Gracias a que todos comprendieron el valor del voto personal, gracias entre muchos otros a todos los jóvenes de la comunidad judía sin edad para votar, que se dedicaron en las últimas semanas a llamar, motivar, presionar, invitar y hacer lo necesario para que todos los que estuvieran en edad de votar lo hicieran.
Finalmente en un segundo round electoral Jon Ossof (periodista, de 33 años de edad de Atlanta Georgia, casado con con Alish Kramer, graduado de la escuela judía local y de la London School of Economics, hijo de inmigrantes judíos de Rusia y Lituania) ganó por 27,075 votos (!!) que al igual que Sara Jacobs, otra millennial de 31 años pero ella de San Diego, ayudará a crear conciencia de que tomando los valores que han aprendido de su herencia judía (el amor a la democracia, la libertad, el mejoramiento del mundo, la igualdad de los seres humanos y la lucha por la libertad de todos -sí, de todos- se puede crear una mejor sociedad.
Para que no quede duda recordemos que Sara ha trabajado, entre otros proyectos, en el de Jitli, dedicado a juntar jóvenes israelís con palestinos y con judíos de Estados Unidos para crear alianzas de amistad que les permitan acercarse y trabajar en conjunto por un mundo mejor.
Los últimos 4 años este parecía un mensaje de inocencia (por decirlo decentemente) pero hoy, gracias a que al final se levantaron las cortinas y el verdadero “mago de oz” quedo expuesto en el Capitolio estas palabras adquieren fuerza, adquieren presencia, adquieren valor.
Hoy, personalmente me siento feliz de ver a Trump irse a su casa, de ver a sus seguidores haciendo el ridículo frente al Capitolio, presenciando desafortunadamente la realización de todo lo que durante este gobierno estuvimos advirtiendo podría suceder, pero igual, me siento mucho más orgulloso al ver a la nueva generación de judíos americanos ser parte activa, integral de la “resurrección” de la democracia en Estados Unidos y de su capacidad de poder diferenciar el bien del mal.
Esta foto no es del Capitolio, es del Reichstag donde Hitler hizo lo que Trump intentó y no pudo lograr evitándonos un periodo de obscuridad populista-fascista.
Si hoy me siento orgulloso de los hijos de mis amigos que supieron tomar las riendas, que participan en la defensa de la democracia con su judaísmo secular en su corazón y la claridad mental que da el conocimiento de la historia y la conciencia de lo que su repetición provoca.
Al fin parece ser que no estamos condenados a seguir repitiendo la historia -lo peor de ella- por ignorantes o desidiosos. Si hay futuro. pero tenemos que luchar por él.
¡Hagámoslo!
Un paso importante para el regreso de los Estados Unidos de ser el “patito feo” del mundo a su papel tradicional de potencia y lider del “mundo libre”.
Se acabaron cuatro anos de oscuridad e ignorancia. Lastima que le causaron a Estados Unidos tantos muertos por Covid, y tanto dano a la democracia mundial y al prestigio de sus intituciones democraticas
David Livne
Rehovot, Israel