“En el Líbano no se ha realizado un censo desde el 1934. Aunque para ese año los Cristianos Maronitas (quienes dentro del marco del Acuerdo de Taif de 1989 dirigen la presidencia del país) eran una mayoría en el país, hoy ya no lo son. Al presente, son los chiíes (representados políticamente por Hezbolá y sus aliados políticos; y quiénes irónicamente inicialmente apoyaron la entrada de Israel en el sur del Líbano en el 1982) quiénes constituyen mayoría en el país.
Junto a éste hecho, y a la intervención de éste grupo terrorista en la Guerra Siria (cosa que ha aumentado la legitimidad del grupo chií en el Líbano y que ha provocado que ni siquiera se pregunte si el grupo debe ser desarmado o no; a pesar de tener casi 3 mil efectivos y más de 800 muertos) ha llevado a Hezbolá a disfrutar de un apoyo político y social que no se ha visto en años. Por lo que ante la obtención de más de 60 escaños en el Parlamento Libanés por parte de Hezbolá (en el Líbano 64 escaños son asegurados para los cristianos y los otros 64 para los musulmanes), luego de 9 años sin haber comicios electorales en dicho país árabe, creo que la tensión entre Israel, Líbano e Irán (en Siria) podría catapultarse a otro nivel y resultar en un conflicto militar serio.
No por qué Hezbolá tenga más de 100 mil misiles al sur del Líbano y porque esta cantidad pudiera seguir aumentando ante esta victoria. No. Sino porque una victoria de Hezbolá fortalecería aún más el corredor chií-iraní que va desde Teherán, pasando por Bagdad y Damasco, y culminando en Beirut. De este modo, me parece que habrá más posibilidades de que Irán se asente militarmente-junto a Siria-en el Líbano, y por ende las tensiones con Israel podrían aumentar drásticamente.
Esta victoria de Hezbolá (sin dudas una bofetada electoral para el Primer Ministro Saad Hariri, luego de su “secuestro” forzado en Arabia Saudí ), aunque el acuerdo de 1989 al parecer seguirá vigente (recuerden que dentro de este pacto la presidencia es asignada a los cristianos, la posición de primer ministro es asignada para los sunitas y la presidencia del parlamento para los chiíes), es muy peligroso para los intereses geopolíticos y militares israelíes, aunque también para los intereses de los estados sunitas en la región. En mi opinión, esta victoria de Hezbolá consolida unánimemente el poder iraní en el Medio Oriente.
Incluso, ante la bochornosa pérdida de sus archivos nucleares-extraídos por el Mossad en una operación que solo duró una noche; aunque aún se debate si estos datos llegaron a Israel a través del entramado contrabandista que existe entre Irán y Turquía-esta victoria de Hezbolá pondrá un cese parcial a la “guerra” que existe entre los diferentes ayatolás iraníes de distintas regiones en el país persa quienes critican al líder supremo iraní y al gobierno del Presidente Rohani. Esta victoria electoral de Hezbolá probablemente le levantará la moral a los ayatolás (y por ende sus ambiciones en la región), ante el robo de unos archivos muy importantes para el país por parte de los “inteligentes judíos” (como dirían los iraníes), y les permitirá poder seguir juntos en su proyecto de renovación, y regeneración política y económica que vive Irán. Pero, ¿gracias a qué? Al acuerdo nuclear.
Sin embargo, creo que Irán tendrá que esperar hasta el 12 de Mayo de 2018 para celebrar su “consolidación” en la región. Ya que será éste el día en el que el Presidente Trump determinará si los Estados Unidos sigue en el acuerdo o no.
Sinceramente, creo que los estadounidenses se retirarán del acuerdo. Esto causará que los beneficios económicos actuales que vive Irán-si es que se reinstauran las sanciones contra el país persa-se paralicen. Por lo que su proyecto de explotación petrolera en la plataforma de crudo que comparten con Qatar se vería afectado (Irán tiene las cuartas reservas petroleras más grandes del mundo), su acceso a dólares se vería en peligro, el dinero iraní en bancos estadounidenses podría ser congelado y los más de $100 mil millones que el país de los ayatolás podría recibir dentro del marco del acuerdo nuclear entraría en una etapa de suspensión.
Ante este escenario, creo que los ayatolás que dirigen el país ahora podrán poner en tela de juicio (y con argumentos) sobre si negociar con los Estados Unidos es serio y seguro para el país o no, e incluso podrían afectar políticamente al Presidente Rohani. No se olviden que Rohani fue el impulsor del acuerdo nuclear y quien tras la llegada de trump a presidencia se ha quedado solo defendido este acuerdo en Irán. Además, mucho antes del acuerdo, Rohani ya venía combatiendo al establishment religioso iraní dirigido por el líder supremo y la pandilla de la Guardia Revolucionaria de Irán.
Por otro lado, no me parece que si los Estados Unidos se retira del acuerdo Irán mañana vuelva a poner en marcha su proyecto de enriquecimiento de uranio- Irán ha dicho que en solo 4 días podría restaurar el 20% de todo el uranio que antes del acuerdo nuclear ya tenían- y ponga a funcionar las 20,000 centrífugas nucleares que tenían. Creo que Irán, para hacer quedar mal a los Estados Unidos y jugar bien geopolíticamente hablando, se quedará en el acuerdo. Así le demostraría a Rusia y a China, pero sobretodo a la Unión Europea, que ellos sí buscan “la paz” mientras se llenan los bolsillos de euros.
De este modo, seguirán creciendo económicamente, mientras fortalecen su presencia e influencia política y militar en el Medio Oriente. Por eso, tras “la victoria” de Hezbolá en el Líbano, el verdadero ganador realmente lo fue Irán.”
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