1200 años después del rompimiento del Imperio Romano y la separaciones Oriente y Occidente, de Grecia y Roma, de Cristianos y Judíos el Concilio Vaticano trato de enmendar las diferencias y acercar a ambos grupos.
En el año 1215 la Iglesia impuso el uso de ropa distintiva para los judíos; 1395 una serie de “pogroms” auspiciados por los dominicos arrasaron con muchas comunidades y abrieron el camino a la expulsión, 1550 se estableció el primer ghetto en Roma (abierto por Napoleón en 1890;en 1945 la Iglesia participó con su silencio y muchas veces activamente en el Holocausto Europeo en general y el de Europa Oriental en particular en 1965 se promulga Nostra Aetate (28 de Octubre) y Dignitatis Humanae (7 de Diciembre) que declara el derecho a la libertad religiosa y pone en efecto punto final a los intentos de conversión obligatoria y a la persecución religiosa.
56 años más tarde el Papa Francisco publica su carta encíclica Laudato Si que coincide con la adopción de la Ley de Devolución de la Ciudadanía Española a los judíos expulsados, expulsados por conveniencia política de la corona y conveniencia económica de la Iglesia, en particular de la orden de los Dominicos.
Hoy, todos estos eventos se toman de la mano para tratar, en el medio de una crisis cuya magnitud no todos parecen comprender, de avanzar juntos en la confrontación de los peligros que nuevamente amenazan a Oriente aunque hoy los “salvajes” no vienen de las estepas sino del oriente y para confrontar algo aun más importante que es la crisis ambiental que nos amenaza a todos sin discriminar razas, colores, credos o locación geográfica.
Hoy, la Iglesia, el Laudato Si llama, exige, el uso de la ciencia para documentar y comprender lo que sucede y buscar la manera de detenerlo y componerlo, exige el cuidado del medio ambiente y la resolución de problemas de distribución del bienestar sin cuya resolución nada podrá resolverse.
La misma Iglesia que apenas hace unos años publicaba una lista de libros “prohibidos” hoy abre sus puertas a la ciencia; el mismo país (España) que hace unos años vivía encerrado en sí mismo en un mundo que parecía no avanzar hacia ningún lado abre sus puertas a los hijos que expulso -y que con ellos se llevaron buena parte de esta ciencia-.
Hoy, Laudato Si se concreta en un diálogo interreligioso en España, el país donde este dialogo ha adquirido más fuerza. No es pues de sorprenderse que sea ahí donde se reconozca la labor de Isaac Querub y debemos agregar la comunidad toda por avanzar en un camino no solo de comprensión y unidad sino de mutuo enriquecimiento científico y cultural el cual, en España está tomando una velocidad ejemplar.
Falta, a nuestro gusto, el reconocimiento a todos los integrantes del equipo de la Federación de Comunidades, a todos los actuales y ex directivos de todas las comunidades judías existentes hoy en España (desde Aida Oceransky y Carlina Aisen hasta David Hatchwell) y claro, el reconocimiento a todas las ciudades de la Red De Juderías y a su equipo motor encabezado por Assumpcio Hosta pero representado por todos los lideres como Miguel de Lucas guías, estudiosos, voluntarios, investigadores y creativos como Gil Gildron, Jorge Rosemblum, escritores como José Bartra y Mario Saban y claro los diputados, y el Rey mismo sin cuyo incansable esfuerzo este momento no se habría dado.
Nos falta mencionar a mucha gente, muchos individuos más o menos famosos con cuyo trabajo se han logrado rescatar las pruebas de la presencia milenaria e intrínseca del sefardismo en la creación y expansión de España una presencia enorme, una convivencia multidisciplinaria de ayer en las tierras de España y que sin ellas la colaboración actual o no sería posible o por lo menos estaría seriamente dislocada sin un puente claro el ayer, hoy y mañana.
Con motivo de la entrada en vigor el pasado 1 de octubre de la Ley 12/2015 que otorga la nacionalidad española a los descendientes de los sefardíes expulsados de España Su Majestad El Rey presidirá el próximo lunes un acto solemne con presencia de representantes sefardíes de todo el mundo.
También estarán presentes directivos de la Federación de Comunidades Judías de España, parlamentarios, diplomáticos, profesionales del Centro Sefarad-Israel y representantes de la sociedad civil.
Durante el acto tomarán la palabra, además del Rey, los ministros de Justicia y de Asuntos Exteriores y Cooperación y el presidente de la FCJE.
No sé si estén presentes todos los que deberían estarlo.
No sé si hay forma de reunir a todos los que han hecho este momento posible,
No sé si la reunión entre España y Sefarad se consolide como una reunión de iguales en su propia tierra y
No sé si otros intereses externos permitan o cuando menos no estorben el proceso de consolidación de este proceso para reinvigorizar al sefardismo como parte esencial de la cultura de España en donde nació y el único lugar en el que puede renacer comió ave fénix para un futuro que enriquezca al país todo .
Lo que si se, es que por lo menos acá, -en DiarioJudío – y se con toda seguridad que lo mismo pasa en Turquía, Bulgaria, Francia, Estados Unidos, Brasil y Argentina todos aplaudimos estos esfuerzos de acercamiento y trabajo conjunto, sin demeritarlo aplaudimos el reconocimiento por su incansable labor al Sr. Querub y vemos en este reconocimiento el intento de aplaudir y reconocer a todos los que antes mencionamos.
Nos sumamos pues a estos eventos, los de Palacio, los de las Cortes, los eclesiásticos y claro los que piedra a piedra, palabra a palabra han rescatado los cientos (¿miles?) de voluntarios y trabajadores que con su esfuerzo ayudaron a que lleguemos a este momento con mas energía, más gusto, más conocimiento y sobre todo más recursos para iniciar el lento y gigantesco proceso que requerirá el retorno a la Madre Patria.
Y por favor, a quienes no mencionamos que bien saben que deberíamos haberlo hecho créannos que no es por falta de ganas sino de espacio pero a todos les damos las gracias por habernos ayudado a llegar a este momento, posible parte aguas en la historia del judaísmo sefardí.
Gracias España y bienvenidos a la Nueva Sefarad.
Para leer más sobre el III Encuentro Judeocristiano, oprima aquí.
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