Hace exactamente una semana, antes de escribir este artículo, Israel inició ataques aéreos en Gaza a las instalaciones militares, campos de entrenamiento, fábricas de armas y bases de lanzamiento de Hamas. Durante 8 años hubo incesantes ataques por medio de proyectiles a las ciudades cercanas a la Franja de Gaza, como Sderot, Netivot, kibutzim y asentamientos cercanos a la zona en un radio de 20 a 25 Km., con víctimas en vida y en propiedades. Se calcula que enviaron más de 4.000 proyectiles. Pero después de que sólo en la última semana cayeron más de 60 misiles en un solo día, la paciencia del gobierno y las instituciones de defensa llegaron a un límite y decidieron que bastaba ya de ataques a la población civil, para la cual era difícil seguir funcionando normalmente.
Basados en las experiencias pasadas, se requiere implementar una estrategia profesional que defienda este caso absolutamente moral y contraataque las imágenes que fluyen de Gaza. Israel ha perdido en la “guerra suave” de los medios, que está controlada por las Naciones Unidas (donde la mayoría son países musulmanes), la propaganda costeada por organizaciones no gubernamentales pero sostenidas por países europeos que hablan en nombre de los derechos humanos y de la moral internacional. En estos casos las armas más destructivas han sido las palabras y fotografías distorsionadas (o falsas) que demuestran el dominio israelí y las pobres víctimas palestinas. Hace más de un año que las Naciones Unidas han acusado a Israel de “castigos colectivos” mientras que han ignorado totalmente los derechos humanos de los israelíes. Las armas de Hamas han sido los misiles (antes Kasam hoy Grad, de mayor alcance) y los medios.
Para Hamas no existe la posibilidad de un “cese de fuego”: paz y tranquilidad son sus enemigos puesto que ideológicamente se han propuesto la destrucción de Israel; se consideran mártires heroicos que necesitan la guerra para reclutar y unificar a las masas. A Hamas no le interesa mejorar la situación de su población: educar a sus hijos para que sean maestros o ingenieros. Su plataforma es guerra, guerra hasta alcanzar la total victoria.
Aunque ya lo he tratado en artículos anteriores, quisiera resaltar algunos hechos que es necesario recordar debido a la situación que vivimos actualmente. La última vez que visitamos Gaza fue a principio de 2000 y se notaban señales de mejoría económica. Esta franja fue siempre un “hueso atravesado en la garganta”, tanto para los egipcios que la conquistaron en 1948, como para los israelíes en cuyo poder cayó en 1967 durante la Guerra de los Seis Días. Geográficamente consiste en una estrecha franja a la orilla del mar. La precaria condición económica de la mayoría de su población, la escasa tierra laborable, la enorme concentración de refugiados y una densidad de población de las más altas del mundo, han hecho de esta zona tierra fértil para descontentos, protestas y ataques terroristas. La oficina central de la UNRWA (agencia para bienestar y trabajo para los refugiados palestinos en el Cercano Oriente) tiene su oficina central en Gaza y después de 60 años siguen manteniendo su estado de refugiados.
En octubre de 2004 el gobierno israelí presidido por Ariel Sharón decidió desocupar de manera unilateral toda la zona de Gaza y sus alrededores. Y así fuimos testigos de dramáticos momentos, cuando asentamientos judíos en esa zona fueron paulatinamente desmantelados y los colonos inclusive se opusieron al ejército israelí.
La idea de Israel así como la de los Estados Unidos fue que este territorio, Judea y Samaria pasasen a poder de la Organización de Liberación Palestina (OLP) controlada por Abu Mazen, presidente electo y reconocido de la Autoridad Palestina, cuya organización había participado y firmado los Acuerdos de Oslo, y se realizacen allí elecciones democráticas (absolutamente desconocidas en el mundo árabe). Cuando se llevaron a cabo las elecciones en enero de 2006 para el Consejo Legal Palestino (su parlamento), la organización Hamas ganó las elecciones con 76 escaños contra 44 de “El Fatah” de la OLP. Y posteriormente, en un bien calculado golpe tomó posesión de todo el poder en la zona de Gaza, encarcelando a los miembros de “El Fatah” que se les oponían.
¿Qué es realmente la organización Hamas? Su nombre es la sigla de “Movimiento de Oposición Islámico”, ubicado en la corriente islámica radical, fundado en 1988 por el Sheikh Ahmed Yasin, quien también redactó su Pacto (manifiesto). Este Sheik fue tomado prisionero y liberado en un intercambio, sólo para ser liquidado posteriormente en un ataque aéreo. El Movimiento considera que el pueblo palestino tiene derechos sobre todo el territorio perteneciente al Mandato Británico, en el cual hay que establecer un país islámico según las leyes de la “sharia” (religión) y por lo tanto no reconoce el derecho a la existencia de Israel. Su grupo armado “Az ad din-el Kasam” (de donde proviene la palabra “kassam” de los proyectiles), tiene como misión llevar ataques terroristas en contra de ciudadados israelíes (en cualquier lugar que se encuentren), así como operaciones de guerrilla contra el ejército israelí. Así fue secuestrado hace casi 3 años el soldado Guilad Shalit.
La diferencia ideológica fundamental entre Hamas y la OLP, consiste en que éste es un movimiento laico en esencia mientras que el Hamas se basa en principios religiosos, tanto en su actuación como en la forma de vida de sus afiliados. De hecho, lo que sucedió es que la OLP se volvió más pragmática y se adaptó a las circunstancias histórico-políticas hasta llegar a los Acuerdos de Oslo. Además de su lucha armada contra Israel, el Hamas organizó toda una red educativa, de servicios médicos y de asistencia social, lo cual le trajo el apoyo de las masas cansadas ya de la corrupción imperante en la OLP.
Pero en estos momentos, mediante la operación llamada “plomo fundido”, los ataques israelíes han causado enormes daños a las instalaciones de Hamas que siguen mandando “kassams” y hoy proyectiles de mayor alcance como el “grad”, con un alcance de 40km.,. que han caído en ciudades como Ashkelón, Ashdod, Beer-Sheva, Yavne y otras localidades. Recién entraron las fuerzas terrestres para consolidar lo logrado. Mientras tanto se ha eliminado a algunos de los cabecillas del movimiento; los demás siguen escondidos en “bunkers” bajo tierra, disfrazados de médicos en hospitales o acumulando armas en las mezquitas. En algunos casos, por informaciones del servicio de inteligencia, se ha tenido que bombardear estos lugares, aun a sabiendas de que alrededor caerán víctimas civiles que ellos usan siempre como escudos.
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