En México: Memoria y Tolerancia

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para que pueda ser he de se otro
salir de mi, buscarme entre los otros
los otros que no son si yo no existo
los otros que me dan plena existencia
O.P

La ciudad de México cuenta ahora con el museo y centro educativo que todos (a) necesitábamos.

Construido en Avenida Juárez, junto a la Secretaría de Relaciones Exteriores. el museo Memoria y Tolerancia abrió sus puertas en octubre de este año, para que los visitantes tengamos conocimiento de los exterminios masivos que se han dado a partir de los inicios del S XX y que muestran la peor cara de la historia de la humanidad.


En el recinto se explican los rasgos específicos del genocidio y se muestra cómo este ha sido perpetrado en diversas circunstancias históricas cuando se ha buscado aniquilar a una población por el simple hecho de pertenecer a una determinado grupo étnico, cultural, o religioso.

La exhibición, con un montaje moderno basado primordialmente en imágenes, empieza con el genocidio de los armenios, considerado como el primero del S XX y después continua con una amplia sección sobre el Holocausto que por sus dimensiones constituye el mayor genocidio Hacia el final de esta parte también se nos muestran los casos de Ruanda, la Ex Yugoeslavia ( Srebrenica),, Guatemala, Camboya y Darfur.

Además de de la documentada información que explica y contextualiza estos hechos atroces, la exhibición tiene el acierto de no dejar que el espectador salga únicamente con una comprensible carga de pesares y lamentos.

Por el contrario, el museo busca generar una actitud de introspección y encaminarnos a cambiar nuestros prejuicios y conductas. Como su título lo dice, la muestra comprende una magnífica segunda sección ( que incluye una exhibición sobre la importancia de la diversidad en México ) en la cual se destaca la relevancia de la tolerancia como valor fundamental para la convivencia humana. Considerando que, del conocimiento del pasado se deben derivar las acciones sociales en el presente y una proyección hacia el futuro, la exhibición se propone fomentar la tolerancia mediante la conciencia y los cambios en nuestras propias responsabilidades y actitudes. Seguramente por su calidad, este nuevo espacio histórico y cultural cumplirá con sus objetivos y se convertirá ´en un punto de referencia no sólo en México y en América Latina sino también otras partes del mundo.

Pero más allá de su posible proyección internacional, cuando afirmo que este es el museo que necesitábamos, me refiero primordialmente a los efectos que, espero, pueda llegar a tener entre los propios habitantes de nuestro país que, en términos generales, no le hemos dado la debida importancia a estas matanzas que constituyen el aspecto más execrable de la historia de la humanidad. Conocemos poco, muy poco sobre ellas. Lo que sabemos del Holocausto a menudo se debe más a las películas, que a lo que nos han enseñado desde niños. En la primarias y secundarias de México, y aún en las preparatorias y en las universidades, podemos aprender historia universal sin mencionar a los genocidios o haciéndolo de forma tangencial. Incluso en las escuelas y facultades especializadas en ciencias políticas y sociales en el país, hemos dado muy poco seguimiento a estos terribles hechos.

Yo me pregunto ¿Cuántos manifestaciones y desplegados, cuántos eventos ha habido en México para difundir lo que ha pasado en Darfur y protestar por las victimas? Parece más bien que nos sentimos lejanos, demasiado lejanos y sin responsabilidad alguna. Los diversos periodistas académicos comentaristas o activistas hablamos de ello muy de vez en cuando, como si los muertos fueran “habitantes de otro mundo”.

Lejos de ser específicas de los mexicanos(as) estas actitudes han sido bastante comunes – El propio museo muestra que mientras millones eran exterminados en las cámaras de gas del nazismo, la mayoría de las personas en el mundo continuaban en sus actividades cotidianas como si nada estuviera pasando..No repitamos estas actitudes. Si entonces se `podría pretender no saber lo que pasaba, ahora de ninguna forma podemos utilizar esta débil excusa, sobre todo cuando los modernos medios globales de comunicación nos ponen la información al alcance de la mano. Después de todo, también son varios los mexicanos que se han destacado por su lucha a favor de la tolerancia y el propio museo los reconoce. Por eso, de forma por demás atinada, en una de sus paredes se encuentra la selección de “Piedra de Sol” de Octavio Paz con la que empiezo este artículo y en otra más, se ha colocado un vidrio hacia al exterior estratégicamente situado como encuadre del lema ” El derecho al respeto ajeno es la paz”, colocado en el monumento a Benito Juárez ubicado en la acera de enfrente.

