Quién desea saber alguna cosa de mi,
en cuanto a artista…, debe observar
atentamente mis pinturas y buscar
en eso si soy yo y que cosa deseo.
(Gustav Klimt )
¡Es ese su lugar! Como en tantos museos en el mundo, donde cada obra tiene su espacio delineado, por un tiempo. Se podría decir que cada obra tiene su aposento en esta mansión denominada museo. Es así, que Klimt, el gran pintor austriaco, lo encontramos sin lugar a dudas en la Galería Nacional de Arte Moderno de Roma, adyacente al gran parque romano de Villa Borghese. El visitante ha encontrado la genial obra del mayor representante del Art Noveau allí, de frente a sí, no obstante lo ha admirado desde la lejanía, antes de subir la pequeña escala blanca, cada peldaño que asciende, la belleza aumenta dándole la posibilidad de disfrutar al máximo como quién lo hace en un encuentro con su enamorada. Son Las tres edades de la mujer es la pintura expuesta en su espacio predestinado, adonde su aposento no de ha mudado desde allí. Es eso lo especial de frecuentar los museos, son visitas para alternar con estos amigos que son los cuadros, a estos parientes singulares que son los genios del arte. Nos esperan para entablar ese diálogo, entre obra, artista y espectador. Se entregan a nosotros para ser degustados como el placer de repetir ese ritual asiduamente mezclando el misticismo reflexivo ante la creatividad extraordinaria del grande maestro. Las tres edades de la mujer de Gustav Klimt, viene expuesta por primera vez en la Galería Nacional de Arte Moderno en Roma, por los cincuenta años de la Unidad de Italia (1911) fue comprada por el estado para esta galería, siendo una de los pocas obras del autor en esta nación italiana.
Segundo de siete hijos Gustav Klimt, Pintor, controvertido el mayor exponente del Art Noveau (que nace el 14 de julio 1862 Baumgarten suburbio de Viena), proveniente de una familia de artistas oriundos de la bohemia, hermano de Georg escultor, Ernest pintor. Su padre Ernest de origen campesino, pero de oficio orfebre, vio envuelta su pasión por las artesanías, tanto de los materiales de elaboración tal que nacería de la pasión que cultivaba su madre Anna Finster por la música.
Hay en su arte la eliminación de lo que es figura y fondo, resultando un todo. Donde este arte posee influencias del arte japonés áun propio del egipciano.
El color dorado lo ha asimilado del medievo, reproduciendo en ello esa ansia hacia la luz, que descubriría en sus continuos viajes realizados a Italia, en especial a Rávena, naciendo allí, el inicio de su trascendental periodo de oro (1905–1909). Se nota la ausencia del no color, pasando a originar su sello de identidad pictórica, anexando a estos su logro, como el oro usado como complemento, subrayando así la expresividad intensa en su obra. Riqueza de ornamentación ya en el interés alrededor de la figura humana. Es así, su homenaje en el friso a Beethoven, por el cuál recibe la orden al mérito de parte del Emperador Francisco José de Austria. El mural Burgtheater a los veintiséis años lo lleva a la fama, conquistando la sociedad burguesa de Viena. Fiel su compañera Emilie Floge, hasta su muerte en Alsergrund 1918.
Entre realismo, simbolismo, decorativo Klimt un maestro de lo estilo de secesión vienesa, siendo su principal portavoz. Ha vivido allí, en el periodo cuando Sigmund Freud comenzaba a publicar sus primeros artículos. Para si reprende, en el diseñar los estados del anima, enlazados en un espiral del tiempo.
La pintura de Klimt está entre un pasaje de los cánones como en las rígidas experiencias académicas del tardío del ochocientos junto a la moderna sabiduría artística del Jugendstil que en Italia fue denominado Liberty o estilo floreal, en Inglaterra modern stile, y en Francia art nouveau, el nombre que ha quedado más. Movimiento por el gusto a la decoración bidimensional, plana. Diseño que ha estudiado en la escuela de artes aplicadas La Kunstgewerschule, asistiendo a lecciones de ornamental, igualmente de figura.
Así inventa e reinventa concibiendo dos veces el cuadro de Judith, la heroína bíblica hebrea (1901), una joven viuda (novela histórica hebrea donde este género literario ya desaparecido sería una exaltación patriótica aunque fuertemente religiosa, que la retomará después con su otra versión realizada en 1907, motivos ornamentales como círculos, triángulos. Es ella Adele Bloch- Bauer, retratada por Klimt, mujer de un adinerado comerciante judío Vienés. Esta pintura en el 2006 estuvo adquirida por el magnate judío de cosméticos Ronald S. Lauder, a la interesante cifra de 135 millones de dolares. Para este cuadro ocupo 3 años, se piensa que fue su amante por 15 años.
Un Klimt es siempre…. un diseño actual envuelto en el fascino del bidimensional dorado.
Artículos Relacionados: