Vamos a dejar un poco el victimismo de lado. Utilizar fuego real-a pesar de que ellos quemen llantas, lancen piedras y bombas molotov, e incluso intenten cruzar la valla de seguridad-no es justo. Haber matado a más de 28 Palestinos y haber herido a más de 2,500 Palestinos en dos semanas en la frontera con Gaza no se justifica. Si queremos ganar credibilidad y legitimidad en el exterior creo que se debe de utilizar equipo de dispersión y balas de goma. Pero matar gente no se justifica y no debemos justificarlo.
No se justifica porque aunque la mayoría de esos manifestantes sean miembros de Hamas, ninguno estaba utilizando armas de fuego para atacar a la Fuerzas de Defensa de Israel. No se justifica porque un periodista-sea partidario de Hamas o no-fue asesinado por utilizar un “drone” cuando ni siquiera ese artefacto representaba una amenaza para nuestros soldados. No se justifica, porque aunque la derecha y la extrema derecha en Israel digan o insinúen que los protestantes allí “son unos terroristas que utilizan a niños como escudos humanos” (algo en lo si estoy parcialmente de acuerdo con ellos), matar a individuos por ser unos “terroristas y amanazar nuestra soberanía territorial” no es un argumento convincente y muchos menos racional. Y no se justifica porque tenemos a las fuerzas armadas más fuertes de todo el Medio Oriente, con un presupuesto de casi $18,000,000,000 y las cuales están preparadas para contener disturbios como estos en zonas incluso más amplias. Por lo que utilizar equipo de disturbio para alejar a los protestantes de la zona en donde se encuentran los soldados no era algo imposible y sin dudas era lo más sensato.
Por otro lado, es obvio que los Palestinos utilizan banderas nazis y cantan coros que nos recuerda a nuestra época más oscura como pueblo para herir nuestras conciencias. Sin embargo, a mi me parece que en vez de herirlos con balas, les debemos de hacer frente con un comportamiento diferente al de ellos. Recuerden que el terrorismo es la guerra de los débiles, y nosotros ya no somos débiles. Ellos nos pueden poner esvásticas en la cara y todo lo que quieran. Pero ellos saben que jamás nos iremos de Eretz Yisrael como también saben que sus refugiados (en 1948 eran 750,000 hoy son más de 3 millones repartidos entre Siria, Líbano, Jordania, etc) jamás podrán regresar-al menos a Israel.
Sí, muchos de ellos son unos terroristas y por eso juegan al tipo de táctica al que juegan. Son débiles y sólo buscan lograr “mártires” para deslegitimar a Israel. Y por supuesto, seguir ganando simpatías y apoyos tanto en las fronteras europeas como latinoamericanas. A pesar de ello, Israel no debe seguir utilizando la retórica de que “ellos son unos terroristas que intentan ocupar nuestro territorio” para validar el porqué está utilizando balas reales para matar a “terroristas miembros de Hamas”. Matar es matar. No importar a quien, y mucho menos interesa su ideología. Sin embargo, atacar con fuego real cuando el otro solo utiliza piedras y bombas molotov es bastante desproporcionado. Punto.
Amo a Israel y siempre le defenderé, pero a veces la crítica es necesaria ante la ola de victimismo del que la derecha israelí-tanto en el país como en el exterior, e incluso gente no judía que están fanatizados con la idea de que nuestro asentamiento en Eretz Yisrael acelerará la llegada del Mesías Cristiano-se refugia para legitimar acciones que son totalmente arcaicas, salvajes y crueles. Recordemos una cosa: hoy no tenemos a un Nasser que nos quería empujar hacia el Mediterráneo, un Sadam que en 1991 lanzó misiles contra Israel (luego de que en 1981 le destruyeramos la infraestructura nuclear que los franceses le desarrollaban en Irak) u otro enemigo que realmente represente un peligro para los judíos y los israelíes. Simplemente, no existe (si, ya sé que para muchos de ustedes Irán y sus ayatolás representan el “armagedon”, pero creanme, a día de hoy ellos solo juegan a la retórica antisemita y anti-Israel para dar “pan de odio” a sus seguidores en la región). Hoy tenemos, sin duda alguna, al ejército más profesional y mejor entrenado del mundo. Tenemos más de $5,000,000,000 netos en ayuda monetaria anualmente para gastos militares-solamente-otorgados por la economía más poderosa del mundo. Además, poseemos vínculos diplomáticos con todo Occidente, y ahora estamos desarrollando y fortaleciendo caminos de interés común con el mundo árabe suní y el universo africano. ¿Por qué debemos de lanzar todo esto al zafacón y sucumbir a la bravata de Hamas?
Dejemos de jugarle el juego a la victimista derecha y extrema derecha israelí que solo busca tirar la piedra, esconder la mano y luego celebrar porque nadie les regañó. Tanto los judíos, como los israelíes y aquellos que no son judíos, pero que amamos y defendemos el derecho a la autodeterminación que tenemos los judíos en Eretz Yisrael (algo que nadie ya cuestiona; incluso Bahrein y Arabia Saudí han validado recientemente esta realidad a través de sus figuras políticas más relevantes), no debemos permanecer callados. Por dignidad, pero también por el bien del futuro del pueblo judío e israelí. En vez de balear a periodistas y a otros manifestantes, Israel debería de proponer una mesa de paz-mañana mismo, sin condiciones-para así demostrarle a los Palestinos quienes están en favor de la paz y quienes no lo están. Para dejarles saber que mientras ellos llevan a menores a una protesta feroz (a sabiendas de lo que les puede pasar) y le pagan salarios a familiares de individuos que han asesinado o han intentado asesinar a israelíes, nosotros aun perseveramos en el refugio que nos brinda la trinchera de la paz. Eso es lo único que deseo, Israel. Por favor, no recurramos a los extremos que solo nos llevan al fanatismo y a la irracionalidad. Mejor, nutramos nuestro pensar de todas la fuentes y opiniones, e individualmente, reflexionemos.
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