Acerca de Gina Zabludovsky

Gina Zabludovsky Kuper realizó sus estudios de licenciatura, maestría y doctorado en sociología, todos con mención honorífica, en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México. Con 32 años de trayectoria académica en la Institución, actualmente se desempeña como profesora titular "C" de tiempo completo, adscrita al Centro de Estudios Teóricos y Multidisciplinarios en Ciencias Sociales de la FCPyS. Asimismo, es investigadora nacional nivel III, tiene el nivel "D" del Programa de Primas al Desempeño del Personal Académico de Tiempo Completo.Sus principales líneas de investigación abarcan las siguientes áreas: teoría sociológica y política; género y poder; mujeres en cargos de dirección del sector privado; desarrollo conceptual en ciencias sociales; historia de las ciencias sociales en México, y gobierno, empresas y empresarios. Sus estudios comprenden desde el análisis predominantemente teórico a las investigaciones socio-históricas y de carácter empírico. Acerca de las relaciones entre gobierno y empresarios, analiza el papel de las organizaciones empresariales en distintos momentos históricos. En otro de sus tópicos indaga las continuidades y rupturas entre los pensamientos clásico y contemporáneo, y la vigencia de las propuestas de diferentes autores para el diagnóstico de la actualidad, así como la pertinencia de las teorías producidas en Europa y Estados Unidos para el estudio de México y de América Latina. Con relación a sus investigaciones sobre el desarrollo de las ciencias sociales en México y los retos conceptuales frente a la globalización, destaca la imperiosa necesidad de repensar las categorías de las ciencias sociales a la luz de los cambios acelerados y drásticos de la realidad mundial.En otro tema, las mujeres y el poder, analiza las características de las empresarias y ejecutivas en nuestro país. Esta investigación, iniciada en 1991, se ha identificado como pionera en México y en América Latina y sus resultados son utilizados por diversos estudios e instituciones nacionales e internacionales como punto de partida para abordar esta situación. Además de sobresalir por su amplia obra original de autoría única, Zabludovsky Kuper es reconocida por formar y consolidar equipos de trabajo que han descollado por su alta productividad y su excepcional impacto y han dado lugar a libros de los cuales es coordinadora, entre los que se encuentran: La sociedad a través de los clásicos; Teoría sociológica y modernidad; Mujeres en cargos de dirección en América Latina y Sociología y cambio conceptual. Ha trabajado en estrecha colaboración con grupos académicos de diversas universidades en el exterior y es integrante activa de varias asociaciones internacionales como la International Sociological Association y en especial el Research Committee for the History of Sociology donde es integrante del Comité Ejecutivo desde julio de 2006. Es autora de 15 libros de los cuales se han publicado reseñas elogiosas y constituyen fuentes de numerosas investigaciones; asimismo se han hecho de ellos una gran cantidad de citas y varios están agotados o han sido reeditados. Entre estas publicaciones se encuentran: México: Estado y empresarios; La dominación patrimonial en la obra de Max Weber; Sociología y política, el debate clásicos y contemporáneo; Patrimonialismo y modernización; las mujeres empresarias en México, una fuerza económica emergente; Empresarias y ejecutivas en México y Brasil; Norbert Elias y los problemas actuales de la sociología e Intelectuales y burocracia. Ha escrito más de 90 secciones de libros y artículos en revistas especializadas que circulan mundialmente, como la International Sociology, Revista Anthropos y Sociológica.Gina Zabludovsky ha dado a conocer los resultados de sus investigaciones en conferencias magistrales, ponencias y coloquios. Ha participado en cerca de 300 reuniones académicas llevadas a cabo en ámbitos a nivel nacional e internacional. En el área de la investigación sobre empresarias y ejecutivas fue integrante del Expert Group Meeting on Women and Economic Decision-Making Positions de la ONU; y ha sido expositora y representante de México en los congresos sobre el tema de la APEC, y la OECD.Dentro de las áreas de investigación teórica ha tenido un papel relevante como ponente y organizadora de mesas redondas en varios congresos de las asociaciones nacionales e internacionales de sociología y ciencia política y sus aportaciones han sido ampliamente reconocidas. Gina Zabludovsky ha sido integrante de comités editoriales de varias instancias de la UNAM y de algunas de las revistas de investigación con más reconocimiento en términos mundiales como Max Weber Studies, y la Revista Mexicana de Sociología. Ha dictaminado un gran número de artículos y libros para diversas instituciones académicas y editoriales de reconocido prestigio como el Fondo de Cultura Económica, El Colegio de México, la Universidad Autónoma Metropolitana y la UNAM.Ha participado activamente en numerosos comités de evaluación y cuerpos colegiados dentro de la UNAM y en otras instituciones como el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología. También formó parte de algunos de los jurados más importantes del país como lo son el Premio México y el Premio Nacional de Ciencias y Artes de la Presidencia de la República. En la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, fue coordinadora del Centro de Estudios Básicos en Teoría Social.En estrecho vínculo con sus actividades de investigación ha impartido, en forma constante, cátedras de teorías sociológicas clásicas y contemporáneas en la licenciatura y el posgrado de la FCPyS. También ha sido catedrática en otras instituciones como los institutos Tecnológico Autónomo de México y el de Investigaciones "José María Luis Mora", la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales y ha dictado diversos cursillos de superación académica para los profesores y los estudiantes de posgrado de diversas universidades de la República Mexicana y de otros países de América Latina. Ha dirigido más de 20 tesis, en particular de maestría y doctorado que han obtenido mención honorífica. Integrante de los comités tutoriales del doctorado, y sinodal en más de 80 exámenes profesionales y de posgrado.Su labor como investigadora/profesora la hizo merecedora del Reconocimiento Distinción Universidad Nacional para Jóvenes Académicos en el área de investigación en ciencias sociales, en 1990, del Premio a la Docencia Universitaria y del Premio Nacional "María Lavalle Urbina" y ahora, en consideración a la excelencia de su trayectoria académica, recibe el Premio Universidad Nacional en el área de investigación en ciencias sociales.

