Conocida como la ‘cocina de la nación’ por ser el centro de comercio de arroz más importante en el periodo Edo y por ahora ser un edén para la alta gastronomía, Osaka es la ciudad de los placeres culinarios. Aquí tuve el gran placer de dejarme llevar por la excelencia epicúrea del lujoso hotel Ritz-Carlton, Osaka.
Con un restaurante francés con estrella Michelin y una auténtica experiencia gastronómica japonesa, The Ritz-Carlton, Osaka ofrece una variedad de delicias gastronómicas. Mucho más que un excelente restaurante, Hanagatami es una experiencia única y mágica para los que somos amantes del buen comer.
Hanagatami es además una expresión pura de la delicada arquitectura y diseño japonés: en el mostrador de sushi de ciprés de siete metros con vistas a un jardín japonés, la delicada y exquisita comida del estilo tradicional sushi se disfruta con el chef frente a nosotros preparando todo al instante.
Dentro de Hanagatami podemos disfrutar de diferentes facetas de lo mejor de la cocina japonesa: sushi, sumbiyaki, kaiseki, teppanyaki y tempura. Estas distintas estaciones o secciones de Hanagatami son restaurantes en sí mismos que logran la más exquisita perfección en cada uno de sus variados platillos. En la hermosa barra de sushi me deleité en los productos mas frescos de todo el país y en la delicada preparación de cada platillo, elaborado meticulosamente.
En Ritz-Carlton, Osaka disfruté también del Club Lounge en el piso 34, donde la alta sociedad de Osaka se deja apapachar por exquisitas degustaciones, por momentos relajados y cómodos, por el ambiente elegante y por su magnífica y elegante decoración clásica, tuve el placer de disfrutar de una autentica ceremonia de té.
El Club Lounge se inspiró en los retiros privados de la aristocracia británica y está diseñado teniendo en mente el concepto de residencia urbana. Cinco áreas componen el Club Lounge, que consta de una impresionante entrada, una cálida sala de estar, el bar y el comedor – con una sensación distintiva, cada área se distingue, pero transmite constantemente una sensación de armonía en todo el salón. Aquí aprendí la técnica tradicional para hacer él té verde matcha y gocé de este manjar en un ambiente infinitamente sofisticado.
Esta joya fue el primer hotel en Japón del grupo hotelero internacional The Ritz-Carlton; abrió sus puertas en mayo de 1997 y hoy en día sigue siendo un ícono que marca la pauta del servicio de lujo en el país. Mi estancia en este en edén urbano fue una aventura sensorial cuya exquisitez quedará por siempre marcada en mi memoria y en mi corazón.
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