Este año, recordarlo es de especial importancia dada la ahora tristemente célebre mención del Sr. Netanyahu que, al dirigirse al Congreso Sionista creyó que estos serian tan ignorantes dela historia judía como el demostró serlo y sin mayor empacho afirmó que Hitler solo nos quería “reubicar” y que de no haber sido por la “inspiración” del Mufti jamás se le hubiera ocurrido la idea de exterminarnos.
Bueno para corregir a todos los “investigadores” y “serios estudiosos” que inventaron este rollo hoy vamos a recomendar varios libros:
El primero intitulado “KL, A History of the Nazi Concentration Camps” por Nikolaus Wachsmann es casi una enciclopedia de 900 páginas en las que casi día a día se documenta la Historia, el desarrollo y la involución de este sistema bajo el gobierno nazi.
Por cierto que si a alguien le quedara alguna duda con respecto al Mufti, cabe señalar que el primer transporte masivo a un campo de exterminio se llevó a cabo el 31 de agosto de 1941 llegando los prisioneros que venían de Minsk al campo de Sachenhausen tres meses antes de la famosa reunión con el Mufti que realmente no aportó nada nuevo ni a la guerra en general ni a la situación de los judíos.
¿Por qué recomendar este libro?
Porque creemos que el “error de Netanyahu” no fue realmente un error. Creemos que él, al igual que todos los que fueron educados en el sistema escolar israelí han escuchado las mismas versiones del Holocausto y por lo tanto merecen tener un libro de consulta que sin tendencias ideológicas les permita conocer lo que realmente paso durante la guerra.
Otro punto a destacar es que de acuerdo con la versión israelí del Holocausto los judíos ‘se dejaron matar como borregos’. Para esta segunda afirmación equivocadas este libro presenta extensiva documentación que demuestra que si bien la vida en ellos era insoportable y las muertes se sumaban todos los días, en ningún caso antes de septiembre del 41 los campos fungieron como centros de destrucción masiva.
Peor aún, los primeros en morir en estos campos fueron prisioneros polacos (judíos incluidos pero no exclusivamente) y prisioneros soviéticos.
Los campos con mayor mortandad sumaban 1000 prisioneros al año o sea que si bien todos sabían de los campos, nadie se imaginó que estos pudieran convertirse en maquinas de exterminio masivo.
Más importante es subrayar la razón por la que se decidió convertir a los campos en fábricas de muerte:
Durante la guerra con Rusia Hitler declaro a sus generales que había de tener especial cuidado con los comisarios soviéticos en general pero con los judíos en particular porque eran ellos dijo Hitler, los comisarios judíos que acompañaban a las tropas soviéticas los más peligrosos enemigos del Reich, los únicos que podían levantar una muralla de resistencia contra el avance germano y así destruir su campaña.
O sea, dirían otros, que para 1941 ya le quedaba claro a Hitler – y sus generales- que la mayor resistencia a sus avances venia de partisanos, soldados y comisarios judíos que – a diferencia de la versión israelí- no solo no eran borregos sino que eran los más peligrosos enemigos de Alemania en la guerra en el Oriente europeo.
Fue este concepto de los judíos comisarios como los más peligrosos lo que llevó primero a decidir que todos los comisarios debían ser tratados como judíos y luego que todos los judíos deberían ser tratados como comisarios.
Las matanzas en realidad se iniciaron en junio de 1941, desde el momento en que las tropas alemanes iniciaron su avance hacia el Oriente y ataque tan sorpresivo que nadie estaba preparado y menos aun los civiles de lo shtetlaj europeos que fueron acribilladlos por el ejército alemán en cuanto estos llegaban a un poblado no dándoles tiempo ni de reaccionar menos aun de defenderse.
Pero esta reseña no está dedicada a explicar que hicieron o no hicieron los judíos durante la guerra. Para un resumen también enciclopédico les recomendamos leer: Jewish Resistance in Nazi occupied eastern Europe.
No, esta reseña tiene como intención servir a quienes se educaron bajo los mismos maestros que educaron a Bibi para que tengan una fuente adicional desinformación y puedan estar “tranquilos” sabiendo que los judíos siempre nos hemos sabido defender aun cuando perdemos (y no sólo pienso en este momento en Masada -donde todos perdieron- sino también en España donde fuimos los guardianes de las murallas por ser los más aguerridos- y en Polonia donde nadie nos defendió de Chmelnitski e igual luchamos contra él y hasta defendimos a los polacos.
¿Pero es todo esto importante?
No para mí, pero seguramente si para quienes creen -como el Sr. Netanyahu- que se puede jugar con nuestra memoria y manipularla para servir intereses políticos personales.
Quizás alguien quiera sugerirle estos dos libros para que nos conozca como realmente somos.
Ah sí, el 9 de noviembre de 1938 fue krishtalnajt y por si quiere usted llevar cuentas, 3 años más tarde Hitler aun no perdía una sola batalla, había muchos prisioneros en los campos de exterminio pero los judíos alemanes aun vivían ahí y nadie se imaginaba que el miedo a los “comisarios judíos” y la influencia que estos pudieran – y tuvieron- en el desarrollo de las guerra iba a desencadenar un Holocausto de una magnitud que ni los propios alemanes se imaginaban.
Y por ultimo un libro que NO puedo recomendar, no porque este mal escrito sino porque el autor mismo establece en su introducción que para escribirlo decidió limitarse únicamente a la resistencia llevada a cabo por miembros de los grupos sionistas los cuales, sin restarles un milímetro de importancia, eran los menos dentro del mundo de la resistencia judía que se extendió desde España hasta Moscú a lo largo de los movimientos políticos no sionistas todos los cuales quedaron fuera de este libro, pero lo que es peor es que será en libros como este -cuyo autor me niego a mencionar- en los que se “inspiren” los lectores del mañana y de donde concluirán que solo los jóvenes sionistas salieron a la defensa armada de los judíos europeos o cual es una extraordinaria falsedad que solo podemos justificar si aceptamos el manipuleo ideológico de la Historia para el beneficio de una corriente política.
Para este autor -al que no vamos a mencionar- y para todos los que no conocen el tema les vamos a recomendar los siguientes libros todos los cuales incluyen a TODOS los resistentes sin diferencias ideológicas ni manipuleos políticos:
Jewish Resistance in Nazi occupied eastern Europe
Entre todos estos libros se suman más de tres mil páginas perfectamente documentadas de datos históricamente corroborados. Ojalá su lectura nos evite vergüenzas futuras surgidas de una ignorancia inaceptable en particular entre quienes quieren usar el tema para su propio beneficio político.
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