Entre el océano y el desierto se encuentra un espacio único, repleto de magia, que nos sumerge en un mundo de lujo sin igual. Un edén que juega con nuestros sentidos y nos hace participes en la magia de la belleza natural donde se encuentra, Zadún, a Ritz-Carlton Reserve, es el afortunado resultado de excelencia hotelera, pasión por el servicio, diseño de ensueño y un destino inolvidable.
Las suites y villas de esta joya del mundo hotelero son una expresión de los elementos, se basan en la naturaleza para crear un espíritu cálido y acogedor. Las obras de arte, los objetos decorativos, el mobiliario y los textiles reflejan la tradición de la rica cultura artesanal de México con obras de artistas en Oaxaca, Yucatán, Campeche, Ciudad de México, Jalisco y Puebla. Disfrutando de la impactante alberca de mi terraza, me dejo llevar por el ritmo y estilo de vida único del resort.
Inspirado por este poder de cambio, su Spa Alkemia proporciona un hermoso espacio curación pacífica inspirado en la naturaleza y la tradición. Aquí, los tratamientos se realizan en entornos aislados en medio del rico follaje, se crean exfoliantes corporales en el momento e ingredientes locales y rituales antiguos se utilizan para limpiar el cuerpo y despejar la mente. El entorno paisajístico es un oasis en medio del desierto, difuminando la frontera entre el interior y el exterior.
Durante mi primer día en este paraíso exploré los sabores de El Barrio, donde me encontré con las complejidades de la auténtica cocina mexicana, desde la comida callejera hasta una cocina más refinada, lograda a la perfección. Aquí degusté otras, tacos de atún y un sabroso gyro en pan pita.
Cada instante aquí es una aventura sensorial, una oportunidad de agasajos y experiencias de relajación, convivencia con la naturaleza y exquisitez culinario – todos los maravillosos restaurantes del hotel son expresiones autenticas de la alta gastronomía de México. En su maravilloso restaurante Humo se le rinde homenaje a la parrilla latinoamericana con platillos preparados a fuego abierto y presentados en un ambiente rústico y refinado. El fuego, una presencia en las cocina latina durante siglos, es una fuente de renovación, el elemento para extraer sabores de las profundidades de los ingredientes, el cual en Humo nos presenta con sabores exquisitos e inesperados.
El carismático Chef Lucas Lopez Caruezo creció en Argentina e Italia, donde tuvo contacto desde pequeño con la agronomía, las tradiciones y la cocina. A lo largo de su carrera Lucas ha pasado por varios cargos por distintos restaurantes como Osteria Francescana de Massimo Bottura, Kresios de Giusepe Ianoti y Patagonia sur de Francis Mallmann.
En este bellísimo restaurante, comenzamos la cena con un Atún nikkei con leche de tigre, atún, crema de aguacate y wasabi – un platillo fresco y delicioso. Probamos también las increíbles ostras tempura así como las empanadas salteñas con masa de empanada criolla, carne de res, cebolla, grasa de cerdo, cebolla de verdeo y pimentón ahumado.
Continuamos con un Chorizo de rosca polaca con semillas de cilantro, pimentón ahumado y humo líquido, el cual nos impresionó con sus sabores sutiles. El broche de oro fue un espectacular Ojo de bife elaborado a la perfección, el cual disfrutamos con un excelente chimichurri argentino. Para el postre el Chef creó un helado de betabel, cremoso y sublime.
Una exploración de un lugar inusual, la emoción de una aventura inesperada, una indulgencia en un lujo poco común es lo que nos ofrece Zadún, Ritz-Carlton Reserve, un lugar de magia y belleza dentro del impresionante entorno de las dunas y el mar de Los Cabos.
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