El nombre Kempinski lo lleva con orgullo una creciente colección de distinguidas propiedades en todo el mundo. El grupo hotelero de lujo más antiguo de Europa, desde 1897, han sido parte de la creación de la historia en todo el mundo. Desde edificios históricos hasta la arquitectura moderna más vanguardista, sus propiedades son el escenario de algunos de los mejores momentos de la vida; en Cancún nos sumerge en un paraíso terrenal.
Ubicado en el corazón de la Zona Hotelera de Cancún, Kempinski Hotel Cancún lleva un legado de lujo que resuena con el espíritu de la rica herencia cultural de México. Como el primer hotel de lujo construido en Cancún, esta icónica propiedad ha sido la piedra angular de la sofisticación durante más de 30 años.
La propiedad ha sido sometida a renovaciones transformadoras manteniendo la esencia de un servicio excepcional, brindado por un personal dedicado y experimentado: el resultado es elegancia atemporal. La construcción del complejo se inició en 1993 y estuvo a cargo del arquitecto José Manuel Gómez Vázquez. Su reciente transición a Kempinski Hotel Cancún ha establecido un nuevo capítulo para los viajeros que buscan hospitalidad selectiva en el destino, ya que la marca trae una nueva visión del lujo a través de sus embajadoras Lady in Red, un programa culinario re-inventado y mejoras en sus servicios de wellness.
Ubicado en una de las mejores playas de México, el elegante hotel ofrece 315 habitaciones y 48 suites, todas con balcones o terrazas privadas con una vista panorámica del Mar Caribe. Ocho opciones gastronómicas que incluyen dos restaurantes AAA Five Diamond Award, un club lounge exclusivo, dos piscinas y un jacuzzi frente al mar, un spa con jardines de relajación y terrazas aisladas, un gimnasio con sauna y baños de vapor, un centro de tenis, cabañas y salones privados En el tramo de playa de 400 metros del hotel, un salón de belleza y un club infantil ofrecen una amplia gama de instalaciones para atender todo tipo de solicitudes de los huéspedes.
Aquí, la esencia de la tradición se entrelaza perfectamente con el pináculo de la elegancia eterna y la mejor hospitalidad de Cancún. Solo nos queda rendirnos a la tranquilidad mientras nos sumergimos en el regazo del lujo, disfrutando de un confort incomparable y relajándonos en medio de un remanso de serenidad.
Un testimonio de la rica historia y herencia cultural de México, la escena hotelera de Cancún nos sumerge en lo más exquisito de uno de los destinos más fascinantes de nuestro país. Es aquí donde Kempinski busca combinar a la perfección la elegancia europea con la belleza del Caribe mexicano.
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