Hamás y las muñecas rusas

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Las famosas matrioskas o muñecas rusas de madera pintada, una preciosidad de brillantes colores de la artesanía eslava, constituyen una metáfora de muchas cosas, la principal de las cuales es que detrás de una figura hay otra más pequeña, y luego otra, y otra más exactamente iguales a la primera. Lo mismo ocurre con Hamás, una terrible muñeca de tamaño medio que pulsa debajo del yahadismo mundial y se le parece mucho cuando no es idéntica. Al mismo tiempo, debajo de Hamás hay varias pequeñas organizaciones a cual más sanguinaria e intolerante, a grandes rasgos semejantes a la muñeca que las cubre. De ahí que sea tan difícil que pueda implementarse un alto del fuego en la actual guerra que libran Israel y Gaza. Unos estás de acuerdo y otros no; unos querrían disparar hasta el último de los cohetes que obran en su poder y otros reservárselos para más adelante. Unos apuestan por negociar aunque sea pronto y mal a seguir en la línea de fuego; otros afilan sus cuchillos para matar a quien se les oponga y otros ocultan sus armas.

Sería un craso error pensar que liquidando a una de las temibles muñecas las otras dejarán de existir. Ni siquiera Egipto, con todo y actuar contundentemente contra los Hermanos Musulmanes, ha conseguido acabar con la organización. Tal vez lo haga en el futuro, para lo cual tendrá que eviscerar su trama y mostrar al mundo el verdadero rostro del islamismo radical, la cara más oscura de su profunda intolerancia y corrupción. Y hacer buena letra en otros sentidos, principalmente en el económico para que las gentes del Nilo puedan volver a alimentarse de la rica fuente del turismo, asegurando a los viajeros que quienes visiten el país tendrán caminos de paz y serán bienvenidos en todas partes. Dado el pasado de Hamás, será difícil que renuncie al poder que le queda para que lo asuma por completo la Autoridad Nacional Palestina, de manera que la solución que ansían los israelíes está lejos de poder implementarse ahora.

Por otra parte, sólo de una derrota total-eso enseñan los manuales de guerra-, puede emerger una época nueva y más pacífica. Sostener, como piensan algunos, que los bombardeos israelíes actuales desatarán más odio en la población gazatí ¡es ignorar que ese odio siempre estuvo allí y no desde hace décadas sino siglos! El Islam, radical o templado, está teñido de odio al judío y lo judío, basta ver la cantidad de videos que hay en youtube de ex musulmanes para saber de qué agria leche se alimentó su infancia.


En cuanto a los judíos, ¡sirvieron durante siglos a los musulmanes en la España de Al Andalus y aún continúan haciéndolo, cierto que pocos, a la monarquía que reina en Marruecos! En cualquier universidad israelí se puede estudiar Islam y civilización musulmana, en ninguna universidad árabe se estudia-y concede-a la Biblia hebrea, la relación que tiene con la tierra natal de los judíos.

Las mencionadas matrioskas no valen mucho, pero son elegantes y agradables de ver y de tocar. Hace ya tiempo que no cambian, tal vez porque gustan a los eslavos, cuyo carácter tampoco se ha modificado demasiado desde los días de los zares. Visto y considerando como les gusta la muerte, las vidas de los miembros de Hamás no valen mucho, pero a su juicio aún valen menos las de las personas por las que pretenden luchar, de otro modo ¿por qué utilizarlos como escudos humanos?

Acerca de Mario Satz

Poeta, narrador, ensayista y traductor, nació en Coronel Pringles, Buenos Aires, en el seno de una familia de origen hebreo. En 1970 se trasladó a Jerusalén para estudiar Cábala y en 1978 se estableció en Barcelona, donde se licenció en Filología Hispánica. Hoy combina la realización de seminarios sobre Cábala con su profesión de escritor.Incansable viajero, ha recorrido Estados Unidos, buena parte de Sudamérica, Europa e Israel.Publicó su primer libro de poemas, Los cuatro elementos, en la década de los sesenta, obra a la que siguieron Las frutas (1970), Los peces, los pájaros, las flores (1975), Canon de polen (1976) y Sámaras (1981).En 1976 inició la publicación de Planetarium, serie de novelas que por el momento consta de cinco volúmenes: Sol, Luna, Tierra, Marte y Mercurio, intento de obra cosmológica que, a la manera de La divina comedia, capture el espíritu de nuestra época en un vasto friso poético.Sus ensayos más conocidos son El arte de la naturaleza, Umbría lumbre y El ábaco de las especies. Su último libro, Azahar, es una novela-ensayo acerca de la Granada del siglo XIV.Escritor especializado en temas de medio ambiente, ecología y antropología cultural, ofrece artículos en español para revistas y periódicos en España, Sudamérica y América del Norte.Colaborador de DiarioJudio, Integral, Cuerpomente, Más allá y El faro de Vigo, busca ampliar su red de trabajos profesionales. Autor de una veintena de libros e interesado en kábala y religiones comparadas.