Sin duda los israelíes no quieren la guerra, pero el problema de un Irán con poderío atómico desequilibra la situación de la región. Y Siria al borde de la caída de Asad, y sus repercusiones en el país de los Cedros, donde Beirut se sentirá liberada en parte de la presión Siria a través de Hezbollah. Irán que comienza en parte a perder su espacio de influencia con la posible caída de Siria y frustración de ser líder regional.
Israel se inquieta ya que, un grupo terrorista integrista que domina el gobierno iraní, con “discursos” de borrar a Israel del mapa, con la negación del Holocausto, y su participación en el atentado a la AMIA de Argentina, no tranquiliza al país hebreo.
Pero tampoco es posible pensar que Israel enfrente a Irán para destruir sus posibilidades atómicas, ya desparramadas por todo el país y por varias razones más:
En filosofía política, se entiende que cuando se amenaza políticamente, seguramente dichas amenazas son parte de presiones políticas en el escenario geo-político, con objetivos no belicistas; quien intenta atacar no advierte normalmente con anticipación, la sorpresa es el elemento militar clave para un éxito. De forma que las amenazas de Israel o de Irán debemos verla como formas políticas (aunque con reservas).
De igual modo Irán, en sus discursos contra Israel, resuelve en su interna, el gran descontento a su presidente Mahumd Ahmadineyad que mantiene el Ayatollah Alí Jamenei quien es muy crítico de la política de Ahmadineyad; donde seguramente no será reelecto por esa disputa interna entre los integristas Chiítas, a ello se suma el descontento interno que fue acallado por las armas y prisiones de la dictadura islámica.
Israel es para Ahmadineyad un intento político de cohesión interna en su debilitado gobierno, hoy en minoría. Aunque esta política le ha salido cara con el embargo petrolero y su debilidad financiera que comienza a sentirse, ahora no puede retroceder salvo renunciar.
Por otra parte Israel, para mantener un gobierno bastante impopular, ya que entre protestas sociales generalizadas y con cuatro inmolados sociales. Sumamos el descontento de los sectores medios por no resolver el problema palestino y religioso, hacen que la posibilidad de amenazar con la guerra le permite sostenerse en el poder.
En recientes ensayos de guerra, Israel efectuó ejercicios militares para mostrar a U.E y de EE.UU y su población, su “disposición”a la misma ¿Será un tema de política interna? En la oposición desde el presidente Simón Péres hasta varios generales y políticos marcaron su desacuerdo.
Un analistas preguntan ¿Acaso un Irán nuclear es solo un peligro para Israel o es un tema político y real para el mundo?
A nadie le conviene una posible guerra atómica “regional”, nadie cree fehacientemente en esa posibilidad, tampoco Irán; solo está en juego estratégicas militares por su influencia regional.
Mientras en el escenario mundial el barril de petróleo subió a U$S 143, con su impacto en los suministros de alimentos e intereses petroleros en juego de sus accionistas.
Debemos saber que los intereses políticos mueven los discursos, y el tema seguridad permite la continuidad de los mandatarios tanto en Irán, Israel y EE.UU donde en Octubre comienzan las elecciones.
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