El pasado jueves 4 de febrero 2021, se presentan las listas que competirán por los votos del pueblo en las próximas elecciones a efectuarse el día 23 de marzo.
No estaré allí y si bien puedo decir que es por la pandemia y las limitaciones de los vuelos, cuarentenas, etc. en esta oportunidad no tengo ninguna motivación para aportar mi voto. La mayoría de los candidatos
y son los que tendrán la mayoría de los votos nos marcan que el proceso que lleva a Israel a ser un país de “derecha”, “religioso”, “racista” y “xenófobo” y seguramente podrán agregarse otros adjetivos no se ha detenido y aparentemente está lejos de ser detenido.
En este momento hay muchos candidatos, muchos partidos, pero es claro que la mayoría de los partidos no piensa anular la ley estado judío y los que mejor mienten proponen cambios para agregar a las minorías a que se sientan socios. En lo personal jamás he necesitado de esa ley para reconocer a Israel como el estado del pueblo judío y por supuesto no necesitaba a Trump para reconocer a Jerusalém como la capital del Estado de Israel y de los judíos del mundo. Por otra parte, existencia de leyes que limiten los derechos de los ciudadanos lograron que un niño de 7 años diga que si no puedo ser presidente me voy a Israel. Según el mito familiar ese niño fui yo cuando escuché que un presidente argentino debe ser católico apostólico romano. Me permito agregar que ni en Israel ni en Argentina se exige que el presidente debe ser recto como una regla en cuanto al cumplimiento de las leyes, la corrupción y otras facetas que están reduciendo tanto el valor a la democracia.
Las fronteras del año 1967 se consideran durante muchos años como la base para el establecimiento de un estado palestino. La mayoría de los políticos que he escuchado no considera que el regreso a las fronteras del año 1967, por supuesto con correcciones a las que se llegue de común acuerdo, sea algo actual. En otras palabras, sin decirlo abiertamente el estado binacional está en camino, posiblemente ya lo sea sin que lo sepamos. Es un estado binacional donde hay diferencias entre las sociedades que componen al estado y ese sistema se denomina en términos internacionales Apartheid debido a las leyes que separaban los negros de los blancos en Sudáfrica.
La mayoría de los candidatos que he escuchado se manifiestan que no harán coalición con Netanyahu y eso incluye excluir a los ortodoxos de la futura coalición. Jugar contra la fuerza política de los ortodoxos que hoy representan 16 de 120 escaños en el parlamento es una de las cartas que apuestan los opositores de Netanyahu. Me gustaría recordarles a esos mismos políticos que Netanyahu, llegado el caso, puede armar una coalición sin sus socios naturales, los ortodoxos, con tal de seguir siendo primer ministro. Lapid, Gantz, Liberman y otros hoy dicen NO Bibi, pero ya estuvieron con el y quien garantiza que el bien del país, del pueblo no los haga firmar un nuevo acuerdo de coalición con Netanyahu. Nadie porque todos sabemos que los políticos prometen, pero no prometen cumplir. Hay un candidato Zelica, profesor de Economía que ya fue funcionario del gobierno y de Netanyahu, año 2003, que se presenta con el objetivo de ser ministro de hacienda, manejar el tesoro con el objetivo de sacar a Israel del grave problema económico en el que se encuentra. Si llega a pasar el mínimo e incorporarse al parlamento seguramente será socio de cualquier coalición. Recordemos ese nombre.
En realidad, no me preocupan los políticos, no han cambiado mucho. Me preocupa el pueblo judío y su tendencia a ser cada vez mas radical y me permito decir odiado y en gran medida, en estos tiempos de crisis, factor que incrementa al antisemitismo.
El proceso que ha fortalecido tanto a los ortodoxos no se detiene ahí. Hoy en día muchos judíos que no son ortodoxos sienten que los ortodoxos son los verdaderos judíos y ser permisivos con ellos es como un impuesto que están dispuestos a pagar para poder continuar con su estilo de vida no religioso. Esa es la gente que esta determinando hoy en día los resultados de las elecciones, el comportamiento de la policía, la conformación del ejército, el funcionamiento de instituciones públicas, etc. No tengo una base científica para explicar esto, pero me baso en mi conocimiento y experiencia.
En estos días del Covid19, Israel se perfila en el mundo como líder en el manejo de la vacunación masiva y es posible que eso le dé a Netanyahu nuevamente la posibilidad de armar un gobierno ya que se menciona que es un logro de él. La infraestructura de la medicina pública no es creación de Netanyahu, mas bien se sostiene que hizo mucho para debilitarla, y a cambio de la información de la población Pfizer y posiblemente otros laboratorios, entregaron las cantidades de vacunas necesarias.
Yo me pregunto si en ese acuerdo no se podían incluir las vacunas para los palestinos y así no solo cumplir con las obligaciones que tiene Israel por ser país que domina los territorios palestinos, sino también una muestra de solidaridad y humanismo. Aparte, por supuesto, vacunando a los palestinos se reduce el peligro de contagio de los israelíes ya que muchos trabajan en Israel.
Se publicó en uno de los grupos de Facebook en los que participo que Israel entregó dos mil dosis a la autoridad palestina e incluían una foto donde se vacunaba la ministra de salud palestina. Yo pregunté que son 2.000 vacunas y responde una lectora: Bruria Plockier
Julio Ioseph May cédeles la tuya y de tu familia Responder Julio Ioseph May
Bruria Plockier no es agradable tu respuesta, imagínate que, por falta de vacunas, digan que los judíos vayan a recibirla a Israel. Definitivamente da asco tu respuesta.
Y todos los comentarios en general muestran un terrible odio a la población árabe y eso es claro cuando los dirigentes de ambos pueblos se ocupan decenas de años de demonizar al otro bando, en lugar de intentar encontrar alguna solución viable al conflicto.
En estas próximas elecciones se plantea una situación absolutamente nueva los partidos que solemos identificar como izquierda tienen reales probabilidades de no entrar al próximo parlamento y de entrar difícil sean relevantes para imponer algo de su plataforma y por otro lado hay candidatos identificados con las teorías de Meir Cahana que en el pasado no se les permitió siquiera participar en las elecciones. Ellos pueden ser parte de una próxima coalición. Nadie hará duelo por eso si me baso en los comentarios que hay en la red.
Suelo leer las notas de Alberto Mazor y Daniel Kupervaser que se publican en la red y me preocupan la cantidad de ataques que suelen recibir, algunos con una brutalidad lingüística deplorable y en general mucha, demasiada, ignorancia.
Julio Ioseph May 4-2-2021