por sus siglas en inglés) y Rahul Gandhi, hijo de Rajiv y Sonia Gandhi, quien representa al Congreso Nacional Indio (CNI).
Por su parte, Cyril Ramaphosa del Congreso Nacional Africano (CNA), quien llegó al poder en Sudáfrica, después de la renuncia de Jacob Zuma, buscará ser elegido en una jornada caracterizada por la avalancha del malestar, el aumento de la violencia y el declive económico. De igual manera, otras jornadas de interés tendrán cabida en el continente africano, -Argelia, Túnez, Nigeria y Libia- entre otras, aunque éste último país será testigo de la candidatura de Saif al Islam, hijo de Muamar al Gadafi, perseguido por crímenes de lesa humanidad.
Del lado de los países MIKTA, solo Indonesia y Australia enfrentan el dictado de un nuevo ciclo político, -México, Corea del Sur y Turquía- ya lo han hecho. Por ejemplo, durante las elecciones de Turquía el año pasado, el presidente reelecto Recep Tayip Erdogan modificó el sistema político para despedirse del parlamentarismo. No obstante, en términos demográficos para la democracia mundial, 2019 será un año clave, pues alrededor de un tercio de la población mundial será convocada al ejercicio del sufragio, considerando que India e Indonesia son la primera y tercera democracias más pobladas del mundo.
Sin duda, otra jornada que robará la atención de los medios de comunicación internacionales será la de Ucrania, el país disputado entre la esfera de influencia rusa y de la Unión Europea (UE). Una batalla que tendrá lugar en medio de la última tensión entre Vladimir Putin y Petro Poroshenko en el Mar de Azov, el presidente ucraniano, quien busca su reelección pese a la caída de su popularidad. Una cita de alto calibre cuando Ucrania ha perdido territorio –el más reciente con la anexión de Crimea en 2014- y enfrenta una guerra civil con las regiones separatistas de Donetsk y Lugansk.
En Medio Oriente, destaca la jornada política israelí anticipada por la ruptura de la coalición gobernante, en donde el actual primer ministro Benjamin Netanyahu podrá habilitar su cuarta reelección o quinto mandato, cuando en juego están 120 escaños de la Knesset. Una prueba más para el mandamás conservador israelí, quien está siendo investigado por corrupción, conflicto de intereses y sobornos, y que pese a ello se coloca como el favorito de esta contienda clave que marcará los destinos de la zona más conflictiva del mundo.
Al recorrernos hacia el Atlántico figuran las elecciones de Bélgica, Portugal, Suiza, Grecia, Polonia, Dinamarca, Finlandia y Eslovaquia, entre otras; sin embargo, el ojo del mundo recaerá en las elecciones al Parlamento Europeo, un cita de gran estatura geopolítica que definirá el rumbo y futuro de la Unión Europa (UE), un referéndum sobre el proyecto integracionista y supranacional que hoy está cuestionado por las fuerzas localistas, nativistas, nacionalistas y proteccionistas. En juego está la Europa más libre, más democrática, más solidaria y más unida, una jornada que pudiera alterar la correlación de fuerzas y los equilibrios políticos ante el grito antisistema y el sentimiento euroescéptico.
No olvidemos que la UE está sacudida por el brexit, el populismo de Matteo Salvini en Italia, la presidencia iliberal de Víctor Orban en Hungría, el liderazgo del partido Ley y Justicia en Polonia, el desafío de los Chalecos Amarillos en Francia y la despedida de Angela Merkel para un nuevo mandato en Alemania. Además, el relevo de la dirigencia europea con estas elecciones sucede precisamente cuando Rumania, el país que preside los trabajos de la UE en este primer semestre del 2019 es liderado por un gobierno al que muchos consideran populista y cada vez más crítico de Bruselas.
De cara al Atlántico y al Pacífico, América Latina también atestigua una serie de elecciones. Las tres de Centroamérica: El Salvador, Panamá y Guatemala y las tres de Sudamérica: Argentina, Bolivia y Uruguay. Fue el año 2018, aquel que marcó el rumbo de los dos países punteros y rivales geopolíticos de la región, las elecciones en México y Brasil que no dejaron espacio para el centro político, debido al hartazgo ciudadano, rabia social y la insatisfacción con la democracia.
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