¿Son los sefaradís el verdadero “Pueblo Elegido”?
En 1500 Turquía recibió a los expulsados de España y salvó al sefardismo.
Gracias a Turquía, los sefardís encontraron un hogar donde pudieron preservar su lengua, su cultura y claro, su existencia física.
Gracias a la protección musulmana los judíos lograron evitar la persecución de la iglesia católica y de paso vivir libremente como judíos y como sefardis.
De no haber existido la apertura musulmana estos judíos hubieran terminado quizás en Holanda, quizás en Polonia opero en todo caso hubieran perdido su lengua y sus tradiciones.
Pero por 500 años el imperio otomano los cobijó les sirvió de repositorio para que pudieran preservar su idioma y costumbres hasta ser “redescubiertos” por un cónsul español que fue quien inicio el proceso de “re-conocimiento” de su origen por el Gobierno de España, reconocimiento que hoy esta a unos días (¿horas quizás?) de culminar con la ley de Ciudadanía Española a sus descendientes.
500 años se dicen fácil pero para los habitantes de Europa, 500 años son la suma de una multiplicidad de persecuciones, destrucción, guerras civiles, guerras de conquista, cruzadas, pogroms, ghettos, liberaciones y sígale contando hasta la segunda guerra y durante todo este tiempo casi siempre brillo la paz en el corazón del mundo sefaradí.
Hoy, cuando en Turquía un gobierno ambivalente medio europeo- medio fundamentalista se encuentra renovando antiguas sinagogas mientras empieza a limitar los derechos o por lo menos la sensación de libertad y paz de los judíos turcos, España extiende una mano amiga.
La rueda de la historia gira así 180 grados.
Si fuera yo religioso le diría que los sefardís son realmente el pueblo elegido por Dios ya que los tomo en sus brazos, los llevo a Turquía, los cobijo ahí (Bueno medio cobijo porque a la hora de la segunda guerra los desprotegió en Grecia y Macedonia pero a lo además los cuido hasta que al fin el Congreso Español logro ponerse de acuerdo para abrirles la puerta, componer entuertos y restituirles los derechos perdidos hace cinco siglos.
Barcelona a Italia a Grecia y a Turquía fueron la ruta inicial que hoy se devuelve para llevar a judíos de Estambul, Salónica, Sofía, Sarajevo, etc. de regreso a España donde les corresponde rescatar su cultura y lengua milenarias y reconstruir en la tierra donde fundaron Toledo como capital de la nación sefaradí y recrear lo que fueron, sentar la base de lo que serán y construir el futuro de su cultura.
Los cursos del Instituto Cervantes son un primer paso de lo que esperamos sean muchos para reconstruir lo que estaba cayendo en la ignominia de un siglo XX que tan mal trato a la cultura judía.
Ojala esta ley sirva, no para debilitar a la cultura sefaradí -por su insistencia en el examen de español pero no de ladino-, ni para debilitar a sus nuevas comunidades ibéricas por políticas de exclusión y reconocimiento, sino que al contrario, sirva para fortalecerlas en la inclusión de todos los sefardís en un nuevo manto protector como el que hace 500 años les extendió Turquía, sin condiciones, sin limites, en plena libertad y, de ser así tendremos que reconocer que estos sefardís que hace 25 siglos (¡25 siglos!) fundaron Toledot (hoy Toledo) no son solo los descendientes de las tribus de Yehuda y Benjamín sino los más suertudos de entre las 12 tribus o de verdad los herederos natos del “pueblo elegido”, ¿no cree Usted?
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