El buen humor y el optimismo.
La naturalidad y el tacto.
La inteligencia sin ostentación.
La cultura sin pedantería.
La conversación atractiva y amena.
La feminidad en todos los momentos.
Que sepa escucharle con atención, sin interrumpirlo a cada instante.
Que lo adule discreta y oportunamente.
Que le muestre su admiración y su confianza.
Que se interese en sus problemas y actividades.
Que le deje sentirse un poco protector y sepa cuando mimarlo.
Que sepa cuando dejarlo solo con sus pen- samientos.
Que sepa ser discreta con su pasado.
Que sea buena compañera y se divierta en lo que él se divierte.
Que ella se comporte como una dama, esto es, con dignidad y decoro.
En el hombre la mujer aprecia
El deseo de superación.
El buen humor y el optimismo.
La caballerosidad en todos sus actos.
La cultura y las ideas creadoras.
La honradez y el cumplimiento en su trabajo.
La energía pero sin rudeza.
La firmeza y lealtad en el amor.
La cortesía y galantería en todo momento.
Que le pregunte su opinión sobre alguno de sus asuntos.
Que combine el amor con la poesía.
Que sea cariñoso y comprensivo.
Que sea limpio en su persona y sus pensamientos.
Que siempre la respalde ante los demás.
Que sepa responder dignamente y en forma justa de todos sus actos.
Que sea atento con la familia de ella.
Que sea cuidadoso con su lenguaje.
Que se fije cuando ella ha esmerado sus arreglos para él.
Que no tenga vicios.
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