Ubicado a poca distancia de la ciudad colonial de Cartagena de Indias, Barú es un pequeño y encantador archipiélago de origen coralino. Sus playas blancas y el agua cristalina invitan a los amantes del sol y la playa a sumergirse en este paisaje maravilloso.
En la isla de Barú la biodiversidad es el protagonista, complementada por el espectacular lujo y pasión por la creación de momentos inolvidables que el bello y nuevo hotel Sofitel Barú Calablanca Beach Resort logra a la perfección. Desde mi llegada a la costa de Barú atravesando las turquesas aguas del Mar Caribe Colombiano en barco comencé a deslumbrar a la distancia el resort, jugando con los tonos y colores de la naturaleza que lo rodea.
Este resort bellísimo tiene solo unos cuantos meses desde su inauguración. Sofitel Barú Calablanca Beach Resort fue una de las aperturas más esperadas en Colombia que se suma al conjunto de propiedades exclusivas de Sofitel, parte de las marcas de lujo del grupo Accor, que llegó al país en 1995 con la apertura de Sofitel Legend Santa Clara.
Con una propuesta de valor inspirada en experiencias que conectarán hospitalidad, cultura y biodiversidad en un solo lugar, convirtiéndose en el primer resort de playa de lujo en el país, este paraíso terrenal es el resultado de la visión de un grupo de inversionistas colombianos que vieron a Barú como un lugar para promover el turismo de lujo en los mercados internacionales. Ellos son Grupo Argos, el propietario de la tierra y socio de desarrollo; Arquitectura y Concreto, gerente y constructora; y el vehículo de inversión inmobiliaria más grande de Colombia, Pei. El hotel es operado por Accor y el resultado es magia.
Mi estancia en este paraíso fue un deleite sensorial. En los diferentes restaurantes de Sofitel Barú Calablanca Beach Resort se viven experiencias gastronómicas singulares y originales. Disfruté de los frescos sabores de ingredientes locales regional Fish Market del restaurante La Bahía, una creación del Chef Ejecutivo Patrick Guaus ubicada en la playa con una exclusiva parrilla de cocción lenta. Aquí deliciosos platillos combinan a la perfección con cócteles caribeños e integran elementos Colombianos con sofisticación francesa.
El restaurante y bar Humo, solo para cenas, tiene un concepto de parrilla robata inspirado en las cocinas japonesa, china, tailandesa, francesa y peruana. El restaurante Bahía, ubicado en la playa con una exclusiva parrilla de cocción lenta, ofrecerá deliciosos platillos que se combinarán a la perfección con los cócteles caribeños. El bar del salón del vestíbulo tendrá una extensa lista de licores y cócteles clásicos; La Pérgola, un bar con terraza en la azotea, es el lugar perfecto para ver los atardeceres de Barú; y para la comodidad de huéspedes y visitantes, este complejo hotelero cuenta con tres bares junto a la piscina.
En Sofitel Barú Calablanca viví días de sol, arena y descubrimiento. Desde una aventura de snorkel por coloridos corales, repletos de vida marina, a unos minutos del hotel, o un increíble buceo entre barcos hundidos y esculturas sumergidas, los deleites del destino se encuentran por debajo y por encima de las olas.
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