Después de que Colombia obtuvo su independencia de España, Medellín se convirtió en la capital del Estado Federal de Antioquia y durante el siglo XIX, fue un centro comercial dinámico, primero exportando oro, luego produciendo y exportando café. Hoy en día esta ciudad es una vibrante metrópolis que alberga exquisitos restaurantes, vida nocturna singular y un alma activa, atareada, que nunca duerme.
Medellín es una Ciudad de Turismo Creativo oficial gracias a su riqueza cultural y su amplio abanico de actividades entre tradición e innovación. Ubicado en el corredor vial conocido como la “Milla de oro”, en el Centro Financiero y Cultural San Fernando Plaza, se encuentra un hotel que fungió como mi portal para descubrir la ciudad.
Su locación la Avenida el Poblado, el sector más exclusivo de la Capital antioqueña, hace del Hotel San Fernando Plaza el ideal punto de partida para vivir la vida auténticamente ‘paisa’, como son conocidos los locales. Un espacio dedicado a la recepción del público empresarial y a la satisfacción de las diversas necesidades de la cada vez más creciente clase de “luxury business travelers” que visitan Medellín.
Desde que ingresé a la zona de recepción del San Fernando Plaza, percibí casi de inmediato dos elementos que son pilares de esta Institución; la elegancia y buen gusto en cada uno de sus detalles y la calidez, presentes tanto en los espacios físicos, como en cada uno de sus empleados.
Ganador del Mejor Hotel de Conferencias y Ejecutivo de Colombia, las 5 Estrellas del Hotel son reflejadas en las brillantes luces de Medellín que se expanden a nuestros pies. Desde la enorme terraza de mi gran suite veo los edificios de la ciudad resplandeciendo bajo un cielo despejado, enclavados en montes y montañas.
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