No obstante haber sido exonerado de una acusación en su contra por el presunto delito de fraude procesal por 130 millones de dólares, Onésimo Cepeda, obispo de Ecatepec, difícilmente dejará de estar en el ojo del huracán porque, per se, es un personaje de esos a los que les viene bien aquel refrán que reza “no importa que hablen bien o que hablen mal, lo que importa es que hablen…”.
La siguiente entrevista se realizó hace un par de años con motivo de la publicación del libro “Confesiones Osadas” de la periodista Yazmín Alessandrini.
¿Millonésimo Cepeda?
Es una idiotez, me río de los que lo dicen. No tengo millones pero sí buenos amigos
¿Usted nunca dejó la vida mundana?
Claro que la dejé, nadie me puede decir que me he acostado con ninguna mujer desde hace más de 35 años, otras mañas no tengo.
¿Es pecador?
Miento madres muchas veces, me enojo. El justo peca siete veces diarias, dice la Biblia, imagínate que yo no soy tan justo. Pero esto no es una confesión ¿verdad?
¿Político con sotana?
El hombre es por naturaleza político, lo que hay que entender es lo que significa político: Político es aquél que se preocupa por el bienestar de aquellos que están bajo su cargo. Así que lo soy, con sotana o con mengana.
¿Le gustan los reflectores?
Es un poco incómodo, pero los comprendo porque les doy nota y es lo que ustedes buscan, además me divierto mucho.
Lo critican por que juega Golf.
Me critican por brutos, el golf lo practico desde los 8 años, no tengo porqué dejar mi deporte favorito.
El obispo de Ecatepec ha tenido que renunciar a placeres lícitos, como él los llama: ir a una discoteca o dejar de bailar, asegura ser sincero cuando dice que su vida ha sido un Cristo:
“Nunca me he arrepentido de ser sacerdote, la he pasado bien y la he pasado mal, pero no me arrepiento, aunque no siempre me han tratado bien. Por ejemplo, al obispo Sergio Méndez Arceo le dije que no pensaba como él y le caí gordo. Aún así, no he pensado aventar la sotana y menos arremangármela.”
¿Al obispo Méndez Arceo le decían el Avispón Rojo y a usted?
Cato el ayudante del Avispón Verde.
¿Por qué lo buscan tanto los políticos?
Porque les digo la verdad, sus errores y aciertos, pero no le sobo el lomo a nadie.
¿Es un obispo tricolor?
No, soy daltónico, no veo colores.
¿Para quién se viste tan elegante?
Te voy a decir una cosa y no me lo vas a creer, llevo 20 años, 10 como obispo, en que yo personalmente no me he comprado nada, son regalos: calzones, camisetas, trajes de toda clase de marcas.
¿Rolex, Cartier?
Rolex no tanto, Cartier, Bulgari, Mont Blanc, y me lo han regalado mis amigos.
¿Qué hay debajo de esa sotana?
Un hombre en toda la extensión de la palabra y te puedes encontrar sorpresas.
¿Este hombre ya no tiene tentaciones terrenales?
Claro que las tengo, me gustan todas las mujeres guapas. Pero no hago nada con ellas.
¿No le dan ganillas?
¡Claro que me dan ganitas!, pero me las aguanto.
¿Deseo reprimido?
Partirle la cara a uno que otro, sobre todo a los que me calumnian, pero en lugar de eso los perdono.
¿Con qué animal se identifica?
Con el león, porque ruge fuerte.
En esta asociación de ideas, ¿qué me diría de los pecados capitales?
Soberbia: Con el afán desmedido del poder.
Avaricia: Con la gente que tiene lana y es incapaz de ayudar.
Lujuria: Con todos los calientes.
Ira: Con los que no se pueden reprimir.
Gula: Con todos los tragones y gordos que abundan en este país.
Envidia: Con muchos colegas.
Pereza: Con los que no se atreven a hacer nada en esta vida.
¿Es coqueto?
Más bien me coquetean las mujeres.
¿Cómo?
Como pueden. Te avientan los galgos, pero yo corro más rápido que ellos.
¿Y su currículum?
“Fui un Obispo, un rico que se hizo pobre por los pobres. Fui fundador de Inbursa y socio de importantes empresarios que trabajaron conmigo. Vengo de una familia muy importante de México, no de pueblo, mi padre fue fundador de la Barra de Abogados en Varsovia, fue secretario de la Comisión Nacional Bancaria durante cuatro sexenios.”
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