Holocausto: La Solución Final

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La invasión de la Unión Soviética por Alemania en 1941 no fue únicamente una campaña militar para el ejército alemán. La meta para exterminar a los judíos fue tan importante, que detrás del ejército habían escuadrones de muerte que triunfaron en el primer paso de la exterminación, o sea “la solución final.” Los escuadrones se llamaban los Einsatzgruppen y con cada victoria militar, ellos seguían el ejército a los territorios ocupados y empezaban aterrorizar y asesinar a los judíos. Para cumplir esto, forzaban a la gente al campo, donde tenían que cavar sanjas, quitarse la ropa, y esperar las balas de soldados o colaboradores locales. Los que no morian imediatamente eran enterrados vivos. Este sistema para matar a grupos grandes de personas no era muy eficiente y costó demasiado en material de guerra y soldados. Por eso, los nazis inventaron otro plan para exterminar a los judíos en una manera rápida y eficaz: los campos de la muerte o campos de exterminación.


Un policía nazi dispara a un grupo de mujeres judías que vive aun
después de unas ejecuciónes en masa de los judíos del ghetto de Mizocz,
Ucrania, 1942.

Los campos de exterminación fueron construidos rápidamente y preparados para la llegada de los habitantes de los ghettos. Los judíos que no murieron bajo la tortura y hambre de los ghettos fueron, con el tiempo, deportados en vagones de carga, encerrados sin agua, ni comida, ni baños, ni ventanas a los llamados campos de exterminación. Estos campos se localizaban en el este de Polonia. Los más famosos se llamaban Auschwitz, Treblinka, Sobibor, Majdanek, Chelmo y Belzec. Estas eran fábricas donde las cámaras de gas y los crematorios funcionaban diariamente.



Los judíos que sobrevivieron la miseria de los ghettos fueron deportados
“para nueva colonización” a los campos de Exterminación en vagónes de carga cerrada.
En general, no se imaginaban lo que les esperaban en los campos.

A llegar a estos campos, los judíos que sobrevivieran el viaje, eran apresurados a bajar de los vagones y ordenados a formar líneas. Los viejos, los niños, los enfermos y las madres con bebés eran mandados directamente a su muerte. A veces, algunos presos que parecían jóvenes y fuertes eran salvados provisionalmente. Ellos eran “escogidos” para trabajar como esclavos, generalmente en fábricas alemanas de armamentos. Las condiciones en los campos de labor forzada eran insorportables: hambre, frío, trabajo duro por muchas horas y actos de terror y brutalidad cometidos por los guardias sadistas.


“El trabajo te liberará” fue el letrero engañoso que saludaba a los que entraban
a las puertas de Auschwitz, el campo de Exterminación mas infame.

Muy pocos judíos sobrevieron hasta que los aliados (norteamericanos, rusos e ingleses) los liberaron en la primavera de 1945. La mayor parte de los judíos europeos, seis millones de seres humanos, habían sido asesinados, incluyendo un millón y medio de niños. Esto es lo que se refiere al HOLOCAUSTO.


Sobrevivientes jovenes del campo de concentración Dachau, 1945.

¿No trató nadie de ayudarles?

Muy pocos ciudadanos se atrevían a esconder o proteger a los judíos porque la pena por hacer tal hecho era severa: el encarcelamiento o la muerte. Sin embargo, en varios casos, individuos rectos arriesgaban su vida para esconder a judíos y hacer otros engaños como conseguir documentos falsos para ayudarlos. El ejemplo de Dinamarca es el más famoso. En este país, los civiles heroicamente transportaron a su población judía a Suecia neutral escondidos en barcos pesqueros; así los judíos dinamarqueses fueron salvados. En general, no obstante, estos casos eran excepciones. Bajo el terror Nazi, la meta de la población local fue aguantar la ocupación y esperar la liberación. Es muy importante fijarse que en algunos países, como en Polonia y Ucrania, las actitudes antisemitistas eran tan fuertes que en muchos casos la policía local y los ciudadanos colaboraron con los nazis.


Sepultura en masa en Bergen Belsen, un campo de concentración
liberado por los ingleses. Anna Frank, la joven diarista famosa, murío aquí.

¿No hubo resistencia?

Resistir a los nazis significaba un riesgo enorme para los que se atrevían a hacerlo. Las represalias eran tremendas. Había casos en que los nazis quemaban pueblos enteros y a sus habitantes por el crimen de esconder o apoyar a resistentes. El caso de la liquidación del pueblo Lidice en Czechoslovakia es uno de los ejemplos mas conocidos.

Además, los nazis usaban el terror, la decepción y el hambre para debilitar a los judíos. La mayor parte de ellos no se imaginaban lo que les esperaba en los campos de exterminación. Los nazis les informaban que iban “al este” para volver a establecerse y trabajar. Les aconsejaban traer sus pertenencias para poder adaptarse mejor (estas pertenencias les fueron arrebatadas y mandadas a Alemania al llegar a los campos). Muchas veces les ofrecian más comida para convencer a los judíos hambrientos para que se presentaran a las deportaciones. Aun en los campos, todo fue hecho para engañar a los judíos con respecto a la muerte que les esperaba. Letreros grandes que decian “Arbeit macht frei” (el trabajo te liberará) les saludaban a la entrada, y les informaban que iban a bañarse para desinfestarse, con el aviso de colocar la ropa bien para poder encontrarla mejor después del baño.

Es importante mencionar que bajo estas circunstancias terribles, grupos de judíos consiguieron combatir a los nazis a pesar de desigualdades enormes. El caso más conocido es la rebelión del ghetto de Warsovia en abril de 1943. Durante las deportaciones finales del ghetto, resistentes, usando explosivos primitivos que ellos mismos manufactuaron y algunas armas simples de contrabando, se organizaron y pelearon contra los nazis durante más de un mes. En fin, los nazis, incapaces de capturarlos, quemaron el ghetto. Es interesante fijarse que estos resistentes judíos del ghetto de Warsovia se opusieron a los nazis en batalla por más tiempo que el ejército polaco cuando los nazis invadieron el primero de septiembre de 1939.


Soldados alemanes vigilan a resistentes judíos capturados
durante la rebelión del ghetto de Warsovia, abril 1943.

Otros ejemplos de valor y resistencia incluyen la explosión del crematorio dos en Auschwitz, el intento de destruir Treblinka y el escape de Sobibor.

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