Recorrer un país no es fácil.
Recorrer un país con pre-concepciones previas, (todas equivocadas) es más difícil.
Confrontar – en el presente- un pasado desconocido es aun más complicado pero, cuando todo se hace en conjunto con una serie de personas, todos antes desconocidos -hoy todos amigos- la tarea se facilita.
Llegué a España, como ya lo he dicho, con las ideas erróneas y las imágenes tergiversadas tanto de mi pasado como de su presente y salí de ahí transformado en un amante del país y un admirador de mi pasado – el pasado común con esta nación,– muy orgulloso de lo que hicimos juntos por lo judío, por España y por el mundo.
Un cambio tan dramático de 180 grados no es fácil de hacer, menos aun de reconocer y más difícil de explicar, a menos claro, que les cuente de toda la gente que me recibió en sus ciudades, me paseó por sus calles, me acompañó por sus restaurantes y me abrió su corazón.
¿Cómo imprimo acá un directorio de todo el pueblo español, de gallegos, andaluces, catalanes, navarrenses, castellanos y hasta inmigrantes colombianos, dominicanos, visitantes mexicanos y emigrados argentinos que como si fueran uno solo abrieron sus brazos para recibir a DiarioJudio y por su intermedio a nuestros lectores en todo el mundo?
¿Cómo agradezco al bell boy en el AC Marriot, a la recepcionista en Oviedo, al amigo en Madrid o al Alcalde que dejó a un lado obligaciones mucho más importantes para brindarme unos minutos de su valioso tiempo?
¿Cómo menciono a la agradable pareja con la que cené en Barcelona sin mencionar al grupo que me acompañó por las callejuelas de Calahorra?
¿Vale mencionar a la excelente guía de Toledo cuando todos los guías fueron igualmente Buenos?
Hacer un recuento de encuentros es ahora ya un ejercicio que se convierte en un placentero conjunto de memorias.
¿Cómo les cuento lo que es viajar por la costa brava, donde mientras la alcaldesa me mostraba orgullosa su ciudad y una joven compartía conmigo el entusiasmo que el tema sefardí le genera, el dueño del yate, -que tan amablemente lo ofreció para nuestra travesía- respondía a mis impertinentes preguntas?
España, tierra del Cid, de palacios y de iglesias majestuosas que cualquiera puede visitar pero, la España, intrínsecamente ligada al tema sefardí si bien está abierta a todos a través de la Red de Juderías, es una España que hay que buscar, pero que cuando se encuentra, le da al paisaje, a la comida, a las murallas, al presente y al futuro un sesgo diferente que solo quienes lo buscamos podemos conocer.
Y es este sesgo, esta perspectiva, esta nueva riqueza cultural e institucional la que le dio a este viaje y le dará a los de Ustedes (cuando vengan a celebrar una reunión familiar, un bar/bat mitzve, etc.) un significado especial que nada puede explicar de manera contundente.
Lo que sí es transmisible, lo que será obvio y lo que hará del viaje una verdadera experiencia única es el carácter, la afabilidad, la limpieza, la cortesía, el profesionalismo de todos aquellos con los que Usted tendrá contacto y por sobre todo, la entrega y el amor que estas personas de la Red de Juderías tienen por todo lo sefardí y lo mucho que se esfuerzan por comprenderlo mejor, aprenderlo, transmitirlo y claro preservarlo para que Usted y sus hijos y sus nietos lo retroalimenten con las nuevas creaciones que seguramente surgirán en este caldo de cultivo de la Nueva Sefarad en áreas inicialmente primordiales como lo es la música y la gastronomía para, poco a poco, ir profundizando en el alma para elevarse metafísicamente al nivel en el que, hace tan solo (tan solo) mil años se encontraba ya el judaísmo sefardí y al que ahora puede volver y solo lo puede hacer acá, en Sefarad, su tierra natal.
Quisiera hacer una lista detallada de todos mis nuevos amigos (y ojalá ellos me consideren de la misma manera) que dejé sembrados por todo el país, contaros lo que cada uno me enseñó, lo mucho que con ellos aprendí pero por más que lo intento me resulta imposible superar el temor de olvidar a alguno lo cual sería imperdonable.
Puedo, eso sí, contar a Usted que aprendí por igual de la Concejala antropóloga (cuyo almuerzo se extendió por horas mientras me relataba todo lo que conocía de la historia sefardí) como del guía vasco que pacientemente me mostró su pueblo y me esperó mientras recuperaba el aliento, de la encargada del Museo y del chef del nuevo bistró sefardí, del estudioso de Lemos y del empresario catalán, del guía/emprendedor de Ribadavia y ni hablar de las mujeres de Tarazona, y de tantas otras ciudades (29) donde todos parecen estar tan emocionados como un servidor, esperando la visita de ustedes para que cuando Usted recorra la Red de Juderías, descanse en los hoteles que la conforman, disfrute de los platillos de sus restaurantes afiliados, aprenda de sus guías asociados sepa que todos y cada uno de sus participantes son igualmente interesantes, igualmente entregados a su labor y más importante aún, si Usted es sefardí – o si busca el camino de regreso- cada uno de ellos es igualmente importante para el resurgimiento de esta cultura en su tierra natal, desde donde su luz iluminó al mundo.