1 comentario en «En México: Memoria y Tolerancia»
  1. Memoria y Tolerancia A.C.
    Atención a Sharon Zaga y Emily Cohen.

    La semana pasada estaba escuchándolas durante su presentación al público en una entrevista con Jacobo Zabludovsky en el programa de radio “De una a tres” en Radiored.

    El motivo de la entrevista, creo era la celebración de un año de vida de la creación del museo Memoria y Tolerancia en la Ciudad de México; una de las preguntas de Jacobo era acerca de lo que les había motivado a conceptualizar y desarrollar el proyecto de un museo sobre el holocausto y genocidio en el mundo. A medida que se desarrollaba la entrevista crecía mi frustración y decepción por la nula mención de la dimensión del holocausto europeo judío en que fueron masacrados y asesinados seis millones de judíos por los alemanes y los jerarcas nazis en campos de la muerte en Alemania y Polonia (principalmente). Mencionaron su deseo de que el público conociera los genocidios que han ocurrido a través de la historia.

    Ni una sola vez oí la palabra “antisemitismo” como la fuente del odio a los judíos lo que motivó el holocausto. Yo sé por pláticas con ustedes y por otras fuentes que se sensibilizaron hacia la dimensión del holocausto durante un evento internacional anual que se conoce como “La marcha de la vida” en que la comunidad judía internacional organiza una visita de miles de personas a los campos de Aushwitz y Birkenau, entre otros, donde se pueden conocer las condiciones en que fueron internados y asesinados durante los años de 1942 a 1944 seis millones de judíos.

    Este evento despertó en ustedes el deseo de que los mexicanos conocieran esa inmensa tragedia, sin devaluar, naturalmente, otros genocidios que ocurrieron antes y después del holocausto judío en otras partes del mundo, especialmente en África y Armenia.

    Creo que no han hecho una promoción adecuada del museo y su contenido, ya que mencionaron que han visitado el museo durante un año alrededor de 200 mil personas, lo cual me parece muy modesto.

    Me gustaría que ustedes y sus asesores adoptaran una actitud diferente en su manejo de información y promoción para que el público mexicano pudiera acudir en mayor número a visitar ese magnífico proyecto.

    Creo también que hubiera sido deseable que hablaran sobre una pieza que para mí es la principal del museo, un vagón de tren original en el que fueron transportados para su aniquilación miles de personas, el cual se encuentra al principio del recorrido en el quinto piso.

    Esas reflexiones me impulsaron moralmente a redactar esta carta.

    Sigo creyendo que han hecho una magnífica labor y de ninguna manera desacredito el entusiasmo y los esfuerzos a veces extraordinarios que las motivaron a emprender tan necesario proyecto en la Ciudad de México para el pueblo mexicano.

    Dr. Simón y Elena Bild.

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