¿Al mundo? Si, al mundo, porque desde el Rambam hasta Spinoza en el mundo de la filosofía; desde Abravanel hasta Disraelí y Méndez France en el de la gobernabilidad, desde Halevi hasta Tudela, como no mencionar a Santa Teresa desde los Carbajal, hasta los Laffitte y los Madero en el desarrollo de la América contemporánea la huella y las aportaciones de la cultura sefardí al mundo son indelebles e incuestionables.
Y si surgió en España hoy se renueva en esas mismas tierras para beneplácito de sus seguidores y placer de sus admiradores.
Como ya lo mencioné anteriormente las personas con las que entré en contacto fueron todas profesionales, todas extraordinariamente amables -ninguna tenía la obligación de serlo-, todas compartieron conmigo su entusiasmo por el pasado pero, lo que es aun más importante –para mí-, es el entusiasmo que todos ellos comparten por el futuro de la vieja España y la nueva Sefarad.
Así pues a todos Ustedes que me abrieron su corazón y extendieron su mano, a todos los que sin saber me enseñaron, a quienes me mostraron el camino y quienes me lo hicieron aun más agradable hoy, abro este paréntesis, para daros las gracias y si creéis que este colofón es un interminable comercial recapacitad porque más que un comercial es una lista de recomendaciones –muy inferior a la guía medieval del camino a Compostela- pero, en la medida de mis posibilidades, con puntos de contacto e información en las poblaciones que hasta hoy hemos mencionado y en las que ustedes podrán buscarlos si llegáis a visitar.
A todos los aquí mencionados – mas los muchos que se reconocerán sin haberlo sido pero siendo reconocidos- les agradezco sus atenciones pero por sobretodo les agradezco su dedicación, su amor a lo sefardí y su apoyo para que podamos reconstruir esta cultura.
A continuación les presento una lista resumida de lugares a visitar, donde comer, dormir y conocer en la Red de Juderías (y por favor, recordad que menciono los lugares pero he eliminado los nombres -no por no querer promoverlos y reconocerlos públicamente- sino por el temor de olvidar a alguno).
Primero reconozcamos a las/los guías de la Red de Juderías que en todas las ciudades fueron la diferencia entre ver piedras y conocer la historia, el puente humano entre el pasado común y el presente.
Santiago de Compostela
- Parador de Santiago de Compostela.
Ribadavia
- Museo Sefardí de Galicia, Castillo y Tafona de Herminia.
- Bodega del Ribeiro “Viña Costeira” y Cata de vinos de Viñedos de Sefarad.
- Restaurante O Birrán.
- Concello de Ribadavia y su Oficina de Turismo
Monforte de Lemos
- Parador de Monforte.
- Centro Interpretación de la Ribeira Sacra.
- Restaurantes Picota Espazo Gastronómico y Tapería Centro do Viño.
- Ayuntamiento de Monforte de Lemos y su técnico de Cultura.
Oviedo
- Hotel Princesa Munia.
- Restaurante Casa Fermín.
- Ayuntamiento de Oviedo, especialmente a la Concejala y Técnico de Turismo.
- Presidenta de la Comunidad Judía de Oviedo.
León
- Parador de León.
- Ayuntamiento de León, especialmente al Concejal de Cultura.
- Bodega Regia.
Tudela
- Ayuntamiento de Tudela.
- Asesor Turístico.
Segovia
- Parador de Segovia.
- Fogón Sefardí.
- Agradecimiento al Ayuntamiento de Segovia, especialmente a Claudia de Santos, Concejala de Turismo y a la Empresa Municipal de Turismo, por la organización de la visita guiada y la logística del viaje en Segovia.
Toledo
- Parador Conde de Orgaz.
- Restaurante “La Fábrica de Harinas”
- Sinagoga, Museo Sefardí, Sinagoga del Tránsito, Museo del Greco y Entierro del Señor de Orgaz.
- Ayuntamiento de Toledo.
Estella
- Ayuntamiento de Estella.
Calahorra
- Ayuntamiento de Calahorra.
- Concejal de Educacion, Cultura y Limpieza.
- Y el grupo que nos acompañó por sus callejuelas y su iglesia/museo.
Tarazona
- Restaurante Saboya 21.
- Ayuntamiento de Tarazona por el almuerzo y la visita guiada.
Girona
- Ayuntamiento de Girona y Patronato de Turismo de Girona y Costa Brava.
Besalú
- Ayuntamiento de Besalú.
Castelló d’Empúries
- Museu d’Història Medieval de la Curia Presó.
- Ayuntamiento de Castelló d´Empúries, especialmente a la Concejala de Patrimonio.
Barcelona
- Ayuntamiento de Barcelona.
España y la Nueva Sefarad
- La Red de Juderías,
- Sus representantes en cada ciudad,
- Su Directora y su increíble departamento de Comunicación,
- Los directores de sus museos,
- Los guías turísticos que han aprendido “sefaradismo”,
- Los investigadores que cada día publican más y más libros y documentos sobre lo que fue y es el sefardismo,
- Y a la gente, las personas, los individuos anónimos que con su buen talante, su humor, su buena disposición y su simpatía nos obligaron a disfrutar cada momento de este viaje y nos obligaron a cambiar rutas para reiniciar un recorrido hacia el futuro del sefaradismo que habíamos abandonado desde 1980 y que ahora, gracias a ellos, retomamos con mayor urgencia, dedicación y energia.